Por sequía, el Estado transporta agua para borregos cimarrones
En la ladera de una montaña del Valley of Fire State Park hay un solitario biólogo que rellena tanques de agua.
En el fondo, un helicóptero baja con precisión un Bambi bucket que contiene unos 200 galones de agua en un receptáculo y se marcha rápidamente para transportar más agua. Mientras el helicóptero baja en círculos hasta la base de la montaña, un equipo de seis hombres rellena cinco recipientes de agua para la siguiente extracción.
“El helicóptero tarda unos seis minutos en llegar a la base de la montaña”, explica Pat Cummings, biólogo especializado en fauna salvaje. Fue el vigésimo viaje del día del helicóptero.
El Nevada Department of Wildlife está reponiendo la única fuente de agua del borrego cimarrón en millas. Sin la intervención de emergencia, las poblaciones de animales disminuirán y la viabilidad del ecosistema está amenazada.
“Ya hemos tenido condiciones de sequía antes. Hemos tenido que acarrear agua de forma urgente, pero ni de lejos nos acercamos a esta magnitud, a esta escala de gravedad”, dijo Cummings. “Llevo en el sur de Nevada desde mediados de los años 70. Recuerdo que los años 2001 y 2002 fueron los peores, años secos consecutivos, incluso peores que 1996. Pero lo que vemos ahora es aún peor”.
Nevada está sufriendo una intensa sequía por segundo año consecutivo. El año pasado, Las Vegas pasó 240 días sin precipitaciones mensurables. Este año, el 40 por ciento del estado está en sequía excepcional, el nivel más alto de sequía según el Servicio Meteorológico Nacional.
Cummings dijo que los desarrollos de agua, también conocidos como “guzzlers”, se han vuelto peligrosamente bajos en el almacenamiento de agua en todo el sur de Nevada.
“Todos los animales, especialmente los borregos cimarrones, que han evolucionado para coexistir con el entorno del desierto, dependen mucho de la vegetación para obtener agua”, explicó el supervisor de caza de la región sur, Joe Bennett.
“Cuando el agua cae en el desierto Mojave, entre el invierno y el principio de la primavera, normalmente se produce un reverdecimiento”, dijo. “Es el crecimiento vegetativo de ese año en arbustos, hierbas anuales o incluso perennes, lo que significa que crecen varios años, lo que permitirá a los borregos en las temperaturas más frías de los meses de invierno a principios de la primavera obtener una gran cantidad de agua de la vegetación”.
¿Cómo funcionan los “guzzlers”?
Los guzzlers se utilizan desde la década de 1980 y se han perfeccionado a lo largo de los años.
Utilizando un potente helicóptero de uso general, el departamento de vida silvestre del estado transporta agua a un ritmo de unos tres mil galones por hora a desarrollos hídricos remotos en toda la cordillera del sur de Nevada. Estas urbanizaciones remotas, normalmente en las cimas de las montañas, albergan un “guzzler”: un dispositivo fabricado para recoger y almacenar el agua de lluvia (y de nieve) en grandes depósitos. El agua se pone a disposición de la fauna silvestre desde los tanques a través de tuberías que alimentan un sistema de bebederos tipo comedero, normalmente en la base de la montaña.
El año pasado, con la ayuda de organizaciones no gubernamentales, el departamento estatal de fauna silvestre transportó más de 167 mil galones a 30 urbanizaciones. Este año, tiene previsto transportar unos 55 mil galones a 12 bebederos del sur de Nevada.
Con la sequía que persiste en el desierto del suroeste desde hace cinco meses, podría no ser la única vez que el departamento rellene los bebederos.
“Estamos inmersos en el patrón meteorológico de La Niña”, dijo Cummings.
Los fuertes vientos hacen que el agua caliente de la superficie del océano Pacífico se desplace desde la costa oeste de Norteamérica hacia Asia. Este patrón meteorológico empuja la lluvia hacia el noroeste del Pacífico y Canadá, dejando el sur de Estados Unidos en estado de sequía.
Las perspectivas de lluvias en un futuro próximo no parecen prometedoras.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, Nevada seguirá sufriendo una grave sequía hasta julio. El departamento de fauna y flora silvestres espera que el patrón meteorológico de La Niña se transforme en un patrón de El Niño, en el que las aguas cálidas son empujadas hacia la costa occidental de América. Este cambio en los patrones climáticos trae consigo monzones de los que depende el departamento para rellenar los bebederos. Si los monzones no llegan en agosto, eso significa que no habrá una gran recolección de agua durante el resto del año.
Predicción del cimarrón
¿Qué significa esta predicción meteorológica para el borrego cimarrón?
La población de borregos cimarrones del sur de Nevada de las montañas Muddy y Black es la mayor subpoblación de Nevada. Se estima que la población de borrego cimarrón regional es de unos 900 ejemplares. Los números han llegado a superar los mil en el pasado reciente, pero se han reducido en gran medida debido a las condiciones de sequía.
“La población de borregos cimarrones es un recurso tremendamente impresionante en Nevada. Es nuestro animal estatal”, comentó Cummings. “En la década de 1960, teníamos entre dos mil y 2,500 cimarrones del desierto que quedaban en subpoblaciones en el sur de Nevada y algunas en el centro. Las organizaciones no gubernamentales fueron las unidades musculares, el agente de cambio, que trabajaron con el Departamento de Vida Silvestre y comenzaron un programa agresivo para atrapar y repatriar a los borregos cimarrones en todas las cordilleras históricas de Nevada”. Gracias a sus esfuerzos, la población de borregos cimarrones alcanzó los 12 mil ejemplares en todo el estado.
En muchos casos, si no hay una organización de conservación o un mecanismo de financiación estable, es difícil conseguir que la fauna silvestre eliminada del paisaje vuelva al mapa.
“Queremos que las especies comunes sigan siendo comunes. Queremos que sea lo más natural posible y dejar que las cosas persistan en un estado natural. Si estas poblaciones de borregos cimarrones se extinguen, puede que no sea factible devolverlas al paisaje”, explicó Bennett.
