Condenan a mujer en Las Vegas por provocar un accidente mortal de tránsito
Maribel García recordó la primera vez que se cruzó con su futuro marido en los abarrotados pasillos de su preparatoria hace 30 años, y tantos momentos preciosos desde entonces.
El lunes, durante una audiencia judicial celebrada por videoconferencia, Maribel García le relató a un juez de Las Vegas las primeras horas de la mañana del año pasado, cuando se enteró de que una conductora ebria manejando en sentido contrario había chocado contra el coche de su marido, Christopher García, en el conector del aeropuerto, matándolo al instante.
En una pared detrás de ella había fotos de él.
“Lo extraño muchísimo”, le dijo al juez de distrito James Bixler, recordando las mañanas de fines de semana en las que su marido le preparaba pan francés.
Habló de su ingenio, su sonrisa y sus abrazos.
“Nunca perdía la oportunidad de decirme que me quería”, recordó.
Hace dos meses, Ciera Brawer, que ahora tiene 21 años, se declaró culpable de conducir bajo los efectos del alcohol con resultado de muerte por causar el accidente en el que murió Christopher García. Ella estaba en grilletes en el video del Centro de Detención del Condado Clark, llorando también, mientras Bixler dictó una sentencia de cinco a 15 años tras las rejas.
“Ninguna expresión de remordimiento, culpa o pena podrá mostrar lo horrorizada que me siento por haber causado este accidente”, mencionó Brawer, sus palabras a veces inaudibles. “Nunca descansaré tranquila, pero si puedo salvar aunque sea una sola vida, quizá mi daño alivie algo de dolor. Por favor, sepan que lo siento de verdad”.
García, de 45 años, murió en la madrugada del 17 de enero de 2020, cuando su Audi fue impactado por el Chevrolet Cruze de Brawer que se dirigía hacia el sur en los carriles en dirección norte del túnel conector del aeropuerto. Se dirigía al Aeropuerto Internacional McCarran para recoger a su hermano para una reunión familiar.
Al momento de su detención, Brawer le dijo a la policía: “Conducía borracha y creo que atropellé a alguien. Creo que iba por el lado equivocado de la carretera, pero no lo sé”.
Mientras el juez imponía la sentencia a Brawer, Maribel García se sujetaba la cabeza con las manos cubiertas de pañuelos.
“No importa un ápice el tipo de sentencia que se imponga”, dijo Bixler. “La tragedia de este asunto es tan tremenda y gigantesca que es bastante abrumadora desde la perspectiva de todos. La familia de la víctima, especialmente, tiene toda una vida por delante de luto”.
Maribel García se acordó de un día de San Valentín, décadas atrás, en el que su novio de preparatoria le pidió que fuera su novia. Se reencontrarían años más tarde, después de que él encontrara su número, la llamara y le pidiera otra cita.
“Me casé con mi alma gemela”, aseveró el lunes. “Era cariñoso, atento y siempre me hacía sonreír”.
