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De fiesta con Claudine Castro

Claudine Castro es una de las artistas con mayor trayectoria dentro de los escenarios locales. Todos los viernes, a partir de las nueve de la noche llena de energía –latina- el escenario del Roxy’s Lounge, dentro del Sam’s Town hotel &casino.

Los viernes son noches de fiesta con Claudine.

“Vengo de una familia de artistas, mi papá (Arturo) y mis tíos son los Hermanos Castro, creo que le heredé un poquito de su vasto talento a mi padre y desde los seis años incursioné en el medio haciendo coros en comerciales”, comentó en amena charla con El Tiempo la artista nacida en la Ciudad de México, pero avecindada en Las Vegas desde 1997.

Claudine Castro quería ser actriz, esa era su pasión, se soñaba actuando, pero cuando empezó con los coros, descubrió que lo suyo era cantar.

“Llegue a Las Vegas a finales de los noventas, con ganas de regresarme de inmediato a la capital mexicana. Dado que no conocía esta ciudad, no me imaginaba lo interesante que resulta vivir aquí, antes habíamos estado en California (con toda la familia), entonces el plan era quedarnos unos tres meses y emprender la graciosa huida de regreso”, aseveró sobre su llegada a la Capital Mundial del Entretenimiento, como también es conocida esta ciudad.

Desde su arribo ha tenido presentaciones estelares, el trabajo no le ha faltado, en gran medida porque su calidad y entrega profesional se nota en cada concierto, en cada noche de baile, en cada fiesta que estelariza.

Claudine Castro llegó a esta ciudad en momentos en que el género que ella domina a la perfección no tenía tantos seguidores, junto a otras agrupaciones como la Sonora Mar y Mar, les tocó trabajar duro para lograr entrar en el gusto de una comunidad que se apasiona por el regional mexicano. “La comunidad latina de aquellos años tenía una inclinación por las rancheras, para mí fue un reto enorme, tuve que ajustar de manera dramática mi repertorio. En México cantaba pura música en inglés, ya ves que en la ‘capirucha’ (Capital de México) somos un poco ‘malinchistas’ y entonces aquí tuve que incorporar la cumbia, el merengue y la salsa. Ahora me encanta la música latina, ya casi no escucho ‘rolas’ en inglés, en efecto, fue una transformación muy enriquecedora”, explicó.

La artista no ha incursionado en el regional mexicano, considera que su personalidad y lo que proyecta se dirige más hacia el rock y el pop. Le han propuesto grabar con banda y norteño, y aunque de repente interpreta alguna canción, no es prioridad, se siente cómoda en el género que se desarrolla y además, la gente ya la ubica de esa manera. Prueba de ello es su trabajo en la radiodifusora Exa que se transmite todos los días hábiles por la “Frecuencia Naranja” y en la que con su “Crema y Neta”, entretiene a la audiencia con interesantes temas y música pop.

Claudine mantiene un estilo alegre, guapachoso, mencionó que una de las mejores agrupaciones para ella son los Ángeles Azules, quienes recientemente grabaron un disco con colaboraciones de grandes artistas, la mayoría de otros géneros y el resultado fue extraordinario. “Yo creo que tengo una ventaja, desde mi llegada siempre he cantado en varios géneros, como la bachata, merengue, salsa, cumbia, rock en español, incluso reggaetón, me acostumbré a interpretar de todo, por lo que no descarto una grabación en otro estilo”, acotó.

Claudine Castro tiene un contrato indefinido con el Roxy’s Lounge, “gracias a Dios tengo trabajo. Empecé aquí en el 2000, luego en el 2011 me fui al Eastside Canery, y regresé a los 5 años. Ese regreso se catalizó porque durante algún tiempo los directores apostaron por el fútbol, pero al no tener los resultados pensados regresaron al proyecto original y afortunadamente tenemos llenos continuos desde nuestro regreso”, dijo.

Claudine Castro cuenta con el apoyo irrestricto de Juan Ocádiz, quien además de ser su esposo, es un extraordinario arreglista y productor, “todos nuestros planes están coordinados. Yo dedico mucho tiempo a mi familia, afortunadamente mi trabajo es de noche, lo que me permite llevar a mis hijos a la escuela, arreglar sus cosas, incluso realizar labores domésticas en nuestro hogar. Mis hijos han sido pilares de nuestra carrera, en la actualidad nos agradecen el esfuerzo que hicimos para que ellos tuvieran un mejor futuro, una vida plena”, abundó.

La artista sabe que en México no le darán una oportunidad para trabajar en plan estelar como lo hace en Las Vegas, la madurez que tiene en su vida personal se extiende a su música, por lo que no planea regresar a la CDMX, aunque se haya abierto una supuesta “ventana de esperanza” con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“A los que no han venido a verme quiero invitarlos, denme la oportunidad de entretenerlos, estoy segura que no se arrepentirán. Quiero apapacharlos, todos los viernes hago shows distintos”, terminó diciendo la simpática artista orgullosamente definida como “chilanga”.

Contacte a Frank Alejandre en: falejandre@espanol.reviewjournal.com, o siga la cuenta de Twitter de El Tiempo: @eltiempolv.

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