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¡LVA1 jóvenes en acción!

“Estamos listos para reintegrarnos a la ‘nueva normalidad’, acatando las directrices de las autoridades sanitarias sobre el distanciamiento social y el uso de cubrebocas, así como la anhelada vacuna. Desde que empezó el COVID-19 los jóvenes habían tenido una actitud de incertidumbre, pero ahora con las noticias del gobernador Sisolak, estamos seguros de que regresaremos al show”, manifestó Daniel Flores, coreógrafo y encargado de la producción que el grupo LVA1 tiene listo para mostrarse.

Danny, como es conocido entre sus aprendices de baile, nació en el vecino estado de California, pero se mudó junto a su familia, específicamente su mamá María Guadalupe Benítez y sus hermanos Óscar y Leticia a Las Vegas desde que era niño. Llegaron a Sin City huyendo de la violencia doméstica que impactó su vida infantil.

Danny egresó de la escuela preparatoria Chaparral y se convirtió en el primero de su familia en lograrlo.

“Este grupo está dirigido a jóvenes que tengan deseos de bailar, de aprender nuevos ritmos; que conozcan sus raíces culturales. Hemos realizado ‘performance’ en la Fremont Street y el Strip, donde recogemos propinas que les ayudan a costear los gastos de maquillaje y vestuario. Mi papel es enseñarles y lo hago de manera gratuita y con mucho gusto”, abundó Flores, destacando “para ser parte del grupo los jóvenes deben tener buenas calificaciones en sus respectivas escuelas y contar con el apoyo irrestricto de sus padres; aunque la instrucción es gratis, el vestuario debe ser cubierto por ellos, nosotros les proporcionamos camisetas y cositas menores, pero todo es apoyado por la red de familia que tenemos en el grupo”.

Danny aprendió desde los 14 años a preparar bailes; empezó haciendo quinceañeras y algunos eventos hip hop, se involucró en el medio cultural en salones de baile, de hecho, tiene preparada una Expo para dar información sobre eventos tradicionales, vestuario, bailes y demás en un rancho local. Todo en cuanto sea autorizado por las autoridades sanitarias y siguiendo el protocolo de COVID-19.

“Soy autodidacta, trabajaba en La Onda, como mesero desde que tenía 15 años, y allí conocí a Lidia, una joven que preparaba los bailes de las quinceañeras, poco a poco empecé a elaborar mis propias coreografías. A los 17 años me independicé y cada vez me dedico de manera más formal”, dijo Flores.

“Para mí, mis aprendices son número uno, las estrellas del show son ellos. Quiero mucho a mis alumnos, aunque no lo sepan también me he retroalimentado de su entusiasmo, sobre todo cuando andamos bajos de ánimo, sobre todo en esta pandemia”, precisó.

Las coreografías dependen en parte de la colaboración de muchachas y muchachos, la convocatoria sigue abierta a que se integren y puedan mantener viva la llama de la cultura latina.

“A la comunidad que reside en Sin City, le pido apoyo para los jóvenes, yo solo les enseño, pero el show es de ellos, de ellas; no quiero dinero, si quieren darles propinas, ellas son felices con esos estímulos”, finalizó.

Contacte a Frank Alejandre en: falejandre@reviewjournal.com, o siga la cuenta de Twitter de El Tiempo: @eltiempolv.

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