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Reprenden a psiquiatra de Las Vegas por comportamiento no profesional

La Junta de Examinadores Médicos del Estado de Nevada ha reprendido públicamente a un psiquiatra de Las Vegas por no alejar a una paciente “de su espacio físico y personal” cuando ella comenzó a tocarlo inapropiadamente.

Una queja presentada por la junta médica en mayo de 2019 contra el doctor Matthew Okeke, afirma que una paciente en diciembre de 2017 usó su teléfono inteligente para grabar un encuentro con el psiquiatra sin su consentimiento durante una visita al consultorio. El video, grabado mientras el teléfono celular estaba posicionado sobre el escritorio del médico, muestra que ella “frota el brazo del Demandado, luego le frota la espalda y, finalmente, intenta tocar el área de la ingle del Demandado”. “Demandado” se refiere a Okeke, el sujeto de la queja.

La queja, que no nombra a la paciente, continúa: “En ningún momento durante esta interacción el demandado alejó a la paciente de su espacio personal y físico. No hubo interpretación terapéutica ni confrontación por parte del Demandado con respecto a los comentarios o el comportamiento de la paciente durante este encuentro”, una conclusión a la que llegó un experto médico independiente que entrevistó y evaluó a Okeke y revisó los registros, incluido el video.

Ni Okeke ni su abogado respondieron a las solicitudes de comentarios.

Según la queja, en mayo de 2018, el médico y la paciente celebraron un acuerdo que “parece ser un documento legal” en el que la paciente se abstuvo de “presentar o asistir a cualquier otra persona a presentar, demandas, acciones administrativas o quejas” contra el médico a cambio de pagos de 29 mil dólares desde febrero de 2018 hasta mayo de ese año.

Okeke trató a la paciente desde agosto de 2015, cuando la diagnosticó con trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático y ansiedad generalizada, hasta enero de 2018, según la denuncia.

La junta descubrió que Okeke “no había utilizado el cuidado, la habilidad o el conocimiento razonables que normalmente se usaban en circunstancias similares cuando brindaba atención médica” a la paciente, lo que constituye una práctica inapropiada.

La junta también descubrió que Okeke no había logrado mantener registros médicos adecuados en relación con esta y otro paciente.

Okeke es el dueño de Grand Desert Psychiatric Services, una clínica psiquiátrica en Las Vegas.

En un acuerdo de conciliación aprobado por la junta médica en septiembre, la junta suspendió por dos años la licencia de Okeke para practicar medicina en Nevada, pero removió la suspensión y puso la licencia en libertad condicional por 24 meses, sujeta a condiciones.

Estas incluyen que “debe ser supervisado en todo momento durante cualquier interacción con pacientes femeninas, con un acuerdo formal de monitoreo con monitores aprobados e identificados”. Las condiciones también incluyen que pague una multa de 500 dólares y reembolse a la junta por sus honorarios y los costos asociados con la investigación y el enjuiciamiento del caso.

La junta, a través de su presidente, el doctor Rachakonda D. Prabhu, emitió una reprimenda pública, que dice en parte, “es mi desagradable deber como presidente de la junta reprimirle formal y públicamente por su conducta que ha provocado una falta de respeto profesional hacia ustedes y que se refleja desfavorablemente en la profesión médica en general”.

Edward Cousineau, director ejecutivo de la junta médica, concluyó que estaba limitado en cuanto a lo que podía decir sobre la demando y su solución, y agregó: “El registro habla por sí mismo”.

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