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Liberan al enorme barco atascado en el Canal de Suez tras seis días

Actualizado March 29, 2021 - 11:09 am

SUEZ, Egipto — Los equipos de salvamento liberaron el lunes un colosal porta-contenedores atascado durante casi una semana en el Canal de Suez, poniendo fin a una crisis que había atascado una de las vías navegables más vitales del mundo y detenido miles de millones de dólares al día en comercio marítimo.

Con la ayuda de la marea alta, una flotilla de remolcadores arrancó la proa abultada del Ever Given, del tamaño de un rascacielos, de la orilla arenosa del canal, donde estaba firmemente atascado desde el 23 de marzo.

Los remolcadores hicieron sonar sus bocinas en señal de júbilo mientras guiaban al Ever Given a través del agua tras días de inutilidad que habían cautivado al mundo, atrayendo el escrutinio y las burlas en redes sociales.

El gigantesco buque se dirigió hacia Great Bitter Lake, un amplio cuerpo de agua a medio camino entre los extremos norte y sur del canal, donde será inspeccionado, informó Evergreen Marine Corp, una importante compañía naviera con sede en Taiwán que opera el barco.

“¡Lo logramos!”, expresó Peter Berdowski, director general de Boskalis, la empresa de salvamento contratada para extraer el Ever Given, en un comunicado. “Me complace anunciar que nuestro equipo de expertos, trabajando en estrecha colaboración con la Autoridad del Canal de Suez, reflotó con éxito el Ever Given… haciendo así posible de nuevo el libre paso por el Canal de Suez”.

Azotado por una tormenta de arena, el Ever Given se había estrellado contra un banco de un tramo de un solo carril del canal, a unos seis kilómetros (3.7 millas) al norte de la entrada sur, cerca de la ciudad de Suez. Esto creó un enorme atasco que retuvo nueve mil millones de dólares al día en comercio mundial y tensó las cadenas de suministro ya afectadas por la pandemia del coronavirus.

367 barcos atascados

Al menos 367 buques, que transportan desde petróleo crudo hasta ganado, estaban retenidos a la espera de atravesar el canal. Otras docenas han tomado la larga ruta alterna alrededor del Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África, un desvío de cinco mil kilómetros (3,100 millas) que cuesta a los barcos cientos de miles de dólares en combustible y otros gastos.

Egipto, que considera el canal una fuente de orgullo nacional y de ingresos cruciales, ya ha perdido más de 95 millones de dólares en peajes, según la empresa de datos Refinitiv. Mientras continuaban los trabajos de salvamento, el presidente Abdel Fattah el-Sissi, que durante días guardó silencio sobre la crisis, elogió los acontecimientos del lunes.

“Los egipcios lograron acabar con la crisis”, escribió en Facebook, “a pesar de la enorme complejidad técnica”.

En el pueblo de Amer, que domina el canal, los residentes vitorearon el desatasque del buque. Muchos se apresuraron a mirar más de cerca, mientras que otros saludaron burlonamente al barco que partía desde sus campos de trébol

“Misión cumplida”, dijo un habitante del pueblo, Abdalla Ramadan. “El mundo entero está aliviado”.

La embajada de Estados Unidos en El Cairo tuiteó su felicitación a Egipto.

Hasta 10 días para solucionar los retrasos

Aunque el canal ya está desbloqueado, no está claro cuándo volverá el tránsito a la normalidad. Los analistas prevén que podrían pasar al menos otros 10 días para despejar el atasco en ambos lados.

El avance se produjo tras días de inmensos esfuerzos con un equipo de salvamento de élite de los Países Bajos. Los remolcadores empujaron y tiraron para alejar el gigante de la costa, y su trabajo se vio favorecido por la marea alta del lunes, que permitió reflotar parcialmente el buque. Dragas especializadas excavaron la popa, aspiraron la arena y el barro de la proa.

La operación fue extremadamente delicada. Mientras el Ever Given estaba atascado, las subidas y bajadas de las mareas ejercían presión sobre el buque, lo que hacía temer que pudiera agrietarse o romperse.

Una vez que el Ever Given sea inspeccionado en el Great Bitter Lake, las autoridades decidirán si el barco, de bandera panameña y propiedad japonesa, que transportaba mercancías de Asia a Europa, continuará hacia su destino original de Rotterdam, o si tendrá que entrar en otro puerto para ser reparado.

La crisis ha puesto de relieve la vital ruta comercial que transporta más del 10 por ciento del comercio mundial, incluido el siete por ciento del petróleo. Más de 19 mil barcos que transportan bienes de consumo fabricados en China y millones de barriles de petróleo y gas natural licuado circulan por esta arteria desde Medio Oriente y Asia hasta Europa y Norteamérica.

Cierre sin precedentes

El cierre sin precedentes, que hizo temer retrasos prolongados, escasez de mercancías y aumento de los costos para los consumidores, ha suscitado nuevos interrogantes sobre el sector del transporte marítimo, un proveedor para un mundo ahora sometido a la presión de la pandemia de coronavirus.

“Hemos pasado a este frágil transporte marítimo “justo a tiempo” que vimos que se desmoronaba absolutamente al principio de COVID”, dijo el capitán John Konrad, fundador y director general del sitio web de noticias sobre transporte marítimo gcaptain.com. “Antes teníamos grandes almacenes en todos los países donde las fábricas se abastecían. … Ahora estos barcos flotantes son el almacén”.

El experto en comercio internacional Jeffrey Bergstrand predijo “solo un efecto menor y transitorio” en los precios de las importaciones estadounidenses.

“Dado que la mayoría de las importaciones bloqueadas durante la última semana se dirigen a Europa, los consumidores estadounidenses probablemente verán poco efecto en los precios de las importaciones estadounidenses, excepto en la medida en que los productos intermedios de los bienes finales estadounidenses se fabriquen en Europa”, comentó Bergstrand, profesor de finanzas en la Facultad de Negocios Mendoza de la Universidad de Notre Dame.

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