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Afecta el coronavirus a algunos negocios del Valle de Las Vegas

Mientras que el COVID-19 aún no se ha extendido ampliamente por EE.UU., empresas del Valle de Las Vegas afirman que están empezando a experimentar una interrupción de las cadenas de suministro causada por la enfermedad.

El Gerente General de Ventas de Henderson Hyundai, Gus Van Vlimmeren, reportó que el concesionario tuvo problemas para recibir algunos de sus modelos de automóviles más vendidos durante unas tres semanas. Hyundai Motor suspendió la producción en Corea del Sur debido a la escasez de suministros de materiales que obtiene de China.

“Eso nos afectó, solo en conseguir ciertos modelos como el Palisade y Kona”, mencionó Van Vlimmeren.



Los efectos fueron de corta duración. Hyundai Motor escribió en un comunicado por correo electrónico el miércoles que todas sus instalaciones de producción están en funcionamiento, y Van Vlimmeren aseveró que el negocio en el concesionario ha vuelto a la normalidad.

Pero los expertos advierten que esto es probablemente el comienzo de las interrupciones en la cadena de suministro de muchas industrias por la enfermedad, causada por una variedad de coronavirus.

‘Va a empeorar’

El momento de la difusión inicial del COVID-19 (justo al comienzo de las celebraciones del Año Nuevo Lunar en enero) pudo haber disminuido el impacto inicial en la cadena de suministro mundial, según Greg DeCroix, profesor de gestión de la cadena de suministro de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Señaló que las empresas a menudo acumulan inventario antes de las fiestas, y eso suavizó el impacto.

“Por otro lado, algunas personas que viajaron durante las vacaciones no pueden regresar al trabajo debido a las restricciones de viaje”, indicó DeCroix. “Esto incluso ha tenido un impacto en las empresas fuera de China”.

Desde entonces, numerosas industrias han informado de interrupciones en la cadena de suministro.

Un informe publicado el 18 de febrero por la firma de análisis Windward, encontró que el número de buques que llegan o salen de los puertos chinos ha disminuido en un 30 por ciento desde el comienzo del año, “una clara anomalía en comparación con los patrones de comercio de años anteriores”.

Hitendra Chaturvedi, profesor de gestión de la cadena de suministro en la Universidad Estatal de Arizona, dijo que las industrias comenzaron a ver un impacto a principios de febrero. Las industrias más afectadas son aquellas que dependen de la manufactura china, como la automotriz, la tecnológica y la del vestido, apuntó.

Pero las empresas que no dependen de las importaciones directas de China no están a salvo de los efectos del COVID-19, según Rudolf Leuschner, profesor asociado de gestión de las cadenas de suministro en la Universidad de Rutgers.

“Si sus materiales directos no vienen de China pero las partes sí, se verán afectados”, detalló. “Ese efecto va a empeorar por un tiempo hasta que todo se arregle por sí solo”.

Doug Silva, propietario y presidente de la empresa Aerospace Machine and Supply, con sede en North Las Vegas, enunció que su empresa solo utiliza materiales de EE.UU. y que aún así ha recibido un golpe.

Silva dijo que canceló un viaje a una próxima convención en Alemania “estrictamente por el virus” y tuvo que dejar de enviar representantes de ventas a Corea del Sur, hogar de algunos de sus mayores clientes. Agregó que pueden completar algunos negocios por teléfono, pero es mucho menos efectivo.

“Incluso si hablan el mismo idioma por teléfono, es difícil de entender”, destacó. “Es mucho más fácil en persona, cuando estás sentado al otro lado de la mesa. Siempre debes estar delante de tu cliente. Tienes que saber lo que está pasando en el mercado”.

Si el brote se agrava, podría ser demasiado para algunas pequeñas empresas para mantenerse a flote, advirtió Chaturvedi.

“Mi preocupación son las pequeñas empresas que dependen completamente de los fabricantes chinos”, complementó. “Pueden quedar fuera de negocios si no cuentan con un colchón de inventario o capital de trabajo para comprar mucho más inventario como un problema de mitigación futuro”.

Se han notificado más de 82 mil casos de COVID-19 en todo el mundo, pero solo 15 personas han contraído el virus en Estados Unidos. Otros 45 casos involucran a estadounidenses que fueron repatriados después de contraer la enfermedad en el extranjero.

Problemas para el consumidor

Es posible que no pase mucho tiempo antes de que los consumidores noten los efectos de la enfermedad en las cadenas de suministro.

DeCroix apuntó que algunas compañías pueden ofrecer menos descuentos o ventas si los suministros son escasos. Leuschner aportó que otras empresas preocupadas por quedarse sin existencias podrían subir los precios para frenar la demanda.

“Lo peor que podría suceder es que se agoten completamente las existencias”, predijo, porque encontrar otra fuente “puede o no ser posible”.

Chaturvedi expresó “ruego” que el aumento de los precios “sea solo un asunto a corto plazo y el aumento de la demanda del precio caiga y no conduzca a una inflación total”.

Y mientras Leuschner consideró que el virus tendrá menos impacto en un mercado enfocado en la hospitalidad como Las Vegas, Chaturvedi agregó que estaría “absolutamente sorprendido” si la economía de la ciudad no se ve afectada a corto plazo.

Según datos de la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas, el 20 por ciento de los visitantes de la ciudad en 2018 eran de países extranjeros, y el cuatro por ciento de todos los visitantes internacionales de ese año eran de China.

“Cuando los datos salgan a la luz, estoy pronosticando que sus números de visitas bajarán, mucho más”, predijo Chaturvedi. “En un mes más o menos, esto se convertirá en un problema mayor si no se arregla”.

¿Impacto a corto plazo?

Silva enfatizó que está convencido de que el impacto del COVID-19 será de corta duración.

“Cuando se solucione, nuestro negocio se recuperará porque tenemos que ponernos al día”, argumentó. “Para la industria aeroespacial en su conjunto, será perjudicial, pero el virus es un golpe a muy corto plazo”.

Sin embargo, Leuschner mencionó que espera que los efectos empeoren antes de que se solucionen.

“Tanto si hay un brote importante en EE.UU., como si no, vamos a sentir el efecto”, advirtió. “Las cadenas de suministro en el mundo de hoy están todas interconectadas y muchas comienzan en China”.

Leuschner señaló que los buques contenedores en China ya están siendo inactivos porque “no hay mercancías que transportar, no hay gente que las mueva, no hay trabajadores de fábricas”.

Incluso si las empresas gestionan barcos adicionales una vez que la producción se reanude, espera que se produzca un retraso en los envíos porque solo hay un número limitado de puertos que pueden aceptar la mercancía a la vez.

En cuanto a la duración de las interrupciones de la cadena de suministro, Leuschner indicó: “No estamos hablando de semanas, sino de meses”.

Mientras tanto, Chaturvedi instó a las empresas y a los consumidores a tomarlo día a día y a no entrar en pánico.

Eso “haría más daño que el coronavirus”, sugirió. “Prepararse para lo peor y esperar lo mejor es lo mejor que se puede hacer. Pero si este problema no se resuelve para finales de marzo, creo que se va a agudizar aún más”.

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