En venta edificio de nueve pisos propiedad de Las Vegas que apareció en una película de Hollywood

En el thriller policíaco de Jamie Foxx “Sleepless”, se muestra un edificio de oficinas local como sede del Departamento de Policía de Las Vegas.

Dejando a un lado los nombres propios (le falta el “Metropolitan”) y sin mencionar las críticas mordaces de la película “desganada” y “estilísticamente hueca”, la película de 2017 sí mostraba un edificio gubernamental real en Las Vegas, aunque no policial. Y ahora su propietario quiere un comprador.

La ciudad de Las Vegas anunció el jueves que su edificio de oficinas de nueve pisos en 333 N. Rancho Drive, justo al lado de la Autopista U.S. 95, cerca del centro de la ciudad, está en venta. La antigua sede del Las Vegas’ Development Services Center, se extiende 144 mil pies cuadrados y cuenta con un estacionamiento de cuatro pisos, un gimnasio y 16 ventanillas de servicio, según el comunicado de prensa.

El edificio tiene un valor de tasación de 17.3 millones de dólares, según el comunicado, muy por debajo del precio de compra de 26.5 millones de dólares que hizo la ciudad a finales de 2007, poco antes de que el mercado inmobiliario se desplomara y la economía cayera en la Gran Recesión.

Bill Arent, subdirector de desarrollo económico y urbano de la ciudad, le comentó al Review-Journal que el edificio está prácticamente vacío. Casi todos los trabajadores de la ciudad han sido trasladados a otros lugares, y algunos inquilinos a corto plazo están en proceso de irse, mencionó.

Según Arent, la ciudad tiene la intención de construir un centro de servicios de desarrollo más pequeño cerca del Ayuntamiento y utilizar los ingresos de la venta del edificio de Rancho para financiar su construcción.

La venta estaría sujeta a la confirmación del Ayuntamiento, señaló Arent, quien añadió que la ciudad está buscando ofertas y puede negociar exclusivamente con un comprador, un proceso que, según indicó, está permitido por la ley estatal para fines de desarrollo económico.

Arent declaró que no hay restricciones de uso vinculadas a la venta, aunque los funcionarios de la ciudad no esperan que un comprador lo derribe.

Comenta que el edificio (construido en 1981, según los registros del condado) está en buen estado y que la ciudad invirtió “mucho dinero” en su renovación.

“Ya tenemos mucho interés”, indicó Arent.