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El autismo presenta síntomas antes de los 12 meses

Si bien cada caso en el espectro del autismo es distinto e individualizado, hay ciertos síntomas que se presentan de forma general, que en la actualidad pueden ser detectados incluso antes de los 12 meses de edad. Situación que ante la negación de una madre de aceptar que hay una condición en su bebé, retrasa un tratamiento o un diagnóstico médico.

Claramente los adultos alrededor del bebé son los que deben de identificar estos síntomas: el no mirar a los ojos, o centrarse por varias horas solamente en un miembro de la familia, la nula empatía ante una situación emocional como el llanto o gestos de cariño de la madre a su hijo -sin respuesta alguna-, son parte de estas señales.

Estas conductas fueron descritas por la asistente ejecutiva de la organización sin ánimo de lucro Familias por un Tratamiento Efectivo del Autismo (FEAT, por sus siglas en inglés), Yasodara Cabrera, quien agregó que el gusto de estos niños por jugar exclusivamente con objetos redondos o juegos que consisten en dar vueltas, como un volante o mando de un carro.

Una madre primeriza en esta comunidad es Rosy N. y su pequeño hijo de dos años de edad Christopher N., ella se dio cuenta de esta forma de ser de su bebé, ya que a la edad del pequeño solamente dice palabras como “mamá” o “nene”, nunca cruzan mirada, tiene un estrés a los lugares y personas nuevas fuera de su entorno.

El autismo es diagnosticado en uno de cada 110 niños alrededor del mundo, de los cuales es más común en el varón, equivalente a cuatro por cada niña diagnosticada. No existe una raza o grupo étnico o cultural en la que predomine esta condición; según datos de la organización FEAT, en el año 2010, había 1.75 millones de personas con autismo en Estados Unidos.

Centrándose en Nevada, el promedio por año de diagnósticos de autismo es de 1,145 casos, desde el 2006 a la fecha. Desde 1970 el autismo ha incrementado su presencia entre 10 y 17 por ciento por año mundialmente, por lo que hay diferentes asociaciones que la consideran una epidemia, mientras que hay países que no le reconocen por ser una condición mental.

Rosy, conocía sobre el autismo ya que, al ser cada vez más común, tiene amistades que sus hijos sufren del autismo, más no en su familia, “como madre nunca te imaginas o deseas que le pase algo a tu hijo, no todos los niños aprenden igual o van al mismo nivel y pensaba que en cualquier momento mi Chris se emparejaría al nivel de desarrollo de su edad”.

En casa la negación era una constante, con los abuelos de igual forma no aceptando los visibles síntomas, “en una curiosidad, me documenté con mis amistades y sus experiencias, consulté fuentes en internet de las distintas organizaciones, y el niño iba en un retroceso perdiendo sus pocas palabras, era momento de actuar”.

Con todo en su contra, familia y enfrentar una posible condición de por vida de Christopher, consultó con su pediatra, (cabe destacar que esta familia de madre e hijo cuentan con Medicaid), y fue referida a My Left Foot, para terapias del habla, comportamiento y ocupacionales. Se encuentran en espera de la consulta con un neurólogo, quien puede dar el diagnóstico oficial.

Los pasos que ha dado Rosy, coinciden con los cientos de familias que de igual forma tienen un hijo con autismo, la representante de FEAT, lo confirmó; “hasta que la madre lo acepte se va a comenzar un tratamiento que va dirigido a la conducta, a los ámbitos de sociales de integrar al niño para que desarrolle un comportamiento adecuado al ambiente”.

Es cierto que hay niños autistas considerados genios, “pueden con cualquier problema de matemáticas que se les presente, por ejemplo, resuelven en un cuaderno álgebra avanzada, pero para enfrentar algo con respecto a lo social, no tiene la capacidad de actuar, es aislado y no puede expresarse”, comentó Cabrera.

En FEAT le van atender si su hijo presenta los síntomas o si usted sospecha sobre la condición de autismo, “aquí de nada nos va a servir el papel con el diagnóstico oficial, si la madre no empieza con aceptar el autismo, aquí el primer paso es acudir a las reuniones solamente entre padres para escuchar las experiencias y cómo cada quien se dio cuenta”.

Con las terapias a las que asiste Christopher N., ha mejorado notablemente, ya mira fijamente a su madre cuando le habla, regresó a repetir las palabras que ya conocía, “pareciera que hace el intento de hablar y dejar los sonidos y tiene una mayor tolerancia a las personas y lugares nuevos”, de acuerdo con su madre quien tiene mayor esperanza y busca una segunda opinión.

A lo que Yasodara Cabrera, explica, “el autismo no se cura, no es una enfermedad, se va canalizando el comportamiento del niño, decir palabras es solamente eso, no es el desarrollo del habla para conversar, por eso al ser espectro hay niveles y se distinguen los avances con los tratamientos de terapia”.

FEAT cuenta con 20 años de experiencia en el Sur de Nevada, sus programas -por la longevidad de su existencia- incluyen a los adultos que comenzaron a asistir desde temprana edad, y ahora asisten con independencia. Para más información, llame al (702) 403-6263.

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