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La complicada relación de Trump y Sisolak

WASHINGTON — El gobernador Steve Sisolak y el presidente Donald Trump no tuvieron un buen comienzo, y los últimos acontecimientos sugieren que no se dirigen a un final de película de amigos.

La relación comenzó con el gobernador demócrata desairando al presidente republicano. Ahora que los estados de la nación están trabajando para obtener su parte de los fondos federales para el coronavirus, el presidente está desairando al hombre al que le ha dado el apodo de “gobernador de una clubhouse”.

¿Qué significa “gobernador de una clubhouse”? “El presidente se refiere a que el gobernador partidario de Nevada lo hace sólo por la política”, le explicó un ayudante al Review-Journal el mes pasado.

En febrero de 2019, cuando asistió a su primera reunión de la National Governors Association en Washington, el recién elegido Sisolak boicoteó las funciones de la asociación celebradas en la Casa Blanca para protestar por el envío secreto de plutonio del Departamento de Energía al Nevada National Security Site a al noroeste de Las Vegas el año anterior.

En ese momento, Sisolak le comentó al Review-Journal: “Ir a una elegante cena en la Casa Blanca cuando tengo esto colgado en Nevada no me pareció apropiado”.

En ese momento, el secretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Judd Deere, le dijo al Review-Journal: “La administración Trump está abierta a discusiones con el gobernador sobre este tema y otros. El gobernador Sisolak ha sido invitado a la Casa Blanca dos veces en los últimos dos meses y rechazó la invitación en ambas ocasiones, ese enfoque partidista es decepcionante”.

La decisión de Sisolak no inspiró a imitadores. Un mes después, el fiscal general, Aaron Ford, omitió un evento de la Casa Blanca pero le explicó al Review-Journal que la razón fue por un conflicto de programación y “definitivamente no” un boicot.

Poco después, la teniente gobernadora de Nevada, Kate Marshall (también demócrata), asistió a una mesa redonda sobre el desarrollo de la fuerza laboral en la Casa Blanca. “Es importante que Nevada tenga un asiento en la mesa y espero con interés continuar la conversación con las partes interesadas en su país”, agregó en una declaración.

A principios de febrero, como un guiño a la realidad política, Trump anunció que estaba invirtiendo sus anteriores movimientos para financiar la renovación de la licencia de una instalación de residuos nucleares en Yucca Mountain.

¡Nevada, te escucho sobre Yucca Mountain y mi administración te respetará! El Congreso y las Administraciones anteriores han fallado por mucho tiempo en encontrar soluciones duraderas - mi Administración está comprometida a explorar enfoques innovadores - ¡Confío en que podemos lograrlo!” tuiteó Trump.

Pero después, el coronavirus le dio a los dos ejecutivos un punto en común.

Altercados por coronavirus

En abril, cuando el Review-Journal le preguntó a Trump si apoyaba la decisión de Sisolak de cerrar los negocios no esenciales para frenar la propagación de la pandemia, o si estaba de acuerdo con la opinión de la alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, de que el cierre era una “locura total”, Trump se puso del lado de Sisolak.

Al notar que la orden afectaba negativamente a su homónimo Trump International Hotel de Las Vegas, Trump respondió: “Es un paso muy severo el que dio. Estoy de acuerdo con ello, me parece bien. Pero, ya sabes… o sea, podrías llamarlo de cualquier manera”.

En los últimos meses, el coronavirus ha presentado nuevas áreas de conflicto.

En mayo, Trump protestó contra la decisión de Nevada de permitir la emisión de boletas electorales por correo, que él llamó “ilegales” y fraudulentas, ya que sugirió que podría “retener fondos para el Estado”. No hubo seguimiento.

El 3 de agosto, cuando Sisolak firmó una medida para enviar boletas por correo a los votantes registrados activos que permitía la llamada “cosecha” de boletas en noviembre, Trump lo llamó “un golpe ilegal a altas horas de la noche” que estaba “usando el COVID para robar el estado” y hacer imposible que los republicanos ganaran. La campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano presentaron una demanda que impugnaba la constitucionalidad de la medida.

También el 3 de agosto, Trump ordenó a la Federal Emergency Management Agency que redujera la asignación de reembolsos de los estados para las tropas de la Guardia Nacional desplegadas para ayudar en su respuesta al COVID-19 del 100 por ciento al 75 por ciento. La Casa Blanca hizo saber que los gobernadores podían llamar a Trump para pedir el reembolso completo, lo que Trump hizo para Texas, Florida, California, Connecticut y Louisiana.

Sisolak ha solicitado una llamada telefónica con Trump, pero aún no se ha programado.

El 8 de agosto, Trump firmó una circular que implementó 300 dólares adicionales de beneficios semanales del seguro de desempleo para los estados que lo requirieran. El miércoles, Nevada se convirtió en el último estado en solicitar esos beneficios.

“Aunque el presidente deseaba que el gobernador se moviera más rápido para aprovechar los beneficios de desempleo hechos posibles a través de su acción ejecutiva, el presidente está complacido de que el gobernador Sisolak finalmente tomó su propia acción para apoyar a la gente trabajadora de Nevada”, le escribió un funcionario de la Casa Blanca al Review-Journal en un correo electrónico.

Una tensa relación

Cuando se le preguntó sobre las relaciones entre el gobernador de Nevada y el presidente de Estados Unidos, el funcionario respondió: “La administración de Trump sigue comprometida a trabajar con los gobernadores de ambos partidos en todos los estados del país para ayudar al pueblo estadounidense. En Nevada, la política del presidente sobre Yucca Mountain refleja la reverencia que le da a las voces del pueblo”.

“No sé si hay una relación”, mencionó el presidente del Partido Republicano de Nevada, Michael J. McDonald, antes de añadir que cree que Trump se preocupa por los habitantes de Nevada.

En mayo, el Departamento de Justicia de Trump advirtió a Sisolak que su prohibición de reuniones en persona de 50 o más personas en iglesias y otros lugares de culto podría violar la Primera Enmienda.

El Review-Journal informó que la oficina de Sisolak llamó a la Policía Metropolitana para preguntar por qué no clausuraron un evento de “Evangelicals for Trump” que se celebró el 6 de agosto en el Hotel Ahern.

“En este momento, no se ha programado ninguna llamada en relación con el reembolso de la Guardia Nacional de Nevada”, le agregó la vocera de Sisolak, Meghin Delaney al Review-Journal. “La Oficina del Gobernador siguió con la administración tan recientemente como esta semana con una solicitud para programar una llamada y enfatizó el papel crítico que la Guardia ha jugado en el esfuerzo en curso del estado para combatir el COVID-19”.

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