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Los peques festejaron a la “antigüita” su día en el Centro Cultural Winchester

Al estilo de “la vieja escuela” niños y sus padres disfrutaron el Festival del Día del Niño en el Winchester Cultural Center, con juegos, atracciones, música, bailables y manualidades.

El festival cumplió 25 años y esta ocasión los organizadores quisieron ofrecer los juegos y actividades al estilo de la vieja escuela, los juegos que diviertieron a los niños de generaciones anteriores, como los zancos, el hula hula, las escondidillas, “el futbolito”, artes manuales y más.

La vocera del Centro Cultural Winchester, Erika Borges, recordó que el Festival del Día del Niño nació 25 años atrás como un evento por el “Día de la tierra”, organizado por el Departamento de Parques y Recreación. La idea fue ofrecer actividades gratuitas o de bajo costo para las familias en especial para los niños.

Más tarde el festival adoptó el Día del Niño al estilo de México, y lo nombraron “Children’s Festival”.

Para la celebración de este año, explicó Borges que, “no quisimos traer juegos modernos sino regresar a las cosas que daban diversión a los niños de antes, regresar a lo que hacíamos antes y se le llama “Old school fun”, “Diversión estilo de la vieja escuela”. Entonces hoy la diversión es con el hula hula, con zancos, conocer en vivo y tocar animales de granja, dibujar, colorear, tiro al blanco, interactuar con payasos y personajes medievales jugando a las espadas”.

Winchester organiza los eventos para la gente pero también la comunidad es la que da vida a los eventos, dijo Erika y aclaró que el festival de los niños no es lucrativo. La entrada es libre y algunas actividades tienen un costo reducido; lo que se gana va a sostener los mismos programas culturales y comunitarios que ofrece el Winchester.

Uno de los juegos fue un futbolito gigante, un colchón inflable donde los niños se metieron y jugaron con una pelota.

“Como siempre tenemos talleres de trabajos manuales donde participan los niños junto con sus padres. Este año el tema fue “construir” la gran muralla china, con bloques de cartón que cada niño con su familia hace, dibuja y pinta. Luego se juntan los de otras familias, se construye la muralla y se expone en alguno de los salones que tenemos.

Lo que buscamos es que los miembros de las familias puedan pasar un buen tiempo juntos, de manera divertida y sin los celulares”, destacó Borges.

“Esta vez dijimos: “dejen sus tabletas guardadas y vengan a divertirse como lo hacían sus papás cuando eran niños”. Y creemos que las familias se están divirtiendo”.

El hula hula o hula hoop, es un aro de plástico que se hace girar con la cintura pero también con los brazos y las piernas. El reto es mantener girando el aro el mayor tiempo posible.

Antes que terminara el evento, llevado a cabo el sábado 22 de abril, el centro llevaba la cuenta de 900 personas asistentes, muchas de ellas por primera vez se acercaron a conocer y disfrutar.

La familia Castro comentó que era la primera vez que conocía el festival y estaba “a gusto”. Además de participar en diversos juegos, sus hijos de 6 y 11 años de edad pudieron acariciar conejos, chivos y gallinas en el corral del “Petting Zoo”, una de las atracciones del festival, que también tuvo presentaciones de grupos folklóricos y de música.

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