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Hombre condenado por una muerte a puñetazos, acude a la junta de libertad condicional

Dos madres suplicaron el lunes a la junta de libertad condicional en nombre de sus hijos: uno, un padre de cinco hijos que murió después de que alguien le dio un puñetazo en 2017; el otro, el hombre que lanzó el golpe que lo mató.

James Beach, de 30 años, está programado para quedar bajo libertad condicional el 5 de mayo después de haber sido condenado hasta 10 años de prisión por la muerte de Luis Campos, de 45 años, después de que golpeara a Campos sin provocación fuera de un club nocturno de la calle Fremont.

La última vez que Joyce Garibay vio al asesino de su hijo, él la miró fijamente desde el otro lado de la sala durante su juicio.

“Cada vez más, Beach no siente ningún remordimiento”, le dijo Garibay a la Junta de Comisionados de Libertad Condicional de Nevada durante su audiencia del lunes. “Ese comportamiento arrogante y enojado me miraba como si yo hubiera asesinado a su hijo inocente”.

Beach mostró una cara diferente durante la audiencia, apareciendo a través de un video del Centro Correccional del Desierto del Sur en Indian Springs. Mientras la familia de Campos hablaba, Beach agachó la cabeza y se secó las lágrimas.

Los comisionados de libertad condicional Sandra Thomas y Michael Keeler le pidieron a Beach que contara el ataque del 30 de abril de 2017. Empezó a llorar cuando terminó la historia con la muerte de Luis Campos.

“Nunca, nunca quise que ese hombre muriera, no sabía que un puñetazo pudiera hacer eso”, le declaró Beach a la junta, aguantándose las lágrimas. “Lucho con ello todos los días”.

Keeler estaba preocupado por los antecedentes penales de Beach y un patrón de violencia. Señaló que hay una diferencia entre comportarse bien en una institución y en la comunidad.

En 2008, Beach fue condenado a prisión después de que disparara a Long Chau, ahora de 30 años, siete veces en el torso. Chau pasó cuatro meses en el hospital.

Beach fue liberado en 2014 después de cumplir cinco años de prisión.

“La gente comete errores, pero nosotros reconocemos los nuestros y podemos hacer un cambio”, le dijo Chau a la junta el lunes. “¿Pero qué hizo con su segunda oportunidad?”

Beach le notificó a la junta que durante su último periodo en prisión obtuvo un diploma de educación general y tomó clases de manejo de la ira. Agregó que se lanzó al programa porque quería cambiar y convertirse en un modelo a seguir para su joven hijo y su hijastra.

“Quiero que se me permita volver a la comunidad, y quiero que la gente se sienta segura a mi alrededor”, enunció Beach. “Tengo hijos, y no quiero que piensen que soy una mala persona”.

La madre de Beach, Cathy García, le dijo a la junta que ella misma había visto el cambio. Indicó que su familia estaba dispuesta a apoyar a Beach para asegurarse de que se mantenga sano.

“Nunca había visto a James trabajar en el programa tanto como ahora”, reveló García a la junta. “Nunca lo he visto derrumbarse emocionalmente, para que eso le pase él requiere de mucho y por fin está entendiendo algo”.

Ella fue la única que habló en su nombre, pero le comunicó a la junta que pidió al resto de sus partidarios que no asistieran.

“Solo quiero que escuchen las cosas buenas de él”, pidió, “porque es bueno, es una buena persona”.

La familia de Campos argumentó que no creían que Beach fuera capaz de cambiar para bien, basándose en sus acciones pasadas. Chau y varios otros dijeron que temían por la seguridad de la comunidad en caso de que fuera liberado.

Varios miembros de la familia llamaron a Beach un “animal”. El hijo de Campos, Luis Campos Jr., lo comparó con un perro que debería estar en una perrera.

“En lo que a mí respecta”, Garibay le dijo a Beach, “no te mereces un hijo desde que asesinaste al mío”.

La junta de libertad condicional considerará el caso de Beach durante las próximas semanas antes de anunciar una decisión.

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