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Rosen ayuda a la hija de una estrella de rock a regresar a EE.UU.

WASHINGTON — La hija de la ex cantante de Twisted Sister, Dee Snider, junto con una intérprete de la corte del Condado Clark y su hijo, estuvieron entre varios nevadenses que finalmente han podido regresar a Estados Unidos desde Perú en medio de un bloqueo por el coronavirus.

Snider, residente en Las Vegas, buscó la ayuda de la senadora demócrata por Nevada, Jacky Rosen, para asegurar la liberación de su hija, Cheyenne. Otra familia buscó la ayuda de la representante demócrata por Nevada, Dina Titus, mientras los legisladores de todo el mundo se esforzaban por ayudar a repatriar a los estadounidenses en otros países.

Magaly Sofia Toledo-Kelly, de 49 años, una intérprete del Condado Clark, y su hijo Jake, estudiante de secundaria, de 12 años, estaban en Perú visitando a familiares. Estaban en el aeropuerto para abordar su vuelo de regreso cuando el presidente de Perú, Martín Vizcarra, cerró los órganos gubernamentales y aeropuertos debido a la pandemia de coronavirus.

“Parece que mi esposa salió justo al último momento”, dijo Shawn Kelly, de 58 años, profesor de una escuela pública y esposo de Magaly Toledo-Kelly, quien habló con el Las Vegas Review-Journal en su camino para recoger a su esposa e hijo en el Aeropuerto Internacional McCarran.

A Shawn Kelly, un residente de Las Vegas, le habían enviado un correo electrónico de la Embajada de Estados Unidos en Lima, Perú, el miércoles que indicaba que ningún futuro avión comercial saldría pronto de ese país.

Después de casi tres semanas, Kelly estaba feliz de que regresaran.

Dijo que la frustración había sido constante: “Cada día era algo diferente”.

Pero notó que su esposa e hijo tuvieron suerte, “muchos de los estadounidenses allá no tuvieron la suerte de poder quedarse con sus familias”.

Ayudando a los estadounidenses atrapados en el extranjero

Snider, de 65 años, ex líder de la banda de metal, habló sobre los esfuerzos para sacar a su hija de Perú, donde estuvo de vacaciones hasta la represión del gobierno. La cantante reportó que estaba frustrada por la falta de respuesta del gobierno, luego se puso en contacto con Rosen y otros legisladores estatales y federales de Nevada.

Rosen dijo que su oficina ha estado trabajando para ayudar a docenas de viajeros y nevadenses que viven en el extranjero y sus familias que necesitan ayuda para traerlos de vuelta a Estados Unidos.

“La rápida propagación del COVID-19 dejó varados a muchos nevadenses fuera del país y lejos de su hogar durante una época incierta y aterradora”, declaró Rosen.

Titus, que ayudó a Kelly a extraer a su familia, fue fundamental para contactar al Departamento de Estado todos los días, que luego se pondría en contacto con la Embajada de Estados Unidos en Perú en su nombre.

“Ya hemos ayudado a docenas de constituyentes a reunirse con sus familias en Las Vegas, y estamos en el proceso de ayudar a muchos más”, aseveró Titus.

“Cualquier constituyente con un miembro de su familia que tenga problemas para volver a Estados Unidos debería llamar a mi oficina”, sugirió.

Miles de personas atrapadas

Hasta ahora, unos 25 mil estadounidenses han sido repatriados de casi 100 países, declaró Ian Brownlee, principal subsecretario de Estado adjunto de la Oficina de Asuntos Consulares. Se esperaba que otros nueve mil fueran traídos a casa con más vuelos en los próximos días, puntualizó Brownlee durante una sesión informativa.

En Perú, alrededor de dos mil 800 ciudadanos estadounidenses han podido salir en vuelos desde Lima y Cusco, y los autobuses están trayendo a otros a los aeropuertos de las regiones periféricas de Ica y Trujillo.

Brownlee dijo que el Departamento de Estado está al tanto de que los estadounidenses están siendo puestos en instalaciones de cuarentena impuestas por el ministerio de salud de Perú. Los funcionarios del Departamento de Estado están trabajando para asegurar que los viajeros estadounidenses tengan alimentos apropiados y condiciones de vida saludables.

Kelly indicó que los mensajes en los medios de comunicación social de los estadounidenses en Perú muestran que muchos están siendo forzados a adherirse a las condiciones de cuarentena a un costo significativo.

Los restaurantes y hoteles están cerrados o en proceso de cierre, y el flujo de información, incluso a través de la embajada, es “burdo”.

“No había información creíble”, consideró Kelly, hasta que se puso en contacto con la oficina del Congreso, que comenzó a informarle diariamente de todo después de las llamadas al gobierno y de recibir información de Perú.

“Muero por ver a mi familia, han estado viajando durante días”, concluyó Kelly.

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