Directrices de las agencias de salud sobre el uso de cubrebocas
Tan divisiva como cualquier pregunta en el clima de hoy en día es una que suena muy simple: ¿Deberían todos llevar un cubrebocas en público para frenar la propagación del coronavirus?
Los que apoyan el uso de cubrebocas citan recomendaciones de los funcionarios de salud pública, así como el sentido común. ¿Quién, después de todo, quiere que le estornuden encima? Los que no están a favor del uso del cubrebocas universal señalan que las recomendaciones han sido confusas e inconsistentes. Se preguntan si los cubrebocas de tela ofrecen muchos beneficios más allá de hacer que el portador se sienta engreído.
Aunque mucha gente se inclina por un lado u otro, ni la ciencia ni la orientación sobre los cubrebocas es tan clara. El debate se ha desatado en los últimos días cuando el gobernador Steve Sisolak pidió a los miembros de su equipo de asesores médicos el viernes que evaluaran si el público debe ser obligado a usar cubrebocas en público, como es ahora el caso en California.
En Nevada, el estado requiere cubrebocas en muchos lugares de trabajo, incluyendo restaurantes, oficinas y tiendas, y para todos los empleados que interactúan con el público. Pero el estado no obliga su uso a los clientes, con una excepción: La Junta de Control de Juegos de Azar el miércoles ordenó que los jugadores de juegos de mesa los usaran.
Por lo demás, los funcionarios del estado y del condado han alentado fuertemente, pero no obligado al público, a usar cubrebocas.
“Apoyamos y seguimos las recomendaciones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, comentó Jennifer Sizemore, vocera del Distrito de Salud del Sur de Nevada. “La recomendación es que el público use cubiertas de tela para la cara”.
Sin embargo, ni siquiera los CDC y la OMS, las principales agencias de salud pública estadounidenses e internacionales, respectivamente, se ponen de acuerdo sobre cuándo el público debe usar cubrebocas.
Organización Mundial de la Salud
La OMS, un organismo de las Naciones Unidas responsable de la salud pública internacional, publicó el 5 de junio nuevas directrices sobre los cubrebocas.
La guía actualizada dicta en parte: “Muchos países han recomendado el uso de cubrebocas de tela/revestimientos faciales para el público en general. En la actualidad, el uso generalizado de cubrebocas por parte de personas sanas en el ámbito comunitario no está todavía respaldado por pruebas científicas directas o de alta calidad y hay beneficios y daños potenciales que deben tenerse en cuenta”.
Pero teniendo en cuenta los estudios sobre la transmisión del coronavirus por personas infectadas asintomáticas, así como las “pruebas de observación” sobre el uso de cubrebocas por el público en varios países, la OMS aconseja ahora que en las zonas en que el virus se está propagando, que “los gobiernos deberían alentar al público en general a usar cubrebocas en situaciones y entornos específicos como parte de un enfoque integral para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 (nuevo coronavirus)”.
En una declaración de la OMS en respuesta a las preguntas del Review-Journal se expusieron estas situaciones concretas.
En las zonas en que el virus se está propagando, las personas de 60 años de edad o más (o las que tienen afecciones subyacentes) deberían portar un cubrebocas quirúrgico “en situaciones en las que no es posible el distanciamiento físico”, según la declaración.
Los gobiernos deberían alentar al público a usar cubrebocas de tela en los lugares donde la transmisión es generalizada y el distanciamiento físico es complicado, como en el transporte público, en las tiendas o en “otros entornos confinados o atestados”, según la declaración.
En sus directrices actualizadas, la organización internacional enumera tanto las ventajas como las desventajas del uso de cubrebocas. Afirma que las ventajas probables del uso de cubrebocas por parte de personas sanas incluyen la reducción del riesgo potencial de las personas infectadas antes de que desarrollen síntomas y “la reducción del estigma potencial de las personas que usan cubrebocas para evitar infectar a otros”.
Entre las desventajas figuran “el posible aumento del riesgo de ‘auto-contaminación’ debido a la manipulación de un cubrebocas y el posterior contacto de los ojos con manos contaminadas” y “la posible auto-contaminación que puede producirse si no se cambian los cubrebocas no médicos cuando están mojados o sucios”, lo que crea “condiciones favorables para que los microorganismos se amplifiquen”.
La guía actualizada se deriva en parte de un examen financiado por la OMS de los datos de 172 estudios de observación, publicados este mes en la revista médica Lancet, en los que se determinó que el uso de cubrebocas puede reducir el riesgo de infección por coronavirus. El hallazgo vino con la advertencia de que tenía un “bajo nivel de certeza”, en parte porque aún no se han realizado ensayos aleatorios y controlados sobre la eficacia de los cubrebocas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
En cuanto a los CDC, recomienda que las personas de dos años en adelante usen cubrebocas de tela “en ambientes públicos donde otras medidas de distanciamiento social son difíciles de mantener”.
Los CDC enfatizan que el uso de cubrebocas de tela principalmente protegerá a las personas con las que el portador entre en contacto.
“Las personas infectadas pueden propagar el virus antes de que desarrollen síntomas, y los cubrebocas de tela proporcionan lo que llamamos ‘control de la fuente’ para reducir la propagación de la tos o el aliento exhalado del portador”, escribió Kristin Nordlund, vocera de los CDC, en un correo electrónico.
Al comienzo de la pandemia, los CDC informaron que no había necesidad de que los miembros sanos del público usaran cubrebocas. También aconsejaron que los cubrebocas quirúrgicos y los N95 de mayor resistencia escaseaban en todo el mundo y que debían reservarse para el personal médico.
Pero como algunas pruebas comenzaron a mostrar que la enfermedad podía ser propagada por personas infectadas por el virus que nunca desarrollaron síntomas o antes de que los tuvieran, los CDC cambiaron de rumbo y recomendaron que el público usara cubrebocas de tela para evitar infectar a otros.
“Los datos son limitados en cuanto a la eficacia de los revestimientos de tela para la cara a este respecto y provienen principalmente de estudios de laboratorio”, señaló Nordlund. “Sabemos que se necesitan futuros estudios que midan la eficiencia de filtrado y el grado en que los cubrimientos faciales reducen la transmisión del SARS-CoV-2 por parte de alguien infectado, especialmente de aquellos que son asintomáticos o presintomáticos”.
Brian Labus, miembro del equipo de asesores médicos del gobernador, dijo que no se puede esperar para futuros estudios.
“Esa es una evidencia que nos encantaría tener, pero lleva tiempo hacer esos estudios”, agregó Labus, un asistente en la Facultad de Salud Pública de la UNLV. “Mientras tanto, todavía estamos lidiando con el brote”.
Usar un cubrebocas es una forma básica de prevenir la transmisión de enfermedades, dijo: “Lo hacemos por la misma razón por la que te tapas la boca al toser o estornudar”.
A Labus le gustaría que los cubrebocas fueran obligatorias para el público. Pero mientras tanto, “no voy a usar este estúpido cubrebocas para mí, lo llevo por ti”, concluyó. “Si estoy infectado ahora mismo y no lo sé, y puedo ponerme este cubrebocas para evitar que te enfermes, lo haré”.
