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Comienza la fase de pena de muerte para asesino

Un día después de ser condenado por matar a un empleado de una licorería de Las Vegas durante un asalto a mano armada, Ray Charles Brown lloró cuando su familia y sus abogados pidieron a un jurado que le perdonara la vida el jueves.

“Ahora pedimos misericordia”, dijo el abogado defensor Richard Tanasi. “Estamos pidiendo esperanza”.

Junto con el cargo de asesinato en primer grado, el joven de 26 años fue encontrado culpable de robo, secuestro, asalto y cargos de conspiración en relación con el asesinato de Matthew Christensen en abril de 2016 dentro de la trastienda de un Lee’s Discount Liquor.

Decisiones para el viernes

El jurado que condenó a Brown escuchó el testimonio el jueves para decidir si el hombre que le disparó fatalmente a Christensen, de 24 años, debe recibir la pena de muerte. El panel tiene otras tres opciones para la sentencia por el asesinato: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, de 20 años a cadena perpetua o de 20 a 50 años tras las rejas. Se espera que empiecen a deliberar la sentencia el viernes.

En el juicio, los abogados de Brown negaron que él fue quien apretó el gatillo y trataron de dirigir a los miembros del jurado a otro hombre que fue sospechoso poco después del tiroteo, lo que el Subprocurador Jefe del Distrito, John Giordani calificó, de “una ejecución cobarde y atroz”.

Los abogados defensores hablaron de la vida de Brown, quien fue acosado en la escuela y creció sin su padre, mientras que su madre fue enviada a la cárcel por un cargo de drogas cuando tenía unos cinco años. Brown, ahora padre de dos hijos, se bajó los lentes y se limpió las lágrimas de sus ojos mientras su hermana mayor testificaba.

“Él es básicamente el hombre de nuestra familia”, indicó Shanika Powell, pidiendo al jurado que quería visitar a Brown en la cárcel. “Quiero a mi hermano. Entiendo que a veces la gente comete errores, y entiendo que algunos errores son más grandes que otros”.

Con una condena por delito grave, la madre de Brown, Theresa Powell, no pudo visitarlo mientras esperaba el juicio en el Centro de Detención del Condado Clark.

Informó que había sufrido un derrame cerebral y respondió a la mayoría de las preguntas de su abogado con respuestas cortas de sí o no. Le comentó a los miembros del jurado que continuaría escribiéndole mientras cumplía su sentencia. Él bajó la cabeza y lloró, temblando, mientras ella pasaba y asentía.

La madre de Christensen testificó el jueves que Brown fue arrestado el día del cumpleaños de su hijo, y que la condena fue entregada el día de su cumpleaños.

“Cuando conocimos el veredicto”, continuó Theresa Christensen, “nos quitaron un peso de encima”.

Le dijo al jurado que sentía empatía por la familia de Brown, pero no por él.

Lloró al pensar en la última vez que hablaron por teléfono: “Qué no daría por oír la voz de mi hijo decir: ‘Adivina qué, adivina qué, adivina qué hice hoy’”.

Reggie Christensen habló de perder a su hermano menor, tío de sus dos hijos.

“No me di cuenta de lo que mi hermano significaba para mí”, afirmó. “Este acontecimiento ha cambiado a toda mi familia, siento mucho su ausencia”.

Dos ya condenados

La semana pasada, los miembros del jurado vieron el video de vigilancia del asalto y asesinato de abril de 2016 y escucharon una llamada al 911 de la entonces embarazada compañera de trabajo de Christensen.

La fiscalía apuntó que Brown le disparó varias veces a Christensen, un empleado de medio tiempo, que había alejado a su asesino lejos de sus compañeros de trabajo y a la parte trasera de la tienda del suroeste del valle.

Otro asaltante armado, Lee Dominic Sykes, de 24 años, se declaró culpable de asesinato en primer grado con un arma mortal, y fue condenado a entre 25 y 65 años de prisión.

Su hermano mayor, Lee Murray Sykes, de 26 años, quien se declaró culpable de asesinato en segundo grado y asalto, fue condenado de 15 a 40 años tras las rejas.

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