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Gente de Las Vegas cose, crea y dona cubrebocas a hospitales necesitados

Mientras que el número total de casos positivos de coronavirus en Nevada alcanzó los 190 el domingo por la mañana, los residentes de todo el Valle de Las Vegas acudieron en masa al Centro Médico Universitario (UMC) para donar cubrebocas caseras en uno de los muchos esfuerzos de la población local para apoyar a los hospitales que se están quedando sin suministros.

“Los hospitales necesitan algo y resulta que yo puedo ayudar. Los hospitales están haciendo un trabajo importante y si estás en posición de ayudar, deberías hacerlo”, sugirió JJ Johnson, un residente de 42 años de Spring Valley.

Johnson hizo la entrega de 100 cubrebocas alrededor de las 9 a.m. en las afueras del UMC, donde se había instalado una mesa para recibir donaciones durante todo el día. Johnson animó a otros residentes a considerar la posibilidad de donar y comentó que al no tener que ir al hospital, los residentes inmunocomprometidos podían mantenerse alejados de los pacientes del UMC.

“Algunos de nosotros tenemos nuestras reservas por algo que hacemos en casa”, dijo.

Johnson fue uno de los muchos residentes a los que se les orientó sobre dónde donar gracias a un tuit de Lela Bruno, de 44 años, enfermera del Hospital y Centro Médico Sunrise.

Bruno tuiteó el sábado por la tarde esperando que los casinos, salones o artistas que usan cubrebocas y guantes, consideraran hacer una donación al UMC donde el esposo de Bruno, Joe, es enfermero.

“Puede significar la vida de un enfermero o de un médico”, destacó en el tuit.

Bruno agregó que el personal de los hospitales de todo el país con los que ha hablado le han comentado, debido al bajo inventario, que guarden sus cubrebocas hasta que se ensucien.

“Nos lo llevaremos todo”

“Preferimos la N-95, pero a las enfermeras que no trabajan con gente que tose les servirán bien los cubrebocas quirúrgicos”, señaló Bruno. “Nos lo llevaremos todo”.

Bruno apuntó que su marido le contó sobre la avalancha de apoyo durante su turno del domingo por la mañana.

“Mi marido fue enfermero a cargo en UMC durante el tiroteo. Siempre he estado muy orgullosa de nuestra comunidad y sabía que se uniría de nuevo”, argumentó.

El UMC no es el único lugar que puede recibir donaciones, según los funcionarios de Dignity Health. Los residentes que deseen donar a los hospitales de St. Rose pueden contactarse en John.Liston@DignityHealth.org.

“Estamos felices de aceptar donaciones de cajas sin abrir de cubrebocas N-95, quirúrgicas y batas de aislamiento de los profesionales médicos locales”, dijo el hospital en un comunicado.

“Como ex enfermera, sé lo importante que es el Equipo de Protección Personal, o EPP, para los proveedores de atención médica, especialmente ahora que un virus muy contagioso está circulando”, dijo la residente de Henderson, María Ruiz, de 51 años.

Ruiz señaló que su esposo es un médico de sala de emergencias a quien le preocupa que los empleados puedan estar cerca de quedarse sin cubrebocas en muchos hospitales locales. Ruiz hizo 40 cubrebocas para el domingo por la noche, pero le preocupa que los materiales que utiliza para hacerlas se agoten o que las tiendas cierren.

“¡Es muy bueno ver a todos dispuestos a ayudar!”, expresó.

Otros esfuerzos

Otros residentes están comenzando sus esfuerzos después de escuchar a enfermeras de otros estados que sienten la misma tensión.

Anissa Gustafson, de 47 años, de Centennial Hills, dijo que sus hermanas son enfermeras de la sala de emergencias en Wyoming que estimaron que se les acabarán los suministros a finales de marzo.

“Tengo toneladas de tela y tengo el tiempo”, aseveró, “Es un esfuerzo de base. Hay un gran debate en línea de la gente (sobre) qué cubrebocas son mejores. Creo que cualquier cosa que seas capaz de hacer que alguien pueda usar funcionará”.

Gustafson también está donando a su antiguo trabajo, Children’s Heart Center Nevada, y a los trabajadores locales de atención médica que se han acercado a ella.

Después de escuchar sobre las donaciones en el UMC y el trabajo de Gustafson, la residente del suroeste, Sheila Gillespie, de 53 años, anunció que estaba esperando la confirmación de que un hospital aceptara sus donaciones antes de comenzar su producción el domingo por la tarde.

Gillespie es parte de los Desert Quilters de Nevada, que ella estima que podría elaborar unos cuantos miles de cubrebocas entre sus cientos de miembros para ayudar a los hospitales locales.

“Queremos unirnos como comunidad y es algo que podemos hacer”, concluyó.

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