Las detenciones fronterizas caen por cuarto mes consecutivo

WASHINGTON — El comisionado interino de Protección de Aduanas y Patrulla Fronteriza, Mark Morgan, anunció que las detenciones en la frontera suroeste disminuyeron por cuarto mes consecutivo, pero solo después de que el número total de los últimos 12 meses llegó a casi un millón.

Durante los comentarios presentados en la sala de información de la Casa Blanca, Morgan declaró que los casi un millón de migrantes detenidos en la frontera crearon “números que ningún sistema de inmigración en el mundo está diseñado para manejar”.

El número exacto de encuentros fronterizos para el año fiscal 2019 fue de 977 mil 509, según Aduanas y Protección Fronteriza (ICE, por su sigla en inglés), y eso incluye un número récord de familias, en lugar de hombres adultos solteros.

Morgan estimó que otros 150 mil inmigrantes eludieron la detención: “esos son casi 13 mil cada mes”.

Él atribuyó el compromiso del presidente Donald Trump de detener el flujo de inmigrantes no autorizados, así como de cooperar con México y las naciones del Triángulo del Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala) para desalentar a los migrantes de hacer el riesgoso viaje a la frontera de Estados Unidos.

Según los Protocolos de Protección de Migrantes, a menudo denominados por los críticos como el programa “Permanecer en México”, los migrantes del Triángulo Norte deben esperar en México mientras buscan asilo en Estados Unidos.

El Grupo de Trabajo Latinoamericano se opone a esa política y dice que “restringe el acceso de los migrantes a representación legal, servicios básicos y refugio mientras esperan en México”.

“La cantidad de personas que vinieron a principios de este año fue insostenible”, le mencionó Jessica Bolter, analista asociada de políticas del Instituto de Política Migratoria no partidista, al Las Vegas Review-Journal, y está claro que la política de Trump ha “tenido un efecto disuasorio”.

Bolter también expresó su preocupación de que los protocolos reducen el “acceso” al asilo para las personas que llegan a la frontera suroeste y ponen en peligro a los migrantes al obligarlos a esperar en México, donde están sujetos al crimen organizado y al secuestro.