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Cientos se unen a la marcha de mujeres en el centro de Las Vegas

Cientos de personas marcharon por el centro de Las Vegas el sábado como parte de la Marcha para el Empoderamiento de la Mujer 2020 (Empowering Women March 2020).

El evento coincidió con docenas de otras marchas anuales de mujeres en todo el país, incluyendo una marcha similar en Reno. La primera Marcha de las Mujeres comenzó en 2017 como una protesta por la toma de posesión del Presidente Donald Trump.

Muchas manifestantes llevaban sombreros o blusas rosas, cantaban y alzaban carteles mientras el grupo serpenteaba desde la calle Fremont hasta la calle Ninth, luego, a lo largo de la avenida East Ogden y finalmente por el bulevar Las Vegas hasta el Palacio de Justicia Lloyd George, donde se reunieron durante unos 90 minutos.

“Sentí que si no hacíamos esto, entonces no estábamos haciendo nada”, comentó Pam Pace, residente de Henderson, mientras llevaba un cartel que criticaba a Trump.

Su madre de 87 años, Georgia Pace, estaba de visita desde Missouri y decidió unirse a la marcha. Ella se adelantó de su hija mientras la marcha giraba hacia Ogden con la ayuda de un caminante adornado con un letrero que decía, “has hecho enojar a esta anciana”.

Representantes de varios grupos que se asociaron con la marcha, incluyendo Planned Parenthood y la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, hablaron en la manifestación.

Cori Bush, una candidata al Congreso de St. Louis que aparece en el documental de Netflix “Knock Down the House”, también habló en nombre de los Socialistas Demócratas de EU y del candidato presidencial demócrata, el senador Bernie Sanders.

El representante Steven Horsford, demócrata por Nevada, participó en la marcha con un cartel que decía: “Los derechos de la mujer son derechos humanos”, pero no habló en la manifestación.

El evento fue periódicamente agitado por un pequeño grupo de contra protestantes, quienes usaron un megáfono para gritarle varias cosas a las manifestantes (desde vagas referencias religiosas y cantos de “Trump 2020” hasta comentarios racistas y homofóbicos).

El hombre que hizo la mayor parte de los gritos del grupo llevaba una sudadera de camuflaje con una pistola visible enfundada en la parte delantera de su cintura.

Ambos lados gritaron de un lado a otro pero rara vez se acercaron a menos de 20 pies de distancia entre sí, ya que los oficiales del Departamento de Policía Metropolitana se pararon entre los grupos en la acera del frente del Palacio de Justicia.

Mientras los discursos continuaban, Molly Lynch y su hija, McKenzie Fink de cuatro años, sostenían carteles rosados y se pararon cerca de la parte de atrás de la multitud. McKenzie era una bebé cuando se unió a su madre en la marcha inaugural y no ha faltado a ninguna desde entonces.

“Tenemos tantos derechos como mujeres hoy en día, pero muchas otras en este país y en todo el mundo no los tienen”, destacó Lynch. “Yo marcho por ellas y por la gente que vino antes que yo”.

El cartel de McKenzie indicaba que ella marcharía en el 2020, votaría en el 2034 y se postularía para presidenta en el 2054.

“No tiene que vivir en un mundo en el que una mujer más cualificada sea ignorada otra vez”, dijo Lynch, en referencia a la derrota de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton contra Donald Trump en la elección presidencial de 2016. “Ella puede levantarse todos los días y ser una princesa si lo desea, puede ser una empresaria si lo desea, ser presidenta si ella quiere, amar a otra mujer, puede hacer cualquier cosa”.

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