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El Congreso regresa a trabajar aún en un punto muerto por la impugnación

WASHINGTON — El Congreso regresa esta semana a la misma confusión que enfrentó cuando se fue.

La Cámara de Representantes y el Senado siguen en un punto muerto por el juicio del Presidente Donald Trump sobre los artículos de impugnación (impeachment) aprobados por la Cámara de Representantes que lo acusan de abuso de su puesto y obstrucción del Congreso.

Después de una estancia de dos semanas en su centro turístico de Florida, Trump regresó a Washington el domingo enfrentando un segundo desafío: las consecuencias de un atentado que ordenó para asesinar a un general iraní que fue designado como terrorista por Estados Unidos en 2011.

Incluso antes de que el Air Force One aterrizara fuera de la capital de la nación, Trump se enfrentó a crecientes preguntas de los demócratas, temerosos de que el asesinato del general de la Guardia Revolucionaria Iraní, Qassem Soleimani, pusiera en peligro a los estadounidenses de la región y que pudiera haber sido un esfuerzo por distraer la crisis política del presidente en su país.

Aún así, los demócratas dijeron que las crecientes tensiones con Irán no les disuadirían de la impugnación de Trump.

“Creo que nuestro sistema es lo suficientemente fuerte como para hacer ambas cosas”, le aseguró el senador Chris Van Hollen, demócrata por Maryland, a “Fox News Sunday”.

¿Pies fríos?

Mientras los líderes del Senado llegaban a Washington el viernes para una sesión pro-forma sin votos, el líder de la mayoría Mitch McConnell, republicano por Kentucky, acusó a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata por California, de haberse arrepentido de la impugnación.

“En lugar de enviar los artículos al Senado, se acobardaron”, describió McConnell.

Pelosi ha retenido los artículos de la impugnación como palanca para lo que ella llama un proceso de juicio justo en el Senado que incluye testigos a los que Trump les impidió testificar ante la Cámara de Representantes.

“¿Por qué Trump y McConnell no permiten un juicio justo?”, escribió Pelosi en Twitter.

Pero McConnell respondió que la Cámara de Representantes se apresuró a llevar a cabo una investigación de destitución “a golpe de bofetada” que produjo artículos sin el respaldo de los documentos y testimonios que ahora quieren.

McConnell agregó que ahora era el turno del Senado de tomarse su tiempo con el procedimiento y de frenar la “furia partidista a corto plazo” en la Cámara que produjo los cargos contra el presidente.

Calificó de “imposible” las adaptaciones que permitirían a Pelosi diseñar el proceso de juicio político del Senado.

Desde el receso vacacional, los demócratas citan correos electrónicos que se han hecho públicos que refuerzan su argumento de que el presidente estuvo directamente involucrado en la retención de la ayuda militar de Ucrania mientras buscaba investigaciones políticas que beneficiarían su candidatura a la reelección.

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, indicó que esos documentos deben ser incluidos en el juicio y que el precedente de anteriores juicios de destitución contra Bill Clinton y Andrew Johnson permitirá que se llame a los testigos ante el Senado.

Tres testigos fueron convocados antes del juicio del Senado por Clinton.

Schumer expresó que McConnell hace mucho “señalando con el dedo, llamando nombres y malinterpretando la historia, pero no da ni un solo argumento o discusión sobre el tema que está retrasando el juicio en el Senado, si habrá testigos y documentos”.

Se buscan cuatro testigos

Van Hollen dijo que hay cuatro testigos que los demócratas quieren que comparezcan ante el Senado sobre los tratos con Ucrania que no hablaron con los investigadores de la Cámara de Representantes “porque el presidente les ordenó que no testificaran”.

Los demócratas quieren que el jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, el ex asesor de seguridad nacional, John Bolton y dos funcionarios de la administración con conocimiento de las acciones del presidente para retener la ayuda militar de Ucrania sean convocados como testigos.

Uno de esos funcionarios de la administración es Michael Duffy, quien según Van Hollen envió un correo electrónico al Pentágono apenas 91 minutos después de una llamada telefónica entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy en la que ordenaba a los funcionarios militares de Estados Unidos que retuvieran la ayuda por orden del presidente.

Van Hollen añadió que los cuatro testigos tienen un claro “conocimiento de primera mano” del papel del presidente en la retención de la ayuda y las investigaciones políticas que buscaba en Ucrania.

Los demócratas cuestionaron por qué los republicanos querrían retener documentos en un juicio que Trump ha afirmado abiertamente que lo exculpará de cualquier delito.

“Cuando te acusan de algo, no suprimes evidencia que te exoneraría”, apuntó Schumer.

Los demócratas esperan que sus argumentos muevan a los republicanos centrales, algunos de los cuales se han manifestado en contra de los comentarios de McConnell, a trabajar mano a mano con la Casa Blanca en los procedimientos del juicio.

La senadora Lisa Murkowski, republicana por Alaska, y la senadora Susan Collins, republicana por Maine, han dicho que el Senado debe ser un jurado imparcial al juzgar los artículos de impugnación presentados por los administradores de la Cámara de Representantes.

Los demócratas sólo necesitan cuatro republicanos para obligar a McConnell a permitir testigos y documentos en el juicio.

Una demócrata, la senadora Jacky Rosen de Nevada, aseveró que ha hecho un juramento para proteger la Constitución.

Cuando se lleve a cabo un juicio en el Senado, “voy a hacer mis deberes y a mantener una mente abierta y ver lo que se presenta”, prometió Rosen.

Mientras tanto, McConnell y Schumer todavía tienen que llegar a un acuerdo sobre las reglas que se están aplicando para permitir que un juicio comience potencialmente tan pronto como esta semana cuando los legisladores de base regresen al Capitolio.

Hasta entonces, “seguimos en un punto muerto”, concluyó McConnell.

El Senado entrará en plena sesión el lunes y la Cámara de Representantes regresa a trabajar el martes.

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