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La familia significa “todo” para el entrenador del Lights FC, Eric Wynalda

Eric Wynalda puso su teléfono sobre el escritorio de su oficina en el sótano de Cashman Field.

Su esposa, Amanda, le había enviado un mensaje de texto, y con él llegó un video de su hija de cuatro años, Blake, y su hija de tres, Elliotte, quienes ensayaban para un programa preescolar.

“Mira, ellas son mi vida”, dijo. “Al principio, esto me haría llorar. Todo, porque me lo estaba perdiendo y no quería perderme nada. ¡Oh, Dios mío, son tan lindas!”

Eric Wynalda se refería a los innumerables juegos, las lecciones de natación y los momentos que se perdió en los últimos seis meses después de mudarse de California a Las Vegas para convertirse en el entrenador de los Lights FC. El ex delantero de la selección masculina de EU ha vivido lejos de la mayoría de sus seis hijos: Brooke de 20 años, Tim de 17 años, Tatum de 14 años, Braeden y Blake de 10 años, y Blake y Elliotte, desde el 1º de enero y utiliza videos, sitios web y viajes por carretera para mantenerse lo más conectado posible.

La separación terminó por un corto tiempo la semana pasada, ya que toda la familia (menos Brooke) se reunió en Las Vegas la semana anterior al Día del Padre para planificar su reunión a largo plazo en julio y reflexionar sobre un año salvaje. El trabajo con los Lights llegó en octubre, la casa de la familia se incendió en noviembre y comenzaron a vivir separados en enero.

Sin embargo, cada nuevo cambio los acercaba.

“Fue solo un recordatorio para todos nosotros de que la familia es lo más importante para nosotros”, afirmó Tatum. “Es importante que nos mantengamos unidos”.

Siguiendo su propio consejo

Unirse a los Lights e interrumpir su vida familiar no fue una decisión fácil para Eric Wynalda, de 50 años.

Le iba bien como analista de fútbol para Fox, un trabajo que por su propia admisión, le pagaba más y le exigía trabajar menos días. Pero esta sería su oportunidad de entrenador de más alto perfil hasta la fecha y su difunto padre, David, quien murió de cáncer en 2016, creía que el destino de su hijo menor estaba en la línea de banda.

El empujón final vino de Brooke, una aspirante a oncóloga pediátrica de la Universidad de Seattle, quien le rogó a su padre que siguiera su pasión y le aceptara al propietario de los Lights, Brett Lashbrook, su oferta.

“Creo que el momento más orgulloso como padre que he tenido en todo esto es el hecho de que crié a una hija de la que estoy recibiendo consejos”, agregó Eric Wynalda. “Ella me dijo que yo siempre le decía: ‘Haz lo que amas y ama lo que haces’”.

“Y cuando estaba pensando en quedarme en Fox y continuar, ella fue el catalizador que me dijo: ‘¿Por qué no sigues tu propio consejo, papá? ¿Por qué no haces lo que amas y amas lo que haces? Llama a ese tipo de nuevo’, y así fue como terminé aquí”.

Los Lights anunciaron su contratación el 17 de octubre. Veintitrés días después, un incendio forestal quemó la casa de su familia en el sur de California y luego él y Amanda llegaron a un acuerdo: los niños no se mudarían hasta después del año escolar.

“No queríamos cambiar sus vidas de manera extrema”, confesó Amanda Wynalda.

Tim tenía otras ideas, vio la oportunidad de pasar más tiempo con su padre, quien admite que no tenía tantas oportunidades como deseaba mientras se encontraba lidiando con en el divorcio de 2008 de su primera esposa, Amy, la madre de sus tres hijos mayores.

Tim se inscribió a clases en línea y se convirtió en el gerente de equipos de los Lights, y Eric señaló que fue “la mejor decisión que pudimos haber tomado”.

“Es genial trabajar con mi papá, obviamente, porque antes de conseguir este trabajo nunca logré pasar tanto tiempo con él como lo hago ahora”, declaró Tim, cuyos trucos de cartas le han valido el apodo de “El Mago” con los Lights. “Hacemos todo juntos”.

Pequeños momentos

Mientras Tim y su padre están más cerca que nunca (el hijo dice que papá es su mejor amigo), el Wynalda mayor todavía extraña a sus otros hijos.

Así que aprendió a hacer que funcionaran los viajes rápidos de fin de semana. Al salir de Las Vegas después de un partido del sábado, acude a la casa de su familia al norte de Los Ángeles a las 2:30 a.m. Luego puede despertarse con sus hijos el domingo por la mañana y al día siguiente (ya que los Lights normalmente no practican el lunes) deja a Braeden en la escuela y almuerza con Amanda antes de viajar de nuevo. Normalmente regresa a Las Vegas alrededor de las 8 p.m. y llega el campo de práctica 12 horas después.

Taking this job was so hard because I knew what it meant. All the FaceTimes in the world will never beat a hug. It’s hard to not be there.

Eric Wynalda, Lights FC coach

Calculó que hizo el viaje 20 veces en seis meses.

“Realmente disfruto el tiempo”, destacó Eric Wynalda. “Sólo esos pequeños momentos funcionan.”

Eso no cuenta las veces que su familia ha venido a él. Amanda Wynalda les impuso una regla a los niños después de que él se mudó: “Cada vez que extrañemos a papá, simplemente dejamos todo y nos vamos a Las Vegas”.

Ella añadió que lo han estado visitando aproximadamente dos veces al mes cuando los horarios deportivos de Tatum y Braeden lo permiten. Lo han hecho funcionar, pese a que esta primavera aún ha sido difícil para Wynalda cuando se ve obligado a seguir los juegos de béisbol de Braeden en línea en lugar de estar allí en persona.

“Tomar este trabajo fue muy difícil porque sabía lo que significaba”, comentó Eric Wynalda. “Todas las llamadas por FaceTime nunca le ganarán a un abrazo, es difícil no estar allí”.

Vamos juntos

La buena noticia para la familia es que su separación casi ha terminado. Eric Wynalda y su esposa exploraron casas en Las Vegas la semana pasada y, aunque no tienen una fecha en mente, planean mudarse en algún momento de julio.

Todos vendrán, excepto Brooke, aunque Tatum regresará a California este otoño y vivirá con su madre para que su experiencia en la preparatoria no se vea interrumpida. También le permitirá continuar jugando con Real So Cal, un equipo del club que pertenece a la Academia de Desarrollo de Fútbol de Estados Unidos.

Es bastante buena, a pesar del escrutinio adicional que ocasionalmente recibe por el nombre en la parte posterior de su camiseta, pero no le gusta presumir.

“Creo que estoy en la etapa en la que todo lo que puedo hacer es mejorar”, mencionó Tatum, una delantera. “Me gusta tener mi propia identidad y poder alcanzar el éxito con mi propio nombre, como Tatum, no necesariamente como ‘Tatum, la hija de Eric Wynalda’. Él entiende que es difícil”.

Él insiste en que su hija ha hecho todo por su cuenta y continuará observándola crear su propio camino una vez que se separen nuevamente en otoño.

Por ahora, disfrutará de su presencia y apoyo junto con el resto de su familia este verano mientras intenta mejorar el inicio de 5-6-4 de los Lights. El equipo había ganado todos los partidos a los que su familia asistía en Cashman Field hasta el 8 de junio, cuando Amanda, Blake y Elliotte estuvieron presentes para un empate 1 a 1 con el Orange County SC.

“Hemos estado esperando y esperando esto”, argumentó Eric Wynalda. “Realmente creo que el equipo comenzará a jugar mejor una vez que mis hijos estén cerca porque estaré de mejor humor”.

10 veces mejor

Sus ánimos ciertamente se levantaron la semana pasada con su familia en la ciudad.

Se acomodaron en patrones familiares, mientras Tim, siempre honesto, corregía las historias de su padre, la adolescente Tatum puso los ojos en blanco ante la jactancia de su padre, la silenciosa Braeden seguía pidiendo que le lanzara a un balón de fútbol, ​​Blake distrajo a su madre y Elliotte enérgico cantó “Baby Shark”.

Se separarán brevemente otra vez después de celebrar el Día del Padre, pero esta vez, saben que pronto volverán a estar juntos. Lucharon y se sacrificaron, especialmente Amanda, quien era mamá y papá en California mientras trabajaba como abogada, para que papá pudiera seguir su pasión y al final son una familia más fuerte que nunca.

“Este año, tan loco como ha sido, honestamente ha sido genial”, concluyó Tatum. “Era como si empezáramos de nuevo, pero la forma en que mejoramos es 10 veces mejor”.

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