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Cómo las elecciones impiden que se adopten leyes contra las armas de EE.UU.

El tiroteo masivo sucedido en una discoteca gay en Orlando que dejó 49 víctimas fatales y más de 50 heridos el domingo 12 de junio, reactivó el debate sobre la necesidad de una legislación más severa para regular la venta de armas en EEUU.

El lunes, tras un minuto de silencio por las víctimas, un grupo de demócratas protestó en el Senado al grito unísono de “¿Dónde está la ley?”, mientras el presidente de la Cámara de Representantes el republicano Paul Ryan, intentaba acallar a los legisladores.

#Whereisthebill se convirtió rápidamente en tendencia en Twitter.

“Estoy interesado en los tres proyectos de ley que se han presentado en respuesta a los hechos de Charleston”, dijo Jim Clyburn, representante demócrata por Carolina del Sur, refiriéndose al primer aniversario este sábado de la masacre en una iglesia afroamericana de Charleston que dejó nueve feligreses muertos. Ryan ignoró las peticiones y decidió seguir con la agenda del día.

Esos proyectos intentan cerrar el vacío legal que hay en el control de ventas de armas a particulares, vetar la posibilidad de compra a aquellos que están en las listas de exclusión aérea del FBI, y prohibir a los condenados por crímenes de odio adquirir cualquier tipo de armamento.

Sin embargo, la razón por la que estos proyectos difícilmente obtendrán mayorías, no es solo porque la Cámara está en manos republicanas, sino por cálculos electorales de los mismos demócratas.

Por un puñado de estados

“Al igual que en la elección presidencial, hay un puñado de estados decisivos en el control de la Cámara de Representantes de EE.UU”, dijo a Univision Noticias Jack Citrin, director del Instituto de estudios gubernamentales de la Universidad de Berkeley, California.

“Esto se reduce sólo a unos 35 distritos que son en su mayoría rurales y conservadores, donde los demócratas no quieren perder a sus votantes”.

Esta distribución le da un enorme poder a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), debido a que muchos de sus miembros viven en esos estados.

“En cualquier elección sólo el 10% de las sillas son realmente competitivas, pero están en estados donde los constituyentes no quieren la regulación de armas. Allí los republicanos y NRA son fuertes y es difícil que cambien su posición por eventos como el de Orlando”, agregó Citrin.

Hay una preocupación por las ramificaciones políticas de apoyar un estricto control de armas en estados del Sur, donde hay mucho activismo a favor de ellas.

“Eso puede ser muy controversial en una elección”, dijo James Jacobs, director del Centro de Investigación en Crimen y Justicia de la escuela de leyes Universidad de New York.

“Desde que se aprobó la ley Brady en 1993 (que prohibía la venta de armas sin chequeo de antecedentes penales) no ha habido una gran victoria demócrata en ese terreno”, apuntó Jacobs, quien ha escrito más de una docena de libros sobre reformas en la justicia criminal.

“Es más, muchos demócratas piensan que ser demasiado liberal en el control de armas le costó la presidencia a Alan Gore en 1996”.

Ni con Sandy Hook

Tras la masacre de la escuela primaria de Sandy Hook, Connecticut, en 2012, los demócratas intentaron en vano aprobar una legislación sobre el chequeo de antecedentes universal y la restricción de armas de asalto como el R-15, usado también en las masacres de Orlando y San Bernardino, de diciembre de 2015.

Aunque el mismo presidente Barack Obamafue un fuerte promotor de esta legislación, similar a la que rigió entre 1994 y 2004, la iniciativa fue derrotada por la mayoría republicana.

La versión que votó el Senado no fue aprobada ya que al voto en bloque de todos los republicanos menos uno, se sumó el de 15 demócratas.

Este año, por segunda elección consecutiva, los demócratas quieren recuperar el control del Congreso y “bien podrían hacerlo apelando a su electorado pro armas”, agregó Jacobs.

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