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El robo de una camioneta blindada en Las Vegas es el centro de la docuserie de Netflix “Heist”

Se acercó a ella en un bar de San Francisco y le preguntó si creía en el diablo y si quería aspirar una línea de coca. La primera pregunta la intrigó. La segunda le hizo morder el anzuelo.

La llevó a su casa, la introdujo en la “magia sexual” (la creencia de que los orgasmos pueden manifestar un resultado visualizado) y le mostró su altar donde hacía “mucho culto a la diosa”.

A partir de ese momento, a principios de 1993, Roberto Solís y Heather Tallchief raramente se separarían hasta meses después del 1º de octubre, cuando llevaron a cabo uno de los robos de camionetas blindadas más notorios de la historia de Las Vegas.

La sensacional acción se describe, mediante una mezcla de entrevistas y provocativas recreaciones, en los dos primeros episodios de la docuserie “Heist”, que se estrena el miércoles en Netflix.

La vacilación de Tallchief

“Es muy raro encontrar atracos dirigidos por mujeres en general. La mayoría de estos crímenes son llevados a cabo por hombres o grupos de hombres”, dice Derek Doneen, que dirigió los episodios de Tallchief-Solis. “Así que, de entrada, eso hace que destaque”.

Tallchief había sido una asistente de enfermería que cuidaba de pacientes con SIDA. Buscando una salida, empezó a fumar crack y acabó perdiendo su trabajo, todo ello a los 21 años. Fue entonces cuando Solís entró en su vida.

Ella sabía que él era un delincuente profesional (había salido de libertad condicional 17 años después de una condena a cadena perpetua por matar a un conductor de una camioneta blindada) cuando se conocieron. “El caos es emocionante”, dice Tallchief en el documental. “El caos es sexy”.

En realidad, “dice” es un poco erróneo.

Durante el rodaje de “Heist”, Tallchief, que había rechazado numerosas peticiones de entrevistas a lo largo de los años antes de aceptar finalmente hablar con Doneen, decidió que no quería aparecer en pantalla. Finalmente, tuvo una discusión con Solís y temió que este la encontrara, suponiendo que aún estuviera vivo.

“Fue una conversación continua”, dice Doneen sobre la reticencia de Tallchief. “Y, por supuesto, quería a la verdadera Heather en la pantalla. Su espíritu es único”.

Después de considerar varias opciones, entre ellas difuminar su rostro o utilizar efectos especiales, Doneen contrató a la actriz Lisa Lord, que había pasado un par de años en el spinoff de “General Hospital”, “Port Charles”, para representar a Tallchief. Las citas de las numerosas entrevistas con la verdadera Tallchief le sirvieron de guión.

Un trabajo interno

Tallchief y Solís se mudaron a Las Vegas en el verano de 1993, rentando una unidad en los apartamentos Mark I en East Desert Inn a mediados de julio.

Ella sugirió que buscaran trabajo. Él la llamó tonta. “He aquí un hombre que tenía muchas ganas de acumular riqueza, pero no de forma tradicional”, dice Lord como Tallchief.

Finalmente, Solís le dijo que consiguiera un trabajo como conductora en la empresa de vehículos blindados Loomis, lo que de alguna manera pudo hacer, el 25 de agosto, a pesar de que no conocía la ciudad, había obtenido su licencia de conducir menos de tres semanas antes y apenas podía manejar una camioneta blindada.

Según un artículo del Review-Journal del 21 de noviembre de 1993, Tallchief proporcionó una credencial estatal de armas de fuego, una credencial de seguridad armada y una lista de referencias, entre las que figuraba el alias de Solís, Julius Sauve. El director de la sucursal de Loomis dijo entonces que Tallchief describió a Sauve como un negociante de arte al que proporcionaba seguridad, pero que buscaba algo más estable.

Steve Marshall y Scott Stewart, los guardias que iban con el dinero en la parte trasera de la camioneta de Tallchief, son entrevistados en “Heist”, y Marshall tiene otra teoría. “La contrató el director de nuestra sucursal de entonces porque era joven y bonita”.

Tallchief conducía a los casinos de todo el Strip y esperaba mientras Marshall y Stewart llenaban de dinero los cajeros automáticos que atendían. Le informaba a Solís las rutas que tomaban y otros detalles pertinentes.

La mañana del 1º de octubre, un viernes, cuando el vehículo llevaba suficientes billetes de 20 y 100 dólares para pasar el fin de semana en los casinos, dejó a los guardias en Circus Circus, esperó a que entraran en el casino y se marchó sin más. Se informó de que la cantidad de dinero que había en la furgoneta era tanto de 2.9 como de 3.1 millones de dólares.

Bajo un hechizo

“Él realmente la hizo sentirse notable por primera vez en su vida”, dice el director Doneen sobre la relación entre Solís y Tallchief. “La hizo sentir hermosa. La hizo sentir amada y que podía hacer cualquier cosa. Ella cayó bajo su hechizo”.

Lord como Tallchief respalda esta afirmación, revelando una falta de amor en su infancia, un historial familiar de consumo de drogas y el hecho de que Solís la obligaba a ver videos de hipnosis.

En los días siguientes al atraco, las autoridades no estaban seguras de si Tallchief era víctima o cómplice. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que empezaran a surgir una serie de alias suyos, como Nicole Marie Reger, Sonny Franco y Gijette E. Hegal. En un momento dado, los fiscales alegaron que Tallchief había aceptado un pago para casarse con un hombre que buscaba la ciudadanía estadounidense.

Tallchief y Solís salieron de Las Vegas en un jet privado con destino a Denver, con Tallchief disfrazada de mujer mayor. Después de instalarse en Miami durante un tiempo, huyeron a San Martín y, finalmente, a Ámsterdam, siempre unos pasos por delante de las autoridades, a pesar de aparecer en episodios de “Unsolved Mysteries” y “America’s Most Wanted”.

Tras el robo, los ejecutivos de Loomis afirmaron que la empresa perdió sus contratos con los casinos y alrededor de un millón de dólares de ingresos. También afirmaron que el incidente inspiró una serie de delitos de imitación.

Sin desvelar demasiado de la historia de “Heist”, la vida de Tallchief en la huida no era exactamente el material de las fantasías. Pronto se separó de Solís, llevándose solo lo que afirma eran mil dólares, y se mantuvo trabajando como mucama y prostituta.

Doneen confirma que la historia de Tallchief está lejos de ser una aspiración, a pesar de la idea de que se salió con la suya.

“No creo que la gente vaya a sentir que la serie”, dice, “los deje sintiéndose inspirados para ir a hacer su propio atraco”.

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