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Hospitales de Las Vegas abandonan la hidroxicloroquina como tratamiento para COVID-19

Pese a las promesas iniciales, la hidroxicloroquina ya no se utilizará para tratar el COVID-19 en los hospitales de Las Vegas, incluido el Centro Médico Universitario, que había recetado el medicamento no sólo a pacientes gravemente enfermos sino también a pacientes de riesgo atendidos en la sala de urgencias.

El hospital dejó de usarla después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) revocara la semana pasada la autorización de uso de emergencia, citando “eventos adversos cardíacos graves y otros posibles efectos secundarios graves”. La agencia federal señaló que la hidroxicloroquina y su precursor, la cloroquina, “no mostraron ningún beneficio para disminuir la probabilidad de muerte o acelerar la recuperación”.

En otro golpe, los Institutos Nacionales de Salud detuvieron el sábado su estudio de la hidroxicloroquina, alegando que “aunque no hubo ningún daño, era muy poco probable que el medicamento en estudio fuera beneficioso para los pacientes hospitalizados con COVID-19”.

La hidroxicloroquina no es la única medicina que se ha “tachado” como posible tratamiento para el COVID-19, comentó la doctora Shadaba Asad, directora médica de enfermedades infecciosas del hospital del condado.

“Hemos examinado muchas modalidades de tratamiento diferentes”, resaltó. “Cuando descubrimos que no cumplen con su promesa inicial, dejamos de usarlas”.

“La única razón por la que éste tuvo tanta popularidad fue por la política que se involucró”.

Política y medicina

La hidroxicloroquina está aprobada por la FDA para prevenir y tratar el paludismo, también para tratar enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y lupus.

El Presidente Donald Trump comenzó a promocionar la hidroxicloroquina como un “cambio de juego” para el COVID-19 en marzo, el mismo mes en que la FDA concedió su autorización de uso de emergencia, lo que permitió la distribución de las existencias del gobierno federal del medicamento a los hospitales de todo el país. En mayo, el presidente dijo que había tomado la medicina para prevenir el COVID-19.

Los médicos suelen recetar medicamentos para fines distintos a los aprobados por la FDA. Sin embargo, el interés en la medicina se hizo tan intenso que para prevenir el acaparamiento y la escasez, el Gobernador Steve Sisolak firmó el 24 de marzo una orden de emergencia que limitó el uso del medicamento para el tratamiento de pacientes hospitalizados por COVID, una medida desafiada por los osteópatas de Nevada. A principios de abril, el estado emitió una exención de dispensación que permitió a los hospitales proporcionar la medicina a los pacientes de COVID-19 lo suficientemente bien como para ser enviados a casa en lugar de ser internados.

A mediados de abril, el Centro Médico Universitario se convirtió en el primer hospital de Nevada que recetó la medicina en forma ambulatoria a las personas atendidas en su departamento de emergencias que dieron positivo a la prueba de COVID-19. En todo el país, la medicina se usó principalmente para tratar el COVID-19 en pacientes que estaban hospitalizados o que participaban en pruebas clínicas.

En ese momento, el doctor Thomas Zyniewicz (que dirige el departamento de urgencias del hospital), comentó que la hidroxicloroquina era uno de los tratamientos más prometedores que existían, ya que ofrecía a los pacientes de alto riesgo “una oportunidad única de no estar conectados a un respirador”. Zyniewicz no estuvo disponible para comentarios esta semana.

Como muchas cosas asociadas con la hidroxicloroquina, los datos han sido controvertidos, con la revista médica The Lancet retractando como infundado un artículo sobre un gran estudio que concluyó que la medicina podía dañar a los pacientes.

Asad dijo que el hospital no recetaba el medicamento con la suficiente frecuencia en forma ambulatoria como para proporcionar siquiera pruebas anecdóticas de si había beneficiado a los pacientes. Al igual que con los pacientes hospitalizados a los que se les administró la medicina, algunos mejoraron mientras que otros no, recalcó. Cuando un paciente mejoraba, no estaba claro si lo hacía debido al medicamento o porque tenía una forma más leve de la enfermedad.

Los seis hospitales de Valley Health System, los cuatro del Sunrise Health System y los tres del St. Rose Dominican Hospital también han dejado de utilizar hidroxicloroquina para tratar a los pacientes de COVID-19, afirmaron los representantes.

Prometedor medicamento antiviral

En la carrera por encontrar tratamientos efectivos para el COVID-19, otros medicamentos han ganado prominencia.

El más prometedor ahora, subrayó Asad, es el antiviral remdesivir, que según las nuevas investigaciones impide que el coronavirus se replique.

A finales de abril, un gran ensayo aleatorio y controlado, patrocinado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, encontró que la medicina aceleró la recuperación de COVID-19 en cuatro días.

“Esto puede no parecer mucho, pero es enorme en términos de tratamientos clínicos”, indicó Asad. “Ningún otro medicamento ha mostrado este tipo de beneficio en COVID-19”.

Después de que remdesivir recibió la autorización de uso de emergencia de la FDA el 1º de mayo, hubo escasez de él en todo el país. El fabricante Gilead Sciences donó suministros del medicamento al gobierno federal, que los distribuyó a los estados. Nevada recibió sus primeros envíos del medicamento a mediados de mayo, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos del Estado. La Junta de Farmacias del Estado asigna los suministros a los hospitales de Nevada basándose en el número de camas de las unidades de cuidados intensivos.

“Tenemos suministros limitados de remdesivir”, dijo Gordon Absher, vocero de los hospitales St. Rose Dominican. “Con el suministro actualmente controlado por el gobierno federal y asignado por el estado, remdesivir tiene una cadena de suministro limitada”.

Nuevos datos sobre los esteroides

La semana pasada, los investigadores anunciaron que el esteroide común dexametasona podría ser beneficioso para tratar a los pacientes de COVID-19, en lo que Asad describió como un cambio significativo.

“Nos habían dicho que nos mantuviéramos alejados de los esteroides en el tratamiento de COVID-19, y de repente estos datos salen a la luz”, recalcó. La investigación de la Universidad Oxford en Inglaterra sugirió que el esteroide puede ayudar a los pacientes gravemente enfermos a reducir inflamaciones a causa del sistema inmunológico.

“Esto es un cambio de 180 grados, ¿verdad? Lo cual está bien, pero nos entusiasma mucho”, expresó Asad, y agregó que los detalles del estudio aún no han sido publicados. “Tal vez lo intentemos, pero de todos modos observamos a nuestros pacientes cuidadosamente. Buscamos los efectos adversos y vemos cómo van las cosas. La cosa es que los políticos no se involucren”.

Con una risita, añadió: “Si mañana algún político viene y se apodera de esto, se convertirá en un desastre”.

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