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Chapoteaderos, algunas piscinas y salones de tatuajes reabren en la Fase Dos

Las familias del Valle de Las Vegas fueron recibidas con un fresco alivio cuando se presentaron en los recién reabiertos chapoteaderos y, en Henderson, en dos piscinas comunitarias el sábado por la mañana.

Los chapoteaderos y las piscinas públicas fueron sólo dos de los servicios recreativos que se les permitió reabrir como parte del plan de la Fase Dos del Gobernador Steve Sisolak para reabrir los negocios y servicios de Nevada después de los cierres por el brote de coronavirus.

Aunque estaban programados para reabrir durante el día viernes, algunas piscinas de Las Vegas estuvieron cerradas durante el día. Pero Kimberlee Ricci dijo que ella y su hijo de cuatro años se alegraron de descubrir que el chapoteadero del parque Centennial Hills estaba abierto el viernes por la noche. Luego llevó a su hijo al parque el sábado por la mañana también.

“Es muy importante para la comunidad sacar a los niños. Necesitan socializar”, aseveró Ricci. “Tengo un niño de cuatro años, y no es como que pueda hablar por FaceTime con sus amigos”.

Una pizca de diversión

Los chapoteaderos de NorthLas Vegas reabrieron oficialmente el sábado, aunque algunos fueron lentos para empezar a tirar agua también.

Alrededor de las 10:45 de la mañana del sábado, Lea Ortero y su hijo de seis años estaban deseando jugar en los aspersores del Aliante Nature Discovery Park, pero se decepcionaron al ver que las puertas que rodeaban la plataforma del chapoteadero seguían cerradas.

La plataforma del chapoteadero del parque abrió una hora más tarde, sin embargo, cuando los dos hijos de Jeremy y Tiffany Ganoe comenzaron a correr a través de un tubo en espiral de rociadores y bajo la boca de una serpiente les llovió agua.

“En lugar de estar frente a sus tablets durante ocho o 10 horas al día, incluso obligadas para la escuela, ahora pueden estar fuera en el parque divirtiéndose al sol”, destacó Jeremy Ganoe.

Un cartel en el Parque Centennial Hills aconsejaba a los asistentes al parque que practicaran el distanciamiento social y afirmaba que se “desaconsejaba” tocar el equipo del parque, aunque Ricci y otros padres dijeron que no les preocupaba demasiado la exposición al nuevo coronavirus.

Alrededor de 50 personas estaban nadando y disfrutando del sol el sábado por la mañana en la piscina de Whitney Ranch en Henderson. Fue una de las dos piscinas que reabrieron el sábado para permitir que grupos de 50 personas a la vez pudieran nadar.

Aquellos que quisieran nadar en la piscina después de más de 10 semanas de cierre del COVID-19 tenían que registrarse en una fila primero. Los grupos de 50 están permitidos en la piscina en turnos de dos horas, con una hora programada entre cada uno para que los empleados limpien, explicó David Castle, el supervisor acuático.

Sacando algo de energía

Caireen Vlepiz estaba nadando con su gorra rosa brillante el sábado por la mañana. Dijo que estaba feliz de volver a meterse en el agua.

“Es bueno estar fuera y ver que se abrió de nuevo”, resaltó.

Los empleados y los socorristas llevaban cubrebocas, pero los visitantes no, ni siquiera los que estaban sentados fuera del agua.

Amy Aguilar, que fue a la piscina el sábado con su mejor amiga y tres hijos, dijo que ha estado trabajando durante toda la pandemia y no tenía miedo de enfermarse.

“Me propuse a confiar en todos los demás”, argumentó.

Tanto Aguilar como su amiga mencionaron que estaban listas para que la vida volviera a la normalidad y para que todos los negocios e instalaciones de Nevada volvieran a abrir. Agregó que estaba feliz de que la piscina estuviera allí como una distracción para sus hijos.

“Es bueno porque los niños ahora pueden sacar algo de energía”, añadió.

¡De vuelta a tatuar!

Los salones de tatuajes también reabrieron en el Valle de Las Vegas esta semana. Esa lista incluía la galería de tatuajes Studio 21, cuyas puertas abrieron para las citas el viernes.

La gerente del salón, McKenna Black, destacó que los empleados estaban en comunicación con los clientes durante la cuarentena y reservando citas para cuando el establecimiento reabriera. Se podía escuchar el zumbido de las agujas desde la entrada.

“Queremos que la gente entre y se haga tatuajes”, señaló Black.

Añadió que se están tomando precauciones adicionales, como la exigencia de que todos llevaran cubrebocas y que los clientes fueran trasladados de vuelta a las cabinas en cuanto llegaran.

Lucky Cat Tattoo también reabrió para las citas, apuntó el propietario y tatuador, Jerry Thomas. Además del requisito de llevar cubrebocas, las operaciones continúan como de costumbre en su tienda, incluyendo la desinfección de todas las superficies.

Thomas, que utilizó sus ahorros para mantener su tienda de 14 años a flote durante el cierre, expresó que está emocionado de que el salón haya reabierto. Añadió que tatúa piezas grandes que requieren largas sesiones y que tuvo que posponer todas sus citas.

“Mis clientes están muy contentos de que haya vuelto”, concluyó Thomas.

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