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El noreste se recupera tras la tormenta

Nueva Inglaterra amaneció el pasado miércoles con un manto de nieve de 30 pulgadas tras una tormenta que aún sigue azotando al noreste del país pero que no ha sido tan devastadora como se esperaba.

Boston ha programado reanudar su servicio de transporte público, mientras que las aerolíneas comenzarán a normalizar sus vuelos poco a poco hasta retomar todos el jueves, de acuerdo con un funcionario del aeropuerto de Logan.

La tormenta había enterrado el área de Boston en más de 60 centímetros (2 pies) de nieve y provocó vientos que superaron los 112 kilómetros por hora (70 millas por hora). Abrió un gran agujero en un dique e inundó una casa vacía en Marshfield, Massachusetts, además de golpear una réplica de un barco de la Revolución, de 110 pies (33 metros) en Newport, Rhode Island, quebrando el mástil y perforando su casco.

El frío extremo amenazaba con complicar los trabajos para despejar calles bloqueadas y devolver el suministro eléctrico a más de 15,000 clientes que temblaban de frío en la oscuridad, incluyendo toda la isla de Nantucket. Allí se registró una ráfaga de viento de 125 kilómetros por hora (78 millas por hora), mientras que en la vecina Martha’s Vineyard el viento alcanzó los 115 kmh (72mph).

La temperatura mínima prevista en Boston era de 10 grados Fahrenheit (12 grados centígrados bajo cero), con una sensación térmica por viento de 5 bajo cero (20 grados Celsius).

Los más de 35 millones de personas en el corredor de Filadelfia a Boston se habían preparado para un aluvión el lunes por la noche y el martes, después de que los meteorólogos advirtieran de una tormenta de proporciones posiblemente históricas.

El clima cumplió las expectativas en Nueva Inglaterra y en la neoyorquina Long Island, que también quedó cubierta de nieve.

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