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Las Posadas en Las Vegas

Las Posadas son fiestas populares que se han expandido más allá de México, también se festejan en Centroamérica, durante los nueve días antes de la Navidad, es decir, del 16 al 24 de diciembre. Estas fiestas recuerdan el peregrinaje de María y José, desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscaban un lugar para alojarse, y esperar el nacimiento del niño Jesús. En México se celebran desde la época de la Colonia, y han traspasado generaciones y fronteras, por lo que ahora se puede ver que en Las Vegas se llevan a cabo y son organizadas por distintos grupos comunitarios.

Mary Reyes, presidente de la Federación Ciudad de México en Las Vegas, explicó en qué consiste y que debe de tener una buena posada, “es una celebración familiar muy esperada en la época navideña, comúnmente se planean entre familia o con los vecinos para poder visitar las nueve casas en nueve noches, como es la tradición”.

Hoy en día la cuestión religiosa y familiar poco a poco va quedando de lado, ya que se rentan salones sociales para hacer una fiesta que ya nada tiene que ver con la tradición, y sin embargo le llaman “posada navideña”, en los diferentes clubes y discotecas latinas se pueden ver anunciadas estas mismas en todo el Sur de Nevada.

Las Posadas son tradicionales durante la época navideña. En ellas se reza durante nueve días desde el 16 hasta el 24 de diciembre, rememorando los meses previos al nacimiento de Jesús y terminando con su llegada a un modesto pesebre en Belén (ciudad actualmente ubicada en territorio palestino). Cada uno de los nueve días tiene un significado distinto: humildad, fortaleza, desapego, caridad, confianza, justicia, pureza, alegría y generosidad. Se puede celebrar cada día en una casa diferente, o bien, se tiene la costumbre de organizar a los vecinos por calles o cuadras y de este modo, a cada cuadra le va tocando la realización de cada una de las nueve posadas.

María y José, son las principales figuras del nacimiento, que no incluye al Niño Dios, sino hasta la noche del 24 de diciembre, los textos de letanías, velas, colación y una piñata, son los elementos que no deben faltar en La Posada.

La piñata tiene una representación religiosa que Mary Reyes describió, “es el significado de los siete pecados capitales, al romperla estas terminando con esto mismo y quedando libre de estos pecados, la figura más representativa son las piñatas de estrella, que al ir colgada es como la que guió a los peregrinos”.

Los invitados se dividen en dos, los que están dentro de la casa y los que llegan a pedir Posada, se quedan afuera.

“Las personas afuera traen consigo al nacimiento, ya que buscan donde llegar, se leen las letanías en forma de canción, hasta que se accede a la casa, es cuando comienza la fiesta con tamales y champurrado, atole de chocolate tradicional de la Ciudad de México”, destacó Reyes.

El postre también debe de consistir en platillos tradicionales, como los buñuelos de harina con miel de piloncillo y un ponche de frutas caliente, bebida parecida a un té con base de tamarindo, flor de jamaica o canela.

El padre Rafael Pereira de la iglesia Episcopal Todos los Santos, habló en su misa dominical sobre esta tradición, “no es ir al centro comercial, no es competencia de adornos pomposos, es recordar el paso humilde de la familia de Jesús, casa por casa buscando un lugar donde María pudiera dar a luz, así en familia hay que recordar esto”.

Esta iglesia como muchas otras, cuenta con su tradicional nacimiento de figuras de porcelana, en espera de ser colocada la figura del bebé Jesús la noche del 24. Misma tradición que debe realizarse en el hogar si sigue estas costumbres.

 

Artículo realizado por el reportero de El Tiempo, Frank Alejandre, en colaboración con Cristian De la Rosa (Reportero Contribuidor).

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