Escuela privada en Las Vegas ofrece becas para necesidades financieras

Cuando se trata de la educación, los padres de Aleissya Ruiz le dicen que vaya más allá.

Eso es exactamente lo que la estudiante de 10 años intenta hacer en la Escuela Meadows, donde disfruta aprendiendo a escribir cursiva y sueña con ser veterinaria y doctora.

“Saben que me irá muy bien en la escuela, y están muy felices de que esté aquí”, señaló.

Su inscripción en la escuela privada Summerlin no sería posible sin la Beca Windsong, que se otorga a cinco estudiantes cada año cuyas familias demuestran necesidad económica. Después de calificar para el programa, tanto Aleissya como su hermana Makayla de 7 años de edad tendrán apoyo a una educación por 12 años siempre y cuando mantengan buenas calificaciones, y si continúan mostrando una necesidad financiera.

Con una colegiatura que va desde $16 mil 810 en su “escuela inicial” para estudiantes de pre-jardín de infantes hasta $26 mil 600 para la preparatoria, es una inversión que aumenta su valor con cada año que pasa.

The Meadows también afirma en su sitio web que el 100 por ciento de sus graduados han sido aceptados en colegios y universidades de cuatro años desde su primera clase graduada en 1991.

La beca, financiada por Windsong Trust, que fue creada para ayudar a la educación K-12, comenzó hace seis años y ha generado más de 1.6 mdd en ayuda. The Meadows tiene actualmente 32 académicos en el programa en los grados K-6.

Las familias deben tener un ingreso combinado que no supere los $110 mil y deben poder pagar los costos adicionales de inscripción, como los uniformes y el almuerzo. Los solicitantes deben ser estudiantes de jardín de niños entrantes que pasen las pruebas de admisión de la escuela.

Los beneficiarios aún realizan un pago mensual de colegiatura, que varía de $100 a $750, según sus ingresos y su capacidad de pago.

Para los padres de Aleissya, Alina y Daniel, es una oportunidad para escapar de las aulas abarrotadas en las escuelas públicas y brindar a sus hijas una educación que se centra en el niño en su totalidad.

“Realmente me encanta el programa aquí porque tienen aulas pequeñas y se toman el tiempo para concentrarse en el niño y realmente conocerlo”, agregó Alina Ruiz.

Daniel Ruiz trabaja como chef en un preescolar, el Centro de Desarrollo Infantil Watch Me Grow, donde su esposa también trabaja como asistente de dirección.

Después de calificar para las becas, la familia se comprometió a un largo viaje desde su hogar en North Las Vegas hasta la escuela en Summerlin, con la ayuda de los abuelos de las niñas después del horario escolar.

Mientras que ambos padres se graduaron en el Distrito Escolar del Condado de Clark, Daniel Ruiz señaló que ha cambiado mucho desde que fue a la escuela.

“Es muy importante para mí que mis hijos tengan la mejor educación”, señaló. “Aleissya tiene altos estándares sobre dónde quiere estar cuando sea adulta. Entonces, si eso la ayudará a tener éxito en la vida, entonces estoy agradecido de que esté aquí”.