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Queda muy lejos de su meta el grupo que intentaba derrocar a Sisolak

El grupo que intentaba expulsar al Gobernador Steve Sisolak de su cargo no logró obtener el apoyo necesario para provocar una elección de destitución.

“Fight For Nevada” presentó la petición de destitución el 14 de febrero y tuvo 90 días para reunir 243 mil 995 firmas, o el 25 por ciento de los habitantes de Nevada que votaron en las elecciones de 2018. El grupo reveló sus intenciones mucho antes de eso, anunciando sus planes para el retroceso de la revocación en junio de 2019.

Pero para la fecha límite de la semana pasada, el grupo había reunido sólo 33 mil 105 firmas en ese plazo, según la oficina de Secretaría de Estado de Nevada.

Angela Blass, presidenta de Fight for Nevada, no respondió inmediatamente a las peticiones de comentarios del miércoles por la noche.

El grupo de revocación demandó al estado este mes en un intento por obligar a la oficina de Secretaría de Estado a concederles una prórroga para la colecta de firmas, alegando que las restricciones que Sisolak estableció para combatir la propagación del nuevo coronavirus, como la prohibición de reuniones de 10 o más personas, dificultaban demasiado la obtención de las firmas necesarias.

Pese a la prohibición de las reuniones por parte del gobernador, Fight for Nevada había estado ayudando a organizar protestas en Carson City y otras ciudades del estado en las últimas semanas para reunir firmas y también para protestar contra las órdenes de cierre.

Pero el juez federal que presidía la demanda no se creyó su argumento y señaló en su fallo para negar la petición que el grupo había reunido sólo 15 mil 892 firmas antes de que Sisolak emitiera la orden de quedarse en casa el 1º de abril.

“El hecho de que el demandante ya estuviera tan lejos de su objetivo para el 30 de marzo de 2020, da menos credibilidad al argumento de que las directivas de emergencia, a diferencia de otras razones, como la falta de diligencia, impidieron que el demandante adquiriera la firma necesaria”, escribió el juez Richard Boulware en su decisión.

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