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Afecta espiral inflacionaria a servicios fúnebres

“No estoy familiarizada con el programa de reembolso que el gobierno implementó hace tres semanas, lo cierto es que el costo de una cremación oscila entre 500 dólares y puede ascender a 10-12 mil dólares, dependiendo de los requerimientos de la familia del fallecido”, comentó Mónica Altair, una hispana experta en asesoría de servicios fúnebres, durante una entrevista concedida a El Tiempo, con motivo de la incertidumbre que ha generado la pandemia a nivel global.

Marvin Clemons, del diario Las Vegas Review-Journal, dio a conocer el 18 de marzo de 2021, que “los sobrevivientes de las víctimas de COVID-19 recibirían un reembolso por los gastos del funeral de sus seres queridos, según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés).”

FEMA publicó en su sitio web que comenzaría a implementar la asistencia funeraria COVID-19 en abril. “Estamos trabajando con grupos de partes interesadas y obtener su opinión sobre las mejores formas en que podemos brindar esta asistencia -y para obtener su ayuda- para llegar a familias y comunidades”, destaca el sitio.

La publicación especificó que los $2 mil millones en fondos proporcionados por la Ley de Asignaciones Suplementarias de Respuesta y Alivio del Coronavirus de 2021 y la Ley del Plan de Rescate Estadounidense de 2021, irán a quienes hayan enterrado a las víctimas del COVID-19 desde el 20 de enero de 2020.

Ante lo inevitable ¡la prevención!

“Con la pandemia ocasionada por el coronavirus (COVID-19), se puso de relevancia la necesidad de contar con una planeación para sufragar los costos que implica dar el último adiós a un ser querido.

Muchas veces por no conocer los diferentes planes funerarios, la gente no aprovecha para hacerle frente a ese inevitable instante en la vida de todos”, expresó Mónica Altair

“Luego de hacerse de información importante, la gente se relaja al saber que muchos de los planes pueden hacerse en cómodos pagos. Como hispanos, muchas veces dejamos todo para el mañana, pero la muerte es una de las cosas que tenemos seguras en la vida; trabajamos muy duro para tener una casa, un auto, comida y sustento, pero olvidamos -o dejamos para lo último- lo que es inevitable”, acotó.

La espiral inflacionaria ha impactado de manera severa los gastos funerarios, “por ejemplo, en 1980 los costos de un funeral eran de $2,779, para el 2013 ascendieron a $8,508; un incremento del 206 por ciento, pero con todo, todavía están por debajo de otros rubros como la colegiatura escolar (392%), el costo de una casa (321%), la gasolina (219%) y de un auto nuevo (335%)” aseveró Altair.

Los precios siguen aumentando, por esa razón recomienda reducir la inflación asegurando los planes en este momento.

“El adquirir un plan resulta beneficioso, por muchas razones, una de ellas también importante es la tranquilidad, la paz mental, porque de alguna manera evita a los familiares lidiar con los tramites que son difíciles y en momentos en los que los deudos están sufriendo por la pérdida del familiar”, abundó.

Los bienes materiales se quedan en la tierra, el sacrificio y trabajo arduo si no es planeado, se puede quedar en manos de las funerarias o de abogados; ya que, al no estar preparados para ese momento crucial, los servicios funerarios son súper elevados y deben costearse, generalmente por lo que quedan en vida.

“Los deudos siempre hacen lo posible por sufragar los costos. Al morir sin planeación, muchos recurren a kermeses, venta de comida, organizando eventos especiales; la moraleja es que, si el individuo quiere evitarle dolores de cabeza a sus familiares, debe preparase para decir adiós”, precisó Altair, sobre todo porque las prioridades de la gente no contemplan la llegada de la muerte.

Para obtener mayor información póngase en contacto con un asesor experto en planes funerarios.

Contacte a Frank Alejandre en: falejandre@reviewjournal.com, o siga la cuenta de Twitter de El Tiempo: @eltiempolv.

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