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Congreso a punto de fijar la edad mínima para fumar a 21 años en EE.UU.

WASHINGTON — Estados Unidos está a punto de elevar la edad legal para comprar productos de tabaco y cigarrillos electrónicos a 21 años, con apoyo bipartidista y la aprobación de Big Tobacco.

La Cámara de Representantes aprobó una medida a tal efecto, que se incluyó en un proyecto de ley de gastos masivos, por una abrumadora mayoría de 297 a 120 votos el martes.

Si (como se esperaba) el Senado aprueba la medida el jueves y el presidente Donald Trump la firma, Tobacco21, como se conoce la medida, anulará la mayoría de los estados que, como Nevada, permiten la venta de tabaco a personas mayores de 18 años.

Los cuatro miembros de la delegación de la Cámara de Representantes de Nevada votaron a favor del proyecto de ley.

“Pensamos que es algo muy positivo”, indicó Malcolm Ahlo, del Distrito de Salud del Sur de Nevada.

Los estudios iniciales muestran que el consumo de tabaco disminuye en los lugares donde las ventas están restringidas, aseveró Ahlo, y que con base a estos hallazgos, Nevada podría esperar ver una reducción del 25 por ciento del consumo de tabaco.

Ahlo señaló que una encuesta realizada este año por el Instituto de Investigación y Políticas Infantiles de Nevada en la UNLV, encontró que el 77 por ciento de los nevadenses encuestados estaban a favor de limitar las ventas de tabaco a los mayores de 21 años. La encuesta se basó en 848 entrevistas a nevadenses mayores de 18 años.

El consumo de productos de tabaco entre los adolescentes ha ido en aumento desde 2017 gracias a la llegada de los cigarrillos electrónicos. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), más de uno de cada cuatro estudiantes de preparatoria ha utilizado un producto de tabaco en los últimos 30 días. Según los CDC, “casi todo el consumo de tabaco comienza en la adolescencia”.

Sin embargo, el establecimiento de una edad nacional para fumar de 21 años no apaciguará a los activistas antitabaco.

“Elevar la edad del tabaco a los 21 años es un paso positivo, pero no es un sustituto de prohibir los cigarrillos electrónicos saborizados que atraen y generan la adicción a nuestros hijos”, advirtió Matthew L. Myers, presidente de la Campaign for Tobacco-Free Kids (Campaña para Niños Libres de Tabaco), en una declaración.

Ahlo secundó ese sentimiento.

“Deseamos que también prohíba los de sabor para que sean más efectivos”, enunció.

Enfermedades por vapeo

El 11 de septiembre, después de que la primera dama Melania Trump se alarmó por la cantidad de jóvenes que vapean que estaban siendo hospitalizados e incluso muriendo con lesiones pulmonares, el presidente anunció que su administración prohibiría los productos de vapor con sabor.

“Han habido muertes y muchos otros problemas”, declaró Trump. “La gente cree que son una solución fácil, pero resulta que tiene sus propias dificultades”.

Desde entonces, sin embargo, los CDC encontraron que la mayoría de los pacientes con lesiones pulmonares asociadas con el vapeo habían consumido productos que contenían THC, el ingrediente que crea la sensación de estar drogado de la marihuana, vendido no por los principales fabricantes de cigarrillos electrónicos, sino por los vendedores del mercado negro.

Los investigadores también se han concentrado en el acetato de vitamina E, un agente espesante que se añade a algunos líquidos de vapeo de THC.

Hasta el 10 de diciembre, se habían registrado dos mil 409 casos de este tipo en todo el país, incluyendo 52 muertes.

El Distrito de Salud del Sur de Nevada ha reportado cinco casos de enfermedades pulmonares graves relacionadas con la inhalación de vapor.

En mayo, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, republicano, y el senador Tim Kaine, demócrata por Virginia, presentaron un proyecto de ley, apodado “T21”, para hacer ilegal la venta de tabaco y productos de nicotina a personas menores de 21 años.

El martes, McConnell aplaudió la aprobación de la medida por parte de la Cámara de Representantes.

“Al elevar la edad para la compra de dispositivos de vapor y otros productos de tabaco a 21 años de edad en todo el país, tomaremos medidas audaces y directas para detener la ola de adicción temprana a la nicotina entre los jóvenes de nuestro país”, dijo.

Después del anuncio del 11 de septiembre de Trump, los líderes del tabaco y de los fumadores se unieron detrás de un movimiento para cambiar el enfoque de Washington de prohibir los productos con sabores a favor de elevar la edad legal para comprar productos de tabaco en todo el país.

“Eleven la edad de 18 a 21 años para comprar tabaco y productos de vapor con nicotina, en lugar de restringir los sabores”, argumentó la Asociación de Tecnología de Vapor bajo el lema “21 & DONE!”. Según la industria, una prohibición de los sabores llevaría al cierre de casi 14 mil pequeñas empresas estadounidenses y a la pérdida de más de 150 mil empleos en Estados Unidos.

El fabricante de cigarrillos Marlboro, Altria, la compañía tabacalera más grande del país, dijo que apoya la legislación centrada exclusivamente en elevar el límite de edad porque es la manera más “rápida y efectiva” de abordar el reciente aumento de los vapeadores adolescentes.

Al igual que la edad para beber

Amanda Dowdy, quien maneja Smokes Mart en West Flamingo Road, indicó que prohibir las ventas a adultos menores de 21 años haría más fácil para los trabajadores verificar sus identificaciones.

“Hay algunas cosas en las que hay que tener más de 21 y otras en las que hay que tener más de 18, así que si todo el mundo tiene más de 21, sería más fácil para la persona que está vendiendo”, enunció. “Creo que 21 años es una edad muy buena porque también es cuando la bebida y la marihuana son legales para su consumo personal”.

Trevor Burrus, investigador del Instituto Cato, de tendencia libertaria, apuntó a una consistencia diferente.

“Los jóvenes de 18 años son adultos”, enunció. “Esto es muy parecido a la edad para beber. Es muy extraño decir que puedes votar e ir (al Ejército) por tu país, pero no puedes comprar cigarrillos o alcohol”.

“Vapeo y lo usé para dejar de fumar, así que es personal para mí”, agregó Burrus.

En su esfuerzo por disuadir a los adolescentes de fumar, Burrus argumentó que los que se oponen a fumar ignoran a los millones de vapers (aproximadamente 13 millones, según la industria) que dejan de fumar o reducen el consumo de cigarrillos debido a los cigarrillos electrónicos.

Boot Bullwinkle, de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, dijo que su grupo “no está abogando por una prohibición completa de los cigarrillos electrónicos”.

Bullwinkle detalló que su grupo apoya la regulación que permitiría a los fabricantes vender productos con sabores si pueden demostrar que los sabores ayudan a los adultos a dejar de fumar, no que fomentan el uso a los jóvenes y no que son tóxicos para los consumidores.

Ahí es donde el foco debe estar, señaló Bullwinkle, “cuando tienes 5.3 millones de niños usando cigarrillos electrónicos”.

Su organización también apoya la aplicación de la prohibición del sabor a los cigarrillos mentolados.

Cuando el Congreso aprobó la Ley Nacional de Edad Mínima para Beber de 1984, utilizó la amenaza de pérdida de fondos para carreteras para presionar a los estados a elevar su edad para beber a 21 años sin violar la 21ª Enmienda.

Según Bullwinkle, la legislación del Congreso ordenaría a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos, que tiene autoridad para regular el tabaco, que cambie la edad mínima de compra.

Diecinueve estados, incluyendo California, han adoptado una edad mínima de 21 años para comprar tabaco.

En Nevada, la edad mínima es de 18 años. Los impuestos sobre los cigarrillos y otros productos del tabaco generan alrededor de 200 millones de dólares en ingresos por año fiscal, o el cinco por ciento del presupuesto del estado.

Debido a que el Departamento de Impuestos de Nevada no tiene manera de rastrear la edad de los compradores, las consecuencias fiscales de la edad más alta son desconocidas.

Cuando se le preguntó su opinión sobre la edad de fumar de un joven de 21 años, el economista Arthur Laffer, al que se le vio caminando cerca de la Casa Blanca, fue breve: “No creo que nadie deba fumar”, puntualizó.

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