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El evento ‘Invasión a Área 51’ mantiene en incógnito a los negocios de Nevada

RACHEL — ¿Cómo planificas algo como “Storm Area 51, They Can’t Stop All of Us” (Invasión a Área 51, No Pueden Detenernos a Todos), el evento de Facebook que comenzó como una broma y que rápidamente se convirtió en una obsesión nacional y podría terminar atrayendo o a un gran número de curiosos, o a miles de fanáticos de alienígenas en una ciudad con solo 56 residentes?

La respuesta simple: no se puede.

“Con la forma en que se creó, simplemente no se puede planear”, respondió Cody Theising durante un breve descanso fuera de Little A’Le’Inn en Rachel. “Simplemente lidias con lo que vendrá”.

El lugar emblemático del Condado de Lincoln, situado a lo largo de la carretera Extraterrestrial, es propiedad de su madre, Connie West, y su abuela, Pat Travis. Se apresuraron a señalar que ellas no tuvieron nada qué ver con la publicación de Facebook pidiendo a las personas que irrumpan a la secreta base de la Fuerza Aérea para “ver a esos extraterrestres”.

La “invasión” (originalmente programada para el 20 de septiembre en el Valle de Amargosa) se ha transformado en un festival de música y artes, recientemente llamado Alienstock, programado para el 19 y 22 de septiembre en Rachel.

La pequeña serie de casas aproximadamente a 10 millas de la base aérea es lo más cercano a Área 51 que se parece a una ciudad. Eso ha dejado a West y su familia, quienes manejan el único negocio en Rachel, para lidiar con las consecuencias.

“A todos nosotros nos han llamado para decirnos: ‘Les daremos tres mil dólares si sacan a alguien de una habitación y me la dan a mí’, reveló. “Y les respondemos que eso no es ético”.

Nueve de las 10 habitaciones del motel se encuentran en tres casas móviles convertidas de tres dormitorios con cocinas, salas de estar y baños compartidos. Se agotaron el 20 de septiembre casi de inmediato a la tarifa estándar de 60 dólares por noche.

“Alguien me ofreció 25 mil dólares si echaba a alguien de una habitación”, comentó la sobrina de West, Samantha Travis, quien comparte un papel de líder en el motel, bar y restaurante con su prima, Cody. “Comenzaron ofreciendo 10 mil dólares, de ahí 15 mil, luego 20 mil. Les digo: ‘¡Lo siento! ¡No puedo hacer eso!’”.

¡Cuidado con las serpientes de cascabel!

“No sé qué harán en Rachel, aparte de que dijeron que vendrán bandas y tendrán una fiesta”, dice George Harris, propietario del Centro de Investigación Alienígena en Hiko. “En realidad somos ufólogos, y estamos muy interesados ​​en esto, así que vamos a traer conferencistas”.

El festival de Harris está programado de 9 a.m. a 11 p.m. del 20 al 21 de septiembre en la atracción turística y tienda de regalos cerca de las carretera US 93 y Extraterrestrial. Él afirma que el evento incluirá telescopios conectados a una pantalla de visualización mientras buscan las estrellas, así como proyecciones del documental “Bob Lazar: Area 51 & Flying Saucers”, y otras películas de temática alienígena.

Más detalles por venir

Aún se están elaborando los precios, y se espera el anuncio de una serie de bandas que participarán en los próximos días.

“Esta cosa no se ha calmado, se está volviendo cada vez más grande”, argumenta Harris. “Cuando esto comenzó, probablemente recibíamos de seis a ocho llamadas por día. Ahora recibimos entre 15 y 20 llamadas por hora”.

Él ha estado advirtiendo a las personas que llaman desde el principio.

“Les digo a todos que es mejor que traigan agua y zapatos cerrados. Lo más importante será la seguridad. Sabemos que habrá problemas, pero estamos tratando de mitigarlos tanto como sea posible”.

En ese sentido, Harris señala que implementará “baños ejecutivos” y un remolque lleno de agua, creando un espacio para camiones de comida y reservando un acre de tierra para acampar junto con casas de campaña transparentes para que las personas puedan “acurrucarse” y ver las estrellas por la noche. También instalará 17 mil pies cuadrados de césped artificial.

Espera dos días seguros y divertidos de actividades amigables con OVNIS, y no una invasión real al Área 51.

“Lo primero es la seguridad”, subraya Harris. “Tengo que comunicarles a estas personas que no se puede cruzar el desierto a las tres de la mañana. Lo único que les va a pasar es que serán mordidos por una serpiente de cascabel, una tarántula o un escorpión”.

No tengo idea de qué esperar

“Siento que no estamos tan preparados para esto como todos los demás”.

Sean Reasoner trabaja en Sunset View Inn en Alamo, propiedad de su suegra, Pam Broxson, y administrado por su esposa, Lindsay.

El motel es el primer establecimiento comercial que los conductores verán a lo largo de la carretera US 93 en el camino a Rachel por 70 millas. La pequeña tienda de licores en la recepción es una rareza a lo largo de la ruta, y es uno de los pocos lugares que venden bebidas alcohólicas que no vienen en una botella con forma de alienígena.

“No puedo decirte cuántas personas hemos rechazado”, dice Reasoner. Las 10 habitaciones temáticas del modesto motel, incluidas una dedicada a los hippies, otra a occidentales, safaris y vida submarina, se reservaron unos días después de que la publicación de Facebook se hiciera viral, “he oído que muchas ya están llenas hasta Reno”.

Como casi todo el mundo, al menos en este planeta, Reasoner no tiene idea de qué esperar el 20 de septiembre.

“Seguramente habrá algunos idiotas que intentarán saltar la cerca. Pero una cosa que deben recordar es que es una base militar, les van a disparar, ya sabes, o serán detenidos”, advierte. “No lo conviertan en algo malo. En todo caso, vamos a convertir esto en un gran festival como Burning Man o algo así”.

Panorama positivo

Suponiendo que las personas se comporten, en su mayor parte, Reasoner solo puede ver los beneficios de toda la atención.

“Esta es un área tan muerta, no suceden muchas cosas aquí”.

La idea de un poco de prosperidad flota en el aire.

Por ahora, solo algo es cierto:

“Necesitamos adquirir mucho alcohol para vender, solo por si acaso”.

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