Llegará la prohibición de automatizadores de armas en 90 días
WASHINGTON — Tras el largo camino hacia la prohibición de automatizadores de armas después del tiroteo masivo del 1 de octubre de 2017 en Las Vegas, finalmente terminará en 90 días, cuando se convierta en ley una regla final redactada por el Departamento de Justicia e impulsada por el presidente Donald Trump.
El Procurador General Interino, Matthew Whitaker, firmó el documento de 157 páginas el martes por la mañana. Un alto funcionario del Departamento de Justicia dijo a los reporteros que se espera que la ley entre en vigor el 21 de marzo.
Los dispositivos, que aceleran la velocidad de disparo de las armas semiautomáticas y permiten a un tirador solo en una habitación de hotel matar 58 personas y herir a cientos más, se definirán como “ametralladoras”. La posesión de dichos dispositivos se convertirá en un delito grave.
Los propietarios tendrán 90 días para destruir sus reservas o entregarlas a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF). También pueden comunicarse con las oficinas locales de aplicación de la ley para ver si estarían dispuestos a aceptar los dispositivos.
Según un funcionario del Departamento de Justicia, los agentes federales “no tienen planes de ir de puerta en puerta” para garantizar el cumplimiento, “ni el departamento tiene los recursos”.
“La mayoría de los propietarios de armas de fuego son ciudadanos respetuosos de la ley”, comentó el funcionario, y agregó que el Departamento de Justicia anticipa el cumplimiento. “Investigaremos caso por caso”.
No se otorgará ninguna compensación a cambio de las acciones de impacto. Los propietarios no podrán registrar los dispositivos.
En febrero, Trump se reunió con un grupo bipartidista de legisladores para instarlos a que aprueben un proyecto de ley integral de seguridad escolar después del tiroteo escolar de enero en Parkland, Florida.
En la reunión, Trump declaró que apoyaba la prohibición de automatizadores, pero agregó que el Congreso no tendría que aprobar una ley porque “podemos hacerlo con una orden ejecutiva”.
El 20 de febrero, Trump ordenó al entonces fiscal general, Jeff Sessions, que propusiera “una regla que prohibiera todos los dispositivos que convierten armas legales en ametralladoras” y que lo haga “tan rápidamente como sea posible”.
Esa acción inició períodos de elaboración de reglas, seguidos de la presentación y revisión de comentarios públicos. De los más de 186 mil comentarios, informó el Departamento de Justicia, más de 119 mil apoyaron la nueva regla, mientras que más de 66 mil se opusieron.
Los defensores del control de armas respondieron que una nueva ley aprobada por el Congreso podría resistir más los desafíos legales que un cambio de regla, ya que los defensores de los derechos de armas podrían argumentar que una regulación que prohíba los dispositivos es una interpretación errónea de la ley federal de armas, como lo demuestra la decisión de la ATF de permitir su venta en 2010.
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