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El fabricante de cruces para las víctimas del 1º de octubre consideró que era su vocación

Cruz a cruz hecha a mano, decenas de miles en total, pasó más de 20 años conmemorando las vidas de otros.

Ahora, Greg Zanis se acerca al final de la suya.

El hombre de Illinois que trajo 58 cruces hechas a mano a Las Vegas en 2017 para honrar a las víctimas del tiroteo del festival Route 91 Harvest, ha sido diagnosticado con cáncer de vejiga terminal.

Le quedan menos de seis meses de vida.

“Estoy muy débil”, confesó Zanis desde su casa en Aurora, Illinois, donde se encuentra en un hospicio. “Me siento agotado”.

Se escucha en su voz, la fatiga duramente ganada de un hombre que dedicó décadas de su vida a su organización “Crosses for Losses”, conduciendo por todo el país (más de 800 mil millas en total) para rendir homenaje a las víctimas de crímenes violentos con sus grandes cruces blancas.

Las tragedias de Columbine, Sandy Hook y Parkland, en 1999, 2012 y 2018, respectivamente.

La masacre del club nocturno de Orlando en 2016.

El tiroteo de El Paso en octubre.

Zanis viajó a todos esos sitios.

Y en octubre de 2017, cuando esta ciudad fue devastada por el dolor, vino aquí, colocando sus cruces alrededor del letrero “Welcome to Fabulous Las Vegas”, y regresó al año siguiente.

Zanis considera que fue su vocación.

“Nadie quiere que su ser querido sea olvidado”, comentó. “Significa mucho para estos miembros de familia. Mantiene vivo el sentido de un miembro de la familia por el bien de todos”.

Todo comenzó con una tragedia familiar propia de Zanis.

“Empecé porque encontré al padre de mi esposa con un disparo en la cabeza, muerto, y luego hubo un niño de seis años asesinado en Aurora, Illinois”, explicó Zanis, un carpintero jubilado. “Eso fue realmente devastador para mí y para mi vida”.

Décadas más tarde, todo comenzó a cobrarle vida a los Zanis, que pasaban cada vez más tiempo en la carretera.

Compró una nueva camioneta hace dos años y medio.

Ya tiene más de 78 mil millas en ella.

“Atendí a todos los grandes tiroteos en Estados Unidos el año pasado, eso ya es mucho, demasiado para que lo haga un solo hombre”, comentó Zanis, que entregó Crosses for Losses a Lutheran Church Charities en diciembre. “Fue demasiado difícil, me di cuenta de que tenía que detenerlo por mi propio bien”.

En marzo, Zanis se enteró de que tenía cáncer.

Le extrajeron su vejiga, sin éxito.

“Tengo al menos 50 pólipos en mí”, dijo. “Ya no me llevan a tratamiento”.

La esposa de Zanis, Susie Zanis, lanzó una campaña “GoFundMe” para ayudar a cubrir los gastos del funeral, con casi 37 mil dólares de su objetivo de 40 mil dólares ya cumplidos.

Recientemente publicó un libro, “Greg Zanis: The Cross Man”, que relata el trabajo de su vida.

Durante sus viajes, Zanis cubrió sus gastos sustanciales en gran parte por su cuenta.

“Financieramente, ha sido una gran carga”, reveló. “En Las Vegas, tenía una deuda de 19 mil dólares”.

Aún así, siguió adelante tanto tiempo como pudo.

Ahora, será recordado por todo lo que hizo para preservar la memoria de los demás.

Sus cruces se encargarán de eso, las 27 mil 772.

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