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Dan de alta al primer paciente con coronavirus en Nevada

Casi dos meses después de dar positivo, y tres semanas desde que despertó del coma, el primer paciente con coronavirus en Nevada fue dado de alta del hospital.

Ronald Pipkins, de 55 años, fue escoltado fuera del Centro Médico VA en North Las Vegas el lunes al son de aplausos del personal.

“¡Cuídese, señor!”, gritó un trabajador.

“Coma mucha comida que le guste!” dijo otro.

Luego más cánticos:

“¡Nos va a extrañar!”

“¡Lograste salir!”

“Número uno”, vociferó.

Levantó su dedo índice mientras su silla de ruedas era cargada a una camioneta que lo llevaría a un centro de rehabilitación local.

“Me tomó por sorpresa”

Pipkins comenzó a experimentar síntomas a mediados de febrero, cuando visitó Seattle con su hijo, Ronald Jr., para conocer la futura escuela del joven de 17 años en la Universidad Central de Washington.

Las últimas noches que estuvo allí, comenzó a sentir frío y debilidad y le costaba mucho respirar. Cuando intentó hacer ejercicio, le costó completar su rutina. Bajó seis libras en cuatro días.

El ex soldado del Cuerpo de Marines fue admitido en el Centro VA por neumonía el 2 de marzo.

Después de desarrollar una fiebre de hasta 107 grados, se le realizó la prueba de COVID-19 y en 24 horas, sus resultados dieron positivos.

Pasó gran parte del último mes con un respirador en un coma inducido médicamente mientras luchaba contra la enfermedad.

Desde que recuperó la conciencia y se sometió a dos pruebas consecutivas negativas de COVID-19 a principios de abril, Pipkins ha realizado terapia ocupacional y física intensa, así como ejercicios de respiración.

“Mi recuperación ha sido muy fuerte”, describió en una entrevista con VA. “Todo está saliendo bien y una vez que vaya a rehabilitación, sé que voy a acelerar el ritmo”.

La historia de Pipkins ha inspirado al personal del hospital, a la comunidad y a los veteranos, e incluso llegó a oídos del Gobernador Steve Sisolak, quien le llamó el viernes después de que su historia apareciera en el Review-Journal.

“Me da escalofríos el hecho de ser popular porque estoy vivo”, dijo Pipkins. “Espero que pueda inspirar a la gente a entender la gravedad de este virus, me tomó por sorpresa”.

Pipkins señaló que aprecia el cuidado que recibió para salvar su vida.

“Fue algo aterrador sentirse tan desesperado, pero estoy agradecido de estar en VA, porque la gente de aquí me atendió de pies a cabeza”, agregó. “Hice muchos amigos; no sé todos sus nombres pero me gustaría conocerlos más porque fueron parte de mí para llegar a donde estoy hoy”.

Cuando Pipkins despertó del coma, no podía caminar ni hablar. Dijo que todavía lucha por mantener la resistencia.

Insta al público a hacerle caso a los profesionales médicos y a no tomar la enfermedad a la ligera.

“Póngase sus cubrebocas. Ir a trabajar no es tan importante como vivir”, concluyó. “Es mejor estar en quiebra y vivo que tener dinero y estar muriendo”.

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