Los Raiders reclutan a Henry Ruggs y Damon Arnette en la primera ronda
Participando en su primer Draft como equipo de la NFL de Las Vegas, los Raiders cubrieron el jueves sus dos mayores necesidades con sus dos primeras selecciones.
Pero no sin dar una ligera sorpresa con la elección del receptor de Alabama, Henry Ruggs III, y una muy grande con la adición del cornerback de Ohio State, Damon Arnette.
No es sorprendente que los Raiders se dirigieran al receptor lo antes posible, usando la 12ª elección general para seleccionar a Ruggs, que quemó una carrera de 4.27 yardas en la NFL y le da al mariscal de campo Derek Carr y a los Raiders la amenaza profunda que tanto les hacía falta.
Ruggs fue titular durante dos años y colaborador durante tres en Alabama, y terminó su carrera con 98 capturas para mil 716 yardas y 24 anotaciones.
Arnette, por otro lado, fue el sorpresivo, no necesariamente por posición sino por identidad y rango. No fue considerado un talento de primera ronda por la mayoría de los expertos, y dependiendo de la fuente, se clasificó en el extremo inferior del top 10 en su posición.
Sin embargo, los Raiders tenían su propia conclusión y se enamoraron de su dureza y tenacidad. Incluso con cornerbacks de alto nivel como Kristain Fulton de LSU y Trevon Diggs de Alabama aún en el tablero cuando llegó la 19ª selección, optaron por Arnette, una elección que solo ellos podían haber visto venir.
Desde una perspectiva de posición y habilidad, la elección de Ruggs tenía sentido, pero la decisión de los Raiders de omitir a su compañero de Alabama, Jerry Jeudy, y al jugador que arma movimientos de juego de Oklahoma, CeeDee Lamb, los dos receptores de mayor consenso en el Draft, fue un poco sorprendente.
Ruggs reveló que no le preocupaba cuándo sería reclutado, tal vez se resignó a la jerarquía que se percibía. “No importaba”, señaló. “Solo estaba esperando a ver a dónde iba a ir, esperando a oír mi nombre”.
Se asumió que los Raiders elegirían entre uno o dos de los tres principales receptores, incluyendo a Ruggs, cuando llegara su primera elección. Elegir entre los tres parecía una posibilidad remota, pero esa fue la situación.
De los tres, Ruggs fue el menos productivo de la universidad y considerado el más “crudo” como corredor de ruta y el menos hábil en salir de la línea de escaramuza. Por esas razones, siempre se le consideró un tercero lejano a Lamb y Jeudy, pero no fue así en la sala de reclutamiento de los Raiders, donde su velocidad, capacidad atlética y altura le daban ventaja sobre los otros dos. Desde el principio, jugará en el perímetro junto a la amenaza, Hunter Renfrow, el tight-end emergente Darren Waller y, si está sano, el receptor abierto Tyrell Williams.
De alguna manera, tendrá más oportunidades con los Raiders que en Alabama, donde tuvo que compartir el libro de jugadas con Jeudy y otros.
“Definitivamente me ha frenado”, confesó Ruggs sobre tener que compartir la carga. “Los demás chicos también debían hacer sus jugadas. Tuvimos que compartir la pelota, compartir el amor”.
Largo encasillado como el más rápido pero no tan pulido receptor entre los tres primeros, Ruggs está ansioso por expandir su juego en la NFL.
“Siento que definitivamente podré mostrar mi versatilidad en cualquier momento”, agregó. “Por supuesto, mi cinta habla por sí misma, pero cuando salgo al campo al fin puedo mostrar que puedo hacer más que solo correr”.
La presencia de Ruggs y la preocupación que crea con su velocidad en el juego de pase y como portador del balón se espera que aleje el enfoque defensivo de los otros jugadores de los Raiders y que potencialmente abra el campo para ellos.
Lo más importante es que crea algo que Carr no ha tenido en sus seis temporadas con los Raiders: Un ataque que en Ruggs incluye un arma perimetral que puede estirar la defensa y ser una amenaza desde cualquier lugar del campo.
Está en Carr el tomarlo desde aquí. Pero por primera vez en su carrera, tiene las armas necesarias para llevar la ofensiva de los Raiders a otro nivel.
