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La responsabilidad fiscal es grande cuando se trata de fondos del CCSD

Si el Distrito Escolar del Condado de Clark recibe más dinero de la Legislatura, ¿podrá gastarlo responsablemente?

Esa es la vieja pregunta que surge cuando Nevada habla sobre financiar la educación. La irresponsabilidad fiscal es una fuente fuerte de desconfianza entre el estado y el distrito.

Y este mes, la pregunta surgió una vez más con una publicación en Facebook del ex oficial de policía de la escuela, Mike Thomas, quien detallaba una carta anónima culpando a “administradores sustitutos” en el departamento de recursos humanos por sacar dinero del sistema escolar.

Solo en este año escolar, el distrito pagó 84 mil 129 dólares al 11 de abril de 10 administradores sustitutos diferentes en recursos humanos que ya se han retirado del distrito, lo que significa que ya están cobrando una pensión. Todos menos dos trabajan únicamente en “proyectos especiales”.

Eso es suficiente para pagar a un maestro, o incluso a algunos miembros del personal de apoyo.

Para ser justos, hay una cantidad limitada que puede ganar de un empleador público en Nevada si ya se ha retirado de otra entidad pública.

Pero aunque los pagos no son masivos (van de $609 a $15 mil 720 dólares), es el principio del asunto. Ver que esos dólares van a las personas jubiladas en la oficina central, fácilmente provoca una alerta.

En una declaración, el distrito mencionó que puede ser más rentable contratar a un administrador sustituto en lugar de contratar a un empleado de tiempo completo, lo que aumenta el costo de los beneficios.

“Recursos humanos recluta, evalúa y ayuda a contratar a cientos de empleados cada año, especialmente en primavera, cuando nos preparamos para el próximo año escolar”, agregó el distrito.

Los sustitutos también se usan para cubrir vacantes temporales cuando un empleado está enfermo o por maternidad, según el distrito.

Pero no está claro cuánto ayudan esos 10 administradores con la contratación de personas y para llenar las vacantes: los proyectos especiales han incluido trabajar en las rúbricas de calificación, hacer conferencias con sustitutos que están experimentando dificultades, entrevistar a solicitantes sustitutos y comunicarse con los solicitantes de empleo para obtener información adicional, de acuerdo con el distrito.

Quizás este es solo uno de los muchos aspectos de las operaciones del distrito que el Superintendente Jesús Jara puede arreglar, dado el reciente informe del Consejo de Escuelas de la Gran Ciudad que destacó las ineficiencias en todo el distrito.

Un problema: demasiados cocineros en la cocina.

En algunos departamentos, los supervisores estaban a cargo de una sola persona, creando capas de personal infladas.

“El equipo no vio evidencia de que las estructuras organizativas y los flujos de trabajo de los departamentos hayan sido examinados, y si el personal y los puestos podrían ser reutilizados para lograr eficiencias operativas y efectividad”, encontró el informe.

El análisis concluyó que los recursos humanos, en particular, asignan una baja prioridad a cubrir los puestos vacantes de apoyo y puestos comerciales especializados, incluidos plomeros, carpinteros y electricistas.

Jara ya está tomando medidas para abordar los problemas, contratando a un nuevo director de operaciones y un director de recursos humanos.

David McKinnis, vicepresidente de operaciones de propiedad del Bellagio, se unirá al distrito como el nuevo jefe de instalaciones. El actual superintendente asociado de instalaciones, Blake Cumbers, seguirá trabajando hasta el 30 de junio.

Jara también ha destacado la necesidad de generar confianza en el distrito en toda la comunidad, especialmente cuando se trata de gastar dinero.

Así que con sus nuevos cambios, ¿sucederá eso?

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