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Brinda ayuda a refugiados “Lighthouse Charities”

Generalmente un faro se encuentra en la parte más alta de la costa, como un enorme foco (o lámpara) capaz de enviar rayos a cientos de kilómetros para iluminar el camino de los navegantes. También sirve como referencia y aviso costero.

Debido -en parte- a ello, la organización que ayuda a inmigrantes y refugiados lleva por nombre “Caridades El Faro” (Lighthouse Charities, en inglés); porque al igual que un faro, ayuda y guía a cientos de personas a buscar una luz que los conduzca hacia una mejor vida. En muchas ocasiones, a miles de kilómetros de su país de origen.

“Cuando mis padres y demás familia nos mudamos a Estados Unidos, yo contaba con tan solo 11 años de edad, mi padre había perdido su trabajo. Nuestra familia estaba a punto de perder el hogar; después de llegar aquí, junto a mis cinco hermanos dormimos en el piso durante meses y apenas teníamos dinero para comer”, comentó a El Tiempo, la directora y presidenta de la organización, Cindy Trussel.

Sobrevivieron a ese difícil momento, en gran parte, debido a sus habilidades en el idioma nativo. Basándose en esa experiencia, Cindy sabe de primera mano que no es posible aprender un nuevo idioma, encontrar empleo y adaptarse a una cultura muy diferente en un corto periodo de tiempo.

Asi fue como nació “Lighthouse Charities”.

La mayoría de sus clientes son referidos por la División de Bienestar y Servicios de Apoyo de Nevada, Industrias Deseret con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Caridades Católicas, el Centro Comunitario Africano y el Distrito Escolar del Condado Clark.

“Solamente en septiembre, en Nevada, se recibieron a 565 refugiado de Afganistán y se espera que lleguen muchos más; pero los refugiados provienen de todas partes del mundo: África, Cuba y El Congo, entre muchos otros países”, destacó la también inmigrante australiana, puntualizando que “es verdad que el gobierno los ayuda a llegar a Estados Unidos, pero la pregunta es ¿qué pasa después con estas personas?, muchos de ellos no pueden encontrar empleo por falta del conocimiento del idioma, o porque no logran adaptarse a una nueva cultura. Otros terminan manteniéndose con la ayuda del gobierno; pero no es suficiente y terminan en las calles como desamparados”.

Por medio de varias subdivisiones del programa, los refugiados se convierten en ciudadanos autosuficientes.

Por ejemplo “Rejesha”, un programa de empleo de 16 semanas, que se enfoca en enseñar e implementar habilidades laborales importantes como seguir instrucciones, trabajar en un ambiente de equipo, administración del tiempo y puntualidad, entrevistas simuladas, construcción de currículum, precisión y velocidad, así como responsabilidad personal.

“El programa está diseñado específicamente para personas con un conocimiento limitado de la cultura laboral estadounidense y el idioma inglés, así como para otras personas que se encuentran dentro de la categoría de riesgo y que buscan capacitación laboral adicional y oportunidades de empleo”, explicó Trussel.

“Rejesha” es un campo de entrenamiento indulgente para preparar a los recién llegados, para el empleo de tiempo completo en la comunidad local. Los refugiados trabajan en un entorno que disfrutan y no tienen miedo de ser ellos mismos, independientemente de su religión o raza.

Por ejemplo, el día de la entrevista de Cindy con El Tiempo, se encontraba un grupo de refugiados que trabajan separando las sábanas de las fundas de almohadas, para que las puedan regresar a los casinos luego de lavarlas. Este tipo de trabajo lo puede hacer cualquier refugiado sin tener que hablar el idioma inglés y además, por supuesto, reciben un sueldo.

Otro trabajo que desempeñan en el centro es confeccionar pequeñas toallas de cocina; de las toallas de limpieza que ya no sirven, las cortan, las cosen y las vuelven a reenviar al cliente.

“Otro programa innovador es ‘Nafasi Designs’ el cual consiste de una plataforma socialmente innovadora, que ofrece a los refugiados reasentados en Las Vegas una forma de volverse autosuficientes. Nafasi significa ‘oportunidad / circunstancia favorable’ en suajili”, indicó la directora. Por medio de este programa se brindan oportunidades a las mujeres, capacitándolas para hacer productos artesanales y ayudándolas a vender esos artículos a través del sitio web de “Lighthouse Charities” y otros proveedores.

Pero la ayuda no termina allí, la organización también cuenta con una panadería “Frosted Bakery”. la cual es operada por “Lighthouse Charities”. El 100% de sus ingresos se destinan a ayudar a los refugiados locales a aprender inglés y habilidades laborales; haciéndolos proveedores para sus familias y activos para la comunidad. Además de que también algunas refugiadas trabajan en la panadería todos los días.

Como parte de su entrenamiento, los refugiados reciben clases de inglés como segundo idioma. Las clases son muy efectivas para aquellos que todavía están en transición al idioma.

“Quisiera hacer mucho más por estos refugiados, por eso pido ayuda de la comunidad; si desean hacerlo, pueden ayudar con donaciones para el banco de comida, que también ofrece alimentos a los refugiados cada dos semanas”, concluyó Trussel.

El centro de donaciones se encuentra en 3435 West Cheyenne Avenue, Suite #103, en North Las Vegas, o en el número telefónico (702) 275-0197.

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