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La Navidad de los Vaqueros durante la NFR en Las Vegas proporciona una bonanza de regalos

Cuando piensas en la Navidad de los Vaqueros (Cowboy Christmas), las cosas que típicamente saltan a la mente son sombreros, botas, tal vez jeans y otras prendas de vestir del oeste.

Pero hay muchos otros elementos en esta exposición masiva en Las Vegas Convention Center, que se celebra cada año junto con las Finales Nacionales de Rodeo Wrangler (NFR). Hay de todo, desde entretenimiento y comida hasta actividades para aprender a usar la cuerda. También puedes actualizar un poco tu guardarropa, y salir como el propietario de un remolque masivo que tiene un caballo y un cuarto de estar.

Eso es lo que a Jed Edmiston le encanta que suceda, y sucede muy a menudo cada año para el vendedor de remolques de Boerne, Texas.

“Se han hecho hasta 34 ventas durante los 10 días del rodeo. Cuando se traduce eso en números, podrían ser siete millones de dólares en ventas”, señaló Edmiston el sábado, mientras estaba de pie junto a una unidad lujosa que es más larga que un primer down (37 pies, nueve pulgadas) y cuesta alrededor de 200 mil dólares. “Esto comienza el año nuevo para nosotros. Literalmente podemos tomar una orden y diseñar un remolque aquí mismo, tomar un depósito, ir a casa y construir el remolque. Esa gente recibirá su pedido en abril”.

Cowboy Christmas pone a Edmiston cara a cara con sus clientes, que a menudo viven en lugares bastante remotos y que de otro modo no verían sus productos. Lo mismo puede decirse de cientos y cientos de vendedores esparcidos por todo el recinto de la convención.

Caela Garland, quien está aquí desde Nampa, Idaho, no sólo para la NFR Wrangler, sino que también está compitiendo en el rodeo de las Finales Mundiales Juveniles, sabía que este era el lugar para actualizar su calzado.

“Quería esperarme hasta Cowboy Christmas, porque sé que tendrán más opciones”, destacó Garland mientras se probaba un par de botas tras otro. “Sólo compré un par, pero creo que me probé 10”.

Su madre, Rhonda Garland, agregó: “Por eso estamos aquí. Ella necesita botas, mi marido y mi hijo necesitan pantalones de mezclilla”.

¿Qué hay de mamá? ¿Ha sacado algo de esto, con todo su esfuerzo?

“Aún no, me esfuerzo por encontrar algo para mí”, respondió Rhonda.

Con todo lo que hay disponible, no hay duda de que finalmente encontró algo. Quizás fue el artículo más identificado con todos los vaqueros, vaqueras, rancheros y aficionados occidentales que se abren paso en esta bonanza de compras: un sombrero de vaquero.

Braydan Shaw es el dueño y fabricante de sombreros personalizados de Burns Hats, con sede en Utah. Al igual que Edmiston con sus remolques, estos 10 días son vitales para el éxito de la compañía de Shaw.

“Para nuestra industria, es como nuestro Super Bowl”, comparó Shaw. “No hay otros 10 días para nosotros en la venta al por menor como Cowboy Christmas. Tendremos de 10 mil a 20 mil personas al día. Empieza la temporada de fiestas para nosotros, es mejor que el Black Friday”.

Mientras discutía los números, Shaw trabajaba en sombreros para Mitch y Cindy Clum de Nashville, Tennessee. Shaw toma básicamente un sombrero de lona en blanco, luego lo cuece al vapor y lo convierte en algo único, a menudo yendo mucho más allá de las peticiones de los clientes. Los Clum no compran sus sombreros en ningún otro lado.

“Hemos estado viniendo a esta cabina durante años”, reveló Mitch. “Aquí todos son personalizados. En casa, es sólo otro sombrero en una caja. Aquí, va desde el principio hasta la cabeza. Es el verdadero McCoy”.

Y como con cualquier cosa hecha a medida, la satisfacción de Shaw viene de la reacción a su trabajo.

“Me gusta la interacción con la gente y la creación de nuevos estilos”, comentó. “Es increíble ver a la gente irse con una sonrisa en la cara, y luego escucharles recibir cumplidos en su sombrero tan pronto como llegan al pasillo”.

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