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Revierte Corte Suprema la condena por secuestro de un profesor de Las Vegas

La Corte Suprema de Nevada desechó el jueves una condena por secuestro contra un ex profesor del Condado Clark tras las rejas por una relación sexual con una estudiante.

Los abogados defensores de Jason Lofthouse, ahora de 37 años, habían argumentado que los fiscales se excedieron cuando acusaron a Lofthouse de secuestro, porque su relación de 2015 con una estudiante de 17 años fue consensuada.

En una decisión unánime de 13 páginas de siete jueces, el tribunal superior estuvo de acuerdo.

“Concluimos que el lenguaje de la ley no está dirigido en general a ningún delito que sólo involucre a una menor”, escribió la jueza, Lidia Stiglich. “Interpretar el lenguaje en (el estatuto de secuestro) para incluir cualquier crimen que involucre a un menor expandiría un estatuto de secuestro ya amplio más allá de lo razonable, llevando a resultados absurdos”.

Lofthouse, un ex profesor de la Preparatoria Rancho, también fue declarado culpable por un jurado a principios de 2016 de 10 cargos de conducta sexual activa con una estudiante y condenado a un máximo de 19 años de prisión, la mayor parte de ese plazo vinculado a su condena por secuestro.

El Tribunal Supremo escribió que la ley de conducta sexual, enmendada en 2017, tiene por objeto la condición del profesor, y “no hace ninguna excepción para la conducta sexual consentida, aunque la estudiante tenga por lo demás la capacidad jurídica de dar su consentimiento”.

El defensor público adjunto, William Waters, había argumentado a finales de 2018 que Lofthouse (que ahora se encuentra en la prisión estatal High Desert en Indian Springs) no pudo haber cometido un secuestro como cuestión de derecho porque el delito subyacente no era contra la propia adolescente, lo cual fue reconocido por la decisión.

En Nevada, la edad de consentimiento es de 16 años, pero la ley estatal hace una excepción para los empleados y voluntarios de las escuelas y les prohíbe tener contacto sexual con los alumnos.

“Debido a que el estatuto es indiferente en cuanto al consentimiento real de la estudiante o a la explotación real del delincuente a la estudiante, concluimos que es la condición del delincuente la que constituye el gravamen del delito descrito” en la ley de conducta sexual, declaró la decisión del tribunal superior. Debido a que la acusación “se refiere predominantemente a la apariencia de impropiedad más que a la impropiedad real, concluimos que se centra en la decencia y la moralidad más que en el daño a un individuo en particular”.

La subprocuradora de justicia, Stacy Kollins, había argumentado que Lofthouse elevaba el riesgo de daño cuando llevó a la chica a un hotel para tener sexo con ella.

La chica inicialmente negó tener cualquier relación con el profesor de historia, pero más tarde le reveló a sus padres y a la policía que ella y el profesor habían tenido una relación sexual.

Ella y Lofthouse intercambiaron más de cuatro mil mensajes de texto durante su relación, la cual, según la chica, fue iniciada por ambos. Lofthouse fue condenado por secuestro por llevar a la chica al hotel Aliante durante horario escolar en dos ocasiones en mayo de 2015.

Kollins se negó a comentar sobre la decisión y no se pudo contactar a Waters a finales del jueves.

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