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Retiran cargos por delitos graves contra el consultor republicano en caso de esclavitud sexual

Los fiscales removieron cinco cargos de delitos graves el martes, incluido el secuestro, de un consultor republicano de Las Vegas acusado de esclavizar sexualmente y agredir a su ex prometida.

Ni Benjamin Sparks ni su demandante estuvieron presentes cuando el Fiscal Adjunto de Distrito, Steven Rose, acordó desestimar cuatro cargos de secuestro de segundo grado y un cargo de coerción por motivos sexuales.

Pero el fiscal anunció que quería proseguir con un simple cargo de agresión contra Sparks en un tribunal de primera instancia.

Un abogado de Sparks declaró que la mujer le mintió a las autoridades cuando informó que él abusó físicamente de ella y le impidió salir de su apartamento.

“Hay una enorme cantidad de evidencia de que sus acusaciones son falsas”, mencionó el abogado defensor, Josh Tomsheck. “Al revisar la evidencia del estado, así como la evidencia proporcionada por mi cliente y otros, no me sorprende que el estado esté haciendo este movimiento inusual”.

Rose calificó la decisión de continuar con un cargo de agresión en el Tribunal de Justicia de Las Vegas como “una necesidad procesal”.

“Creíamos que el curso de acción más prudente era proceder con un juicio por delito menor”, agregó el fiscal.

Sparks, quien trabajó en la exitosa campaña para el ex representante de Estados Unidos, Cresent Hardy, de Nevada, fue despedido a principios de 2018 de su trabajo como director de asuntos políticos de RedRock Strategies, una destacada firma de consultoría republicana. Trabajó en campañas del Congreso de alto perfil, incluida la de la legisladora de Nuevo México, Yvette Herrell, y en carreras nacionales, incluida la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012 y la campaña contra el retiro del gobernador de Wisconsin, Scott Walker, en 2012.

Su ex prometida testificó ante un jurado en diciembre que Sparks había redactado un contrato durante su relación que la obligaba a realizar servicios sexuales. También indicó que la golpeó en la cabeza y se rompió una uña cuando ella declinó tener sexo con él.

Tomsheck argumentó en documentos judiciales que las lesiones no fueron el resultado de la violencia o la fuerza de Sparks. La lesión en su mano fue, en cambio, “el resultado de un desafortunado, accidental e imprevisible encuentro consensuado”.

Durante su testimonio ante el gran jurado, la mujer apuntó que Sparks estaba de pie junto a la puerta de su apartamento, evitando que se fuera.

“Es justo decir que, aparte de saltar por el balcón, ¿no había otra salida?”, preguntó el fiscal.

“Sí, tendrías que aventarte por el balcón”, respondió ella.

Pero Tomsheck señaló que la mujer vivía en un departamento de un primer piso.

Tomsheck también identificó un mensaje de texto que la mujer le envió a Sparks en el que escribió: “Necesito que me revisen la cabeza para ver si necesito puntadas de cuando me golpeé contra el pavimento”.

El abogado defensor calificó los cargos de secuestro como “simples denuncias sin fecha ni hora específicas contra las cuales el señor Sparks pueda defenderse”.

Tomsheck argumentó que la mujer se reportó a trabajar y “mantuvo relaciones y amistades normales” durante los meses que afirmó que Sparks la obligó a quedarse en casa.

“Ni una sola persona hizo un solo reporte sobre su detención contra su voluntad”, escribió Tomsheck. “Simplemente no hay evidencia de que el señor Sparks la haya forzado o amenazado de ninguna manera”.

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