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Ex-jefe de bomberos del Condado Clark habla sobre el tiroteo del festival Route 91

El jefe de bomberos retirado del Condado Clark, Greg Cassell, se dirigió el lunes por la tarde a unos 150 bomberos y socorristas de todo el país, ofreciéndoles consejos sobre cómo manejar situaciones de tiradores activos.

Cassell reflexionó sobre cómo la policía local manejó el tiroteo del festival Route 91 Harvest el 1º de octubre de 2017, el mayor tiroteo masivo en la historia moderna de Estados Unidos. Su punto principal: Ninguna comunidad piensa que les va a pasar a ellos, pero es importante estar preparados y aprender de otros que han pasado por ello.

Su sesión, llamada “Análisis del tiroteo masivo del 1º de octubre” (Review of the 1 October Mass Shooting), cerró el primer día de una conferencia de cuatro días, llamada “Firehouse World”, en el Centro de Convenciones de Las Vegas.

Cassell explicó lo que sucedió antes, durante y después del tiroteo (que dejó 58 personas muertas y cientas más heridas) con videos de cámara corporales y audio del 911. Explicó lo que las fuerzas del orden de Las Vegas hicieron bien y en lo que pueden mejorar.

Comentó que una de las cosas que hicieron bien fue la comunicación entre las agencias, algo que, según él, siempre ha sido una prioridad en Las Vegas.

“No somos perfectos en nuestra relación, pero estamos mucho más avanzados que el resto del país en muchos casos, y es porque confiamos el uno en el otro, construimos esas relaciones y nos encargamos de lo que suceda en un momento de alerta”, señaló. “No me importa cuál sea tu placa o tu parche o cuál sea tu trabajo o en qué hospital trabajas, el juego final es el mismo: gente viviendo y sobreviviendo cuando algo malo sucede”.

Criticó la cobertura mediática del evento y advirtió a los asistentes que tuvieran un plan para la divulgación de información pública.

Cassell agregó que una de las mayores lecciones que las agencias del Valle de Las Vegas aprendieron en el tiroteo del Route 91 fue que los hospitales locales tienen problemas para manejar un flujo de víctimas de tiroteos sin alguna ayuda. Por eso, la policía local está trabajando en la implementación de un comando de área del hospital, que dijo que proveería a los hospitales con ayuda adicional para clasificar a los pacientes, reponer suministros o incluso solo ayudar a limpiar.

“Vamos a hacer lo nuestro en el lugar de los hechos, pero entre bastidores vamos a enviar una compañía de motores a los cuatro o cinco hospitales y centros de trauma más cercanos para que vayan allí y se reúnan con la enfermera a cargo, preguntándole: ‘¿Qué podemos hacer por usted?’” enunció Cassell.

Agregó que los hospitales se sorprendieron al escuchar que las fuerzas del orden querían enviar sus recursos en un evento como un tiroteo masivo, pero “dijimos, ‘Sí, un equipo, una pelea’”, enfatizó Cassell.

La idea del comando de área fue presentada hace poco más de un año por el Departamento de Policía Metropolitana, el Teniente Branden Clarkson y el Subjefe de Bomberos del Condado Clark, Jon Klassen, en una reunión con el comité de Salud y Servicios Humanos de la Asamblea Estatal.

“Debimos haber ido a los hospitales de la zona en vez de lanzar recursos a una multitud que pasa corriendo por delante de nosotros”, apuntó Klassen en la reunión, añadiendo que el Departamento estaba trabajando con los hospitales para crear un plan de incidentes con víctimas masivas que permitiera a los socorristas ayudar con el triaje y el transporte en los hospitales.

El Hospital y Centro Médico Sunrise, que se inundó con cientos de víctimas de disparos en la noche de los hechos, no estuvo inmediatamente disponible para recibir comentarios.

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