No se percibe la promesa de campaña de Sisolak sobre prohibir las armas
CARSON CITY — Como candidato, Steve Sisolak prometió enfrentarse a la problemática nacional de armas y aprobar una serie de leyes, incluido el veto a la venta de rifles.
“Cuando sea gobernador, prohibiremos los rifles de asalto, los automatizadores y silenciadores, necesitamos tomar acción y ahora es el momento”, declaró Sisolak en un anuncio de campaña en abril de 2018 que se transmitió en los núcleos urbanos de Nevada: Las Vegas y Reno.
Ese llamado a la prohibición se produjo poco más de seis meses después del tiroteo del 1º de octubre de 2017 en el Strip que dejó 58 personas muertas en el festival musical Route 91 Harvest. El pistolero de ese tiroteo estaba armado con más de una docena de rifles semiautomáticos AR-15 de estilo militar, que también estaban equipados con automatizadores que incrementó la velocidad en que podía disparar.
Algunas de las políticas de control de armas prometidas por Sisolak se convirtieron en ley este año, como la estancada implementación de la verificación de antecedentes y la prohibición de los automatizadores.
Pero, pese a la promesa de una acción rápida, la primera sesión legislativa de Sisolak como gobernador (que vio a los demócratas en control de la gobernación y de ambas cámaras de la Legislatura por primera vez en 28 años) vino y se fue sin siquiera una propuesta de prohibición de las armas de estilo asalto.
Las armas una vez más saltaron al frente del debate nacional sobre su control después de una semana que vio tres tiroteos públicos masivos que dejaron a 34 personas muertas y docenas más de heridos en Gilroy, California; El Paso, Texas; y Dayton, Ohio. Las autoridades mencionaron que los hombres armados en los ataques compraron legalmente las armas de asalto de estilo militar que se usaron en los atentados.
En el tiroteo de Gilroy, las autoridades afirman que Santino William Legan, de 19 años, evadió las estrictas leyes de armas de California al cruzar a Nevada, donde pudo comprar legalmente un rifle semiautomático WASR 10, una imitación de un AK-47 militar.
Un problema “divisivo” en Nevada
Pese a la retórica de campaña de Sisolak, el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Nevada en Reno (UNR), Eric Herzik, agregó que no sabe si “políticamente, los demócratas quisieron discutir eso durante la sesión”, refiriéndose a la prohibición de las armas semiautomáticas.
“El problema no estaba listo para ser tratado”, argumentó Herzik. “Hubiera sido tan divisivo que probablemente habrían perdido algunas de las otras ganancias que lograron”.
Pero esa falta de acción de los demócratas enfureció a algunos activistas del control de armas en el estado, especialmente a raíz de los recientes tiroteos.
“Si temes a cumplir lo que prometiste con respecto a la violencia armada cuando estabas tratando de ser elegido, entonces no deberías estar en ese puesto en primer lugar”, criticó Christiane Brown, co-presidenta del capítulo del norte de Nevada de la Campaña Brady Para Prevenir La Violencia Armada.
Brown elogió las otras medidas de control de armas promulgadas este año en Nevada, pero incluyó que el tiroteo de Gilroy demuestra la “necesidad de una prohibición nacional de armas de asalto”.
“Los estados con peores leyes de armas pueden afectar a otros estados”, destacó Brown.
En un comunicado, Sisolak no respondió directamente a las preguntas sobre la prohibición de las armas semiautomáticas, pero dijo que desde que asumió el cargo, “Nevada ha progresado enormemente al aprobar la legislación de prevención de violencia armada más importante en la historia de nuestro estado”.
“Estoy orgulloso de haber aprobado reformas de sentido común que mantienen las armas fuera del alcance de quienes pretenden hacer daño”, agregó Sisolak. “Continuaré trabajando con la policía, líderes electos y comunitarios, y expertos en la materia para explorar diferentes formas en que podemos mantener a los nevadenses seguros”.
Previa licitación para prohibir rifles
El gobierno federal instituyó una prohibición de 10 años para la venta de rifles de asalto en 1994, pero no la extendió cuando expiró en 2004. Actualmente, seis estados, incluido California, y el Distrito de Columbia prohíben la venta de rifles.
La encuesta nacional más reciente sobre el tema, realizada por NPR/PBS/Marist a mediados de julio, mostró que el 57 por ciento de los estadounidenses apoyan la prohibición de “la venta de armas de asalto semiautomáticas como el AK-47 o el AR-15, mientras que el 41 por ciento se opone”.
En el escenario nacional, muchos candidatos presidenciales demócratas han expresado su apoyo a la prohibición federal de la venta de los tipos de armas utilizados en los recientes tiroteos.
En Nevada, el último intento de prohibir las armas de asalto se produjo en 2013 a través de un proyecto de ley patrocinado por el entonces Senador Tick Segerblom, quien ahora es comisionado del Condado de Clark.
El proyecto de ley nunca obtuvo una audiencia y murió a mitad de esa sesión.
“Cuando miras la lista, no está muy en la parte superior”, describió Segerblom cuando se le preguntó por qué una ley que prohíbe armas de asalto no se ha aprobado en Nevada.
Los comentarios de Segerblom hicieron eco de los del presidente de la Asamblea Democrática Jason Frierson, quien le reportó al Nevada Independent en octubre que no “veía la posibilidad” de aprobar dicha prohibición, pero agregó que estaba “abierto” a ella.
Frierson no respondió a las solicitudes de comentarios para este reportaje.
El asambleísta Ozzie Fumo, demócrata por Las Vegas, quien ayudó a impulsar de manera más fuerte las leyes de almacenamiento de armas que finalmente se convirtieron en ley bajo el Proyecto 291 de la Asamblea, informó que después de aprobar la la ley de verificación de antecedentes a principios de la sesión, los legisladores “no quisieron presionar demás sobre la cuestión de armas”.
¿Los vetos funcionan?
Es imposible decir si una prohibición de armas de asalto en Nevada habría impedido que el causante del atentado de Gilroy comprara un arma, señaló Adam Winkler, profesor de derecho de la UCLA quien estudia derecho constitucional y política de armas.
“No puedes considerar ningún acto en particular y decir que esta ley definitivamente lo hubiera impedido”, comentó Winkler.
La efectividad de las prohibiciones de armas de asalto es un tema muy debatido, y los datos sobre el tema son limitados.
Un estudio de 2014 encontró que tales prohibiciones reducen significativamente el número de muertes por tiroteos masivos, pero el grupo de expertos no partidista Rand Corp. analizó el estudio y escribió que no cumplía con los criterios de análisis de Rand. La revisión indicó que había “evidencia no concluyente del efecto de las prohibiciones de armas de asalto en tiroteos masivos”.
Pero otro estudio de este año, el cual analizó las muertes por tiroteos masivos de 1981 a 2017, concluyó que hubo una reducción significativa en el número de muertes en tales eventos durante la prohibición federal de 10 años de 1994 a 2004 en comparación con el número en los periodos anteriores y posteriores.
Winkler dijo que aún es prematuro afirmar que prohibir las armas de asalto haría cualquier cosa para reducir la cantidad de tiroteos masivos en Estados Unidos.
“El asunto final es que si se prohiben estas armas, entonces claramente estas aparecerán con menos frecuencia en tiroteos. La pregunta es: si se prohíben, ¿reducirán la cantidad de tiroteos masivos?”, cuestionó Winkler.
Política pragmática
Pese a la promesa de Sisolak, aprobar una prohibición de armas en Nevada habría sido “un levantamiento increíblemente pesado”, según Herzik, profesor de ciencias políticas de la UNR.
Parte de la razón de esto es la Legislatura de medio tiempo de Nevada, que se reúne durante 120 días cada dos años.
“No creo que lo hubieran logrado dadas las limitaciones de tiempo, así que decidieron ejecutar otros cambios, creo que las más importantes son las advertencias de bandera roja”, argumentó Herzik, refiriéndose a las leyes que permiten a las fuerzas del orden público confiscar armas de fuego a personas que se consideran una amenaza para otros o para ellos mismos.
Otra razón, añadió Herzik, es que si bien los demócratas controlan ambas cámaras y la gobernatura, no todos podrían haber apoyado una prohibición total.
“Eso asumiría que todos los demócratas están a bordo de una agenda anti-armas muy fuerte, y no creo que eso sea una suposición segura”, opinó.
Y solo porque el gobernador prometió prohibir esas armas, no significa que tenga el poder para hacerlo solo, agregó Herzik.
“Fue una promesa hecha por el gobernador”, concluyó. “No fue una promesa hecha por la Legislatura”.
