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Familia y amigos velan a mujer encontrada muerta en un tambo en Las Vegas

Con lágrimas en la cara el jueves por la noche, Kelsi Jackson, de 15 años, se paró frente a un memorial y preguntó cómo alguien pudo haber matado a su madre, Jennifer Ratay, de 39 años.

“Pienso que el hombre que hizo esto estaba enfermo”, expresó Jackson, con su voz temblorosa mientras leía desde su teléfono. “No entiendo cómo un humano puede lastimar a otro humano por su placer. Mi madre no merecía esto”.

Jackson y su abuela, Mary Ann Ratay, estaban acompañadas de unos 30 amigos de Jennifer Ratay el jueves por la noche afuera de la casa donde encontraron su cuerpo dos días antes. Jennifer Ratay fue reportada como desaparecida la madrugada del martes, llevando a los oficiales del Departamento de Policía Metropolitana a una casa en Garden Grove Avenue, cerca de Rainbow Boulevard y Flamingo Road.

Allí, los investigadores encontraron su cuerpo dentro de un tambo de 55 galones en el garaje. Durante una comparecencia ante el tribunal el miércoles, los fiscales dijeron que el sospechoso de su asesinato, Chuck Chaiyakul, de 38 años, confesó haber disparado y asesinado a la mujer y colocarla en el tambo en su garaje.

La Oficina Forense del Condado de Clark determinó el miércoles que la muerte de Jennifer Ratay fue un homicidio por múltiples heridas de bala.

Fue vista por última vez a fines del 29 de agosto (o principios del 30 de agosto). El jueves, los amigos no estaban seguros de si el hombre arrestado en su muerte era un extraño o si eran conocidos.

“Todavía estoy tratando de reconstruirlo yo mismo”, mencionó Mario Smith, de 42 años.

Smith dijo que conocía a Jennifer Ratay desde su adolescencia, cuando pasaban prácticamente todos los fines de semana juntos patinando en Las Vegas con otros amigos.

Agregó que los dos “se la vivían patinando”, y antes de su muerte, ella tenía planes de organizar una reunión de patinaje sobre ruedas en Halloween.

Jackson, quien afirma que vive con su abuela en Pahrump, agarró las manos de su abuela mientras hablaba con los periodistas el jueves por la noche.

“Para ser honesta, no voy a estar bien, y no creo que lo esté por un tiempo”, confesó la adolescente, y luego añadió: “era muy joven y tenía altibajos, pero siempre se aseguró de que mi abuela y yo estuviéramos bien”.

Mary Ann Ratay habló sobre el momento en que su hija tomó un autobús a través de Las Vegas para visitarla durante una estadía en el hospital y cómo “metió pollo frito de contrabando en la habitación” para que comiera.

Comentó que la última vez que supo de ella fue hace unas dos semanas, cuando su hija envió un mensaje de texto recordándole a Mary Ann Ratay que “tuviera pensamientos positivos”.

Ted Hamilton, quien ayudó a organizar el velorio, manifestó que quería reunir a los amigos de Jennifer Ratay.

“Necesitan saber cuánto apoyo tiene”, señaló el hombre de 41 años. “Su hija necesita estar aquí y ver cuántos amigos tiene”.

Hamilton, quien dijo que también conoció a Jennifer Ratay mientras patinaba cuando era adolescente, describió a la mujer de 39 años como brillante, alegre, extrovertida y con buen sentido del humor.

Chaiyakul permaneció en el Centro de Detención del Condado de Clark el jueves sin derecho a fianza, enfrentando cargos de asesinato con un arma mortal y de ser una persona con prohibición de portar armas, según muestran los registros de la cárcel.

Está programada una inspección de estatus para el viernes por la mañana, pero a partir del jueves por la noche, una audiencia preliminar aún no se había establecido para el caso, según muestran los registros judiciales.

El jueves por la noche, los amigos de Jennifer Ratay declararon que todavía están confundidos sobre lo que la llevó a la muerte. Hamilton citó que era importante celebrar el velorio frente a la casa donde la encontraron para “mostrar apoyo”.

“Ya sea que esté aquí o no, creo que su alma todavía está llorando en ese garaje”, concluyó Hamilton.

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