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Auditoría sobre el uso de tarjetas de regalo de aerolíneas por parte de la LVCVA es cuestionada por la policía

Una auditoría que les costó a los contribuyentes 186 mil dólares fue criticada por la policía, que cuestiona la minuciosidad de su análisis sobre el uso indebido de las tarjetas de regalo de Southwest Airlines compradas por la Autoridad de Visitantes y Convenciones de Las Vegas (LVCVA, por su sigla en inglés).

La auditoría, ordenada por la junta de LVCVA, careció de documentación para sus hallazgos, no registró ni preparó informes escritos de entrevistas con testigos, omitió los nombres de las personas clave que utilizaron las tarjetas de regalo y concluyeron sin determinar qué sucedió con la mayoría de las tarjetas, fue una declaración jurada policial sin sellar.

La policía de Las Vegas presentó la declaración jurada de 61 páginas para obtener una orden de registro en las oficinas de la LVCVA el 27 de marzo sobre una investigación criminal en curso por el mal manejo de 90 mil dólares en tarjetas de regalo de Southwest. Un juez hizo pública la declaración jurada el miércoles a solicitud del Review-Journal.

La policía informó en la declaración jurada que necesitaban más pruebas de las que proporcionaba la auditoría para construir un posible caso criminal, que los ejecutivos de LVCVA habían participado en una conspiración para robar las tarjetas de regalo.

La auditoría, realizada el año pasado por la firma de contabilidad Eide Bailly, tomó lugar después de que los funcionarios de la Autoridad de Convenciones se enteraron de que el personal, incluido el ex director ejecutivo Rossi Ralenkotter, había utilizado las tarjetas de regalo de Southwest Airlines para viajes personales. La revelación se lanzó mientras los funcionarios respondían a una solicitud de registros del Review-Journal.

Durante casi tres años, el periódico ha estado investigando el gasto excesivo y la responsabilidad laxa de los regalos para el personal y los miembros de la junta directiva de la LVCVA, la mayoría de los cuales ocurrieron durante los 14 años de permanencia de Ralenkotter al mando. Una junta de 14 miembros de funcionarios electos y ejecutivos de juegos y negocios supervisa la agencia financiada con impuestos, que cuenta con un presupuesto operativo anual de 251 millones de dólares para atraer a turistas y convenciones a Las Vegas.

En su declaración jurada, los detectives expresaron su frustración por la entrega desorganizada de Eide Bailly de más de 54 mil páginas de correos electrónicos con tarjetas de regalo que no tenían función de búsqueda. Algunos archivos adjuntos no se incluyeron en los correos electrónicos, otros se proporcionaron por separado, lo que dificulta la correspondencia con los correos electrónicos y otros archivos adjuntos no se pudieron abrir.

“La opinión del declarante es que para obtener la mejor evidencia, se debe recopilar directamente de la LVCVA y no de Eide Bailly”, le comentó el juez al detective que redactó la declaración jurada.

La policía terminó confiscando siete años de correos electrónicos y otros registros electrónicos relacionados con las tarjetas de regalo durante la búsqueda.

Falta documentación

El informe final de auditoría de Eide Bailly en junio de 2018 encontró que el personal usaba aproximadamente 20 mil dólares en tarjetas de Southwest en viajes personales y otros 20 mil en viajes de negocios.

Pero la firma de contabilidad no le brindó a la policía suficientes registros para respaldar ese hallazgo.

“No se pudo encontrar documentación que establezca los viajes de negocios personales o oficiales en los archivos provistos por Eide Bailly”, dicta la declaración jurada.

Los auditores manifestaron en su informe que no podían dar cuenta de los 50 mil dólares restantes en tarjetas, y nunca se les dio la oportunidad de encontrarlos.

El abogado Todd Bice, quien supervisó la auditoría de la junta de la LVCVA, recomendó terminar la consulta sin buscar las tarjetas de regalo faltantes. Le mencionó a la junta que costaría más de 50 mil dólares ubicar las tarjetas, y la junta tomó su consejo y terminó la auditoría.

La junta en julio de 2018 aprobó gastar hasta 200 mil dólares para Bice, quien contrató a Eide Bailly para realizar la auditoría.

Bice se negó a comentar sobre la declaración jurada de la policía, diciendo que no la había leído. Chris Wilcox, quien dirige la oficina de Eide Bailly en Las Vegas, tampoco hizo comentarios.

A pesar de las preocupaciones planteadas por la policía, la auditoría produjo resultados asombrosos y presionó más a Ralenkotter para que se retirara en agosto pasado, tres años antes de lo previsto.

La auditoría reveló públicamente la compra engañosa de las tarjetas de regalo por parte de la agencia, el uso de Ralenkotter de 17 mil dólares en tarjetas personales en viajes personales y el uso de mil 400 dólares en tarjetas de regalo por el entonces presidente de la junta directiva Lawrence Weekly en un viaje con su hija. La auditoría también reveló una falta de controles internos sobre las tarjetas y recomendó ajustar los procedimientos contables.

El comisionado del Condado de Clark, Larry Brown, quien ahora preside la junta, señaló que la auditoría logró lo que la junta quería.

“Desde nuestro punto de vista, lo importante fue tener los hechos frente a nosotros con las dos prioridades: implementar políticas para evitar que esto vuelva a suceder y hacer lo mejor que podamos para asegurarnos de que las tarjetas de regalo que se utilizaron para uso personal fueran reembolsadas”, determinó Brown.

Entrevistas defectuosas

En marzo de 2018, los auditores entrevistaron a cerca de media docena de empleados y ejecutivos de la LVCVA sobre el mal manejo de las tarjetas de regalo de Southwest Airlines. Entre los entrevistados se encontraban Ralenkotter, Jean Burdett, el coordinador de viajes de la LVCVA que se retiró en abril, el ex Director de Socios Comerciales Brig Lawson y la ex Jefa de marketing Cathy Tull.

Los auditores le reportaron a la policía que no registraron las entrevistas y que solo proporcionaron notas en forma de “taquigrafía personalizada”, que era difícil de descifrar, según la declaración jurada. Las notas no contenían todos los detalles de las entrevistas y, cuando los detectives presionaban para su elaboración, los auditores tenían problemas para responder preguntas y afirmaban que no podían recordar exactamente lo que se había dicho.

Lawson, quien compró las tarjetas Southwest para la LVCVA entre 2012 y 2017, solicitó que Tull estuviera presente durante su entrevista con los auditores. Tull, una de los supervisores de Lawson, aprobó la mayoría de las compras.

Los auditores no le preguntaron a Tull si utilizó tarjetas de regalo para viajes personales, pero luego la policía descubrió registros que mostraban que había comprado boletos de avión para ella y su familia con tarjetas por un valor de seis mil dólares. Tull renunció en abril y pagó a la agencia de turismo por sus viajes personales.

Las notas de un auditor de una entrevista con Ralenkotter no indicaban que él había usado las tarjetas de regalo en viajes personales para él y su familia, según la declaración jurada.

Los auditores tampoco entregaron a los detectives ningún registro que confirmara que tanto Ralenkotter como Weekly habían reembolsado a la agencia las tarjetas de regalo que usaron para viajes personales.

En un borrador anterior del informe que se entregó a la policía, se mencionó a varias personas que usaron las tarjetas de regalo para uso personal. Entre ellos estaban la esposa y los hijos de Ralenkotter, su asistente Sheila Christensen y otros miembros del personal de la LVCVA. La lista también incluía a Phil Reynolds, el socio de toda la vida de Lawson.

Un auditor le informó a los detectives que Bice había dado instrucciones a la firma para que mantuviera los nombres fuera del informe final, “alegando que (la gente) no tenía conocimiento de los delitos y no quería señalar sus nombres”.

En lugar de identificar a las personas, la versión final de la auditoría se refiere a “viajeros adicionales” y “miembros de la familia Ralenkotter y personal de la oficina”.

El auditor “no pudo proporcionar evidencia que corrobore lo que Bice pudo haber dado para justificar la omisión de los nombres”, indica la declaración jurada.

La policía luego se enteró de que Reynolds compró 29 boletos de Southwest con más de nueve mil 200 dólares en tarjetas de regalo. Algunos de esos boletos fueron para Lawson y amigos y familiares, según la redacción.

Reynolds, un gerente y agente de reservas, tenía contratos de entretenimiento con la LVCVA durante años y apareció en los registros de la agencia como acompañante de Lawson en viajes de negocios internacionales. La LVCVA terminó sus tratos con Reynolds después de que se enteró de su relación personal con Lawson.

Reynolds no respondió a una solicitud de comentarios.

Los fiscales esperan presentar cargos criminales contra “una o más personas” para el 27 de agosto. Eso incluiría posibles cargos contra Lawson, que la policía alega fue el centro de la conspiración para robar las tarjetas de regalo de Southwest. La policía alega que ocultó la compra de las tarjetas en los registros financieros de la Autoridad y distribuyó las tarjetas a Ralenkotter y otros.

Lawson, quien fue arrestado por la policía en marzo, negó haber cometido irregularidades a través de sus abogados.

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