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6.6 millones de personas solicitaron el seguro de desempleo en dos semanas, un récord

WASHINGTON — Más de 6.6 millones de estadounidenses solicitaron el seguro de desempleo la semana pasada, duplicando el récord alcanzado solo una semana antes, una señal de que los despidos se están acelerando en medio del brote de coronavirus.

Combinado con el informe de la semana pasada de que 3.3 millones de personas solicitaron ayuda por desempleo hace dos semanas, la economía de Estados Unidos ha sufrido casi 10 millones de despidos en solo las últimas semanas (superando con creces la cifra de cualquier periodo correspondiente registrado).

El sorprendente informe del jueves del Departamento de Trabajo mostró que los recortes de empleo están aumentando con el telón de fondo de las economías en Estados Unidos y en el extranjero que casi con seguridad se han hundido en una severa recesión, ya que empresas han cerrado en todo el mundo.

“Este tipo de cambio drástico del mercado laboral en tan poco tiempo es inaudito”, declaró Heidi Shierholz, economista del Instituto de Política Económica, un grupo de expertos progresistas.

Es probable que haya más señales de una oleada de despidos en las próximas semanas. Seth Carpenter, economista del banco suizo UBS, estima que cerca de un tercio de las solicitudes de la semana pasada se han retrasado con respecto a la semana anterior, cuando las oficinas estatales que manejan los beneficios de desempleo se vieron abrumadas por una oleada de solicitudes en línea y por teléfono. Sin embargo, muchas de esas oficinas siguen luchando por procesar todos los reclamos que han recibido, lo que sugiere que más se retrasarán hasta la semana siguiente.

20 millones de trabajos posiblemente quedarán perdidos para abril

La magnitud de los despidos ha llevado a muchos economistas a prever hasta 20 millones de empleos perdidos para finales de abril. Eso sería más del doble de los 8.7 millones de empleos perdidos durante la Gran Recesión. La tasa de desempleo podría subir hasta el 15 por ciento este mes, por encima del récord anterior del 10.8 por ciento establecido durante la recesión de 1982.

Los empleadores están recortando sus nóminas para tratar de mantenerse a flote porque sus ingresos se han derrumbado, especialmente en restaurantes, hoteles, gimnasios, cines y otros lugares que dependen de la interacción cara a cara. Las ventas de automóviles se han hundido, y las fábricas han cerrado.

Aproximadamente el 90 por ciento de la población de Estados Unidos está ahora bajo órdenes de quedarse en casa, que han sido impuestas por la mayoría de los estados del país. Esta tendencia ha intensificado la presión sobre las empresas, la mayoría de las cuales se enfrentan a rentas, préstamos y otras cuentas que deben ser pagadas.

El cambio en el mercado laboral ha sido vertiginoso. Hace cuatro semanas, las solicitudes de desempleo semanales ascendían a solo 211 mil, el nivel más bajo en 50 años. Desde entonces, se han multiplicado por 30.

“Cuatro años de aumento de puestos de trabajo se han evaporado en el lapso de dos semanas”, apuntó Daniel Zhao, un economista del sitio web de empleos, Glassdoor.

Las solicitudes de ayuda para desempleados se dispararon en los 50 estados la semana pasada. En California, casi 900 mil personas solicitaron beneficios, casi cuatro veces la cifra de la semana anterior, y equivalente al cinco por ciento de la fuerza laboral del estado.

En Michigan, los reclamos de desempleados se duplicaron la semana pasada a 311 mil. En Florida, las solicitudes se triplicaron a 227 mil. En Dakota del Sur, se cuadruplicaron a seis mil 645.

¿Por cuánto tiempo?

La duración de las olas de despidos (una incógnita) será un factor clave para determinar la profundidad de la recesión. Algunas empresas mantienen lazos con los trabajadores despedidos, con la esperanza de volver a contratarlos una vez que pase el brote de coronavirus. La relativa rapidez en la re-contratación ayudaría a la economía a recuperarse rápidamente, pero si los cierres de empresas persisten hasta el final del verano o el otoño, muchas empresas pequeñas probablemente irán a la quiebra. Eso dificultaría que los trabajadores encontraran trabajo y prolongaría la recesión.

El paquete de rescate de 2.2 billones de dólares que se promulgó la semana pasada incluye 350 mil millones de dólares en préstamos para pequeñas empresas que pueden ser perdonados si las empresas utilizan el dinero para retener o volver a contratar a los trabajadores. Esta disposición podría ayudar a limitar futuros despidos o llevar a algunas empresas a poner a los empleados de nuevo al trabajo.

“El programa no tiene precedentes, es generoso, ambicioso y podría tener éxito”, expresó Luke Tilley, economista jefe de Wilmington Trust. “Dicho esto, es un desafío para desplegarlo rápidamente”.

El paquete de alivio económico también añadió 600 dólares a la semana en ayuda para el desempleo, además de lo que los beneficiarios reciben de sus estados. Esto permitirá a muchos trabajadores de bajos ingresos manejar sus gastos e incluso aumentar su poder adquisitivo y apoyar a la economía.

También hace que muchas más personas sean elegibles para recibir ayuda para el desempleo, incluyendo a los trabajadores autónomos, contratistas y otros como los conductores de Uber y Lyft.

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