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Obama: quiero influir en el futuro de Cuba y presionar por el cierre de Guantánamo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió su decisión de reanudar las relaciones diplomáticas con Cuba y afirmó que tiene intenciones de influir en el futuro de la isla comunista.

En una entrevista que concedió a la cadena CNN dijo además que durante los dos años que todavía le quedan en el cargo hará todo lo posible para continuar presionando para cerrar el centro de detenciones de la base militar de Guantánamo, una de sus promesas de campaña.

“Voy a hacer todo lo que pueda para cerrarlo”, dijo Obama en una entrevista en el programa State of the Union de CNN, antes de que él viajara a Hawaii para disfrutar de sus vacaciones.

El mandatario enfatizó que las medidas adoptadas durante medio siglo por su país contra La Habana no funcionaron. Por consiguiente, dijo, es hora de intentar algo diferente.

“Si nos acercamos, tenemos la oportunidad de influir en el curso de los acontecimientos en un momento en el que va a haber algún cambio generacional; creo que debemos aprovecharlo y tengo intención de hacerlo”, dijo Obama.

También explicó que ya hay un proceso de revisión de la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo.

Respecto a Guantánamo mandatario consideró que el hecho de que siga abierto con más de un centenar de presos “es algo que continúa inspirando a los yihadistas y extremistas de todo el mundo”.

El cierre de Guantánamo, una cárcel para acusados de terrorismo situada en la base que EEUU tiene en territorio cubano, es una de sus promesas pendientes de la campaña de 2008, para la que ha encontrado trabas en el Congreso, que ha impedido la transferencia de los presos a cárceles el país.

El Gobierno ha creado una comisión para evaluar los casos de los detenidos y ha iniciado traslados a terceros países. Los más recientes fueron cuatro afganos que regresaron a su país y un grupo de seis reos que Uruguay recibió en calidad de refugiados.

“Vamos a continuar recolocando a aquellos que han sido aprobados para ser liberados o trasladados a países que están dispuestos aceptarlos”, dijo Obama.

El mandatario reconoció que hay casos “realmente difíciles” en los que saben que los detenidos “son todavía peligrosos”.

No obstante, insistió en la necesidad del cierre porque “no tiene ningún sentido estar gastando millones de dólares por individuo cuando tenemos formas de resolver este problema de forma más acorde con nuestros valores”.

Todavía quedan 132 reos en el centro el centro de detención, que fue abierto durante el Gobierno de George W. Bush para interrogar y encarcelar a sospechosos de colaborar con la organización terrorista Al Qaeda tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

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