Sisolak condena las “mentiras” del coronavirus
CARSON CITY — Con el presidente Donald Trump reuniéndose en la frontera entre Arizona y Nevada el miércoles y el vicepresidente Mike Pence programado para el jueves en Reno, el gobernador Steve Sisolak condenó la narración impulsada por ambos hombres de que lo peor de la crisis de la nación sobre COVID-19 ha pasado.
“No estamos ‘a la vuelta de la esquina’, no me importa quién lo diga”, comentó el gobernador en una sesión informativa en la capital el miércoles, donde él y los funcionarios de salud del estado esbozaron el estado de respuesta actual del coronavirus en Nevada. “Cualquiera que diga lo contrario está mintiendo”.
Las condiciones en Nevada reflejaban las de la nación, que ha establecido esta semana récords de nuevos casos de COVID-19 tanto diarios como semanales. Ocho de los 17 condados tienen un riesgo elevado de propagación de la infección en el estado, el número de casos y la tasa de positividad de las pruebas han aumentado, las hospitalizaciones están aumentando y los funcionarios se están preparando para el rezagado pero inevitable aumento de la tasa de mortalidad que se espera que siga al aumento de las infecciones en las próximas semanas.
Nevada está en la zona roja para los casos de COVID-19 según el comando contra el COVID-19 de la Casa Blanca y ocupa el lugar número 22 nacional, con poco más de 100 casos por cada 100 mil residentes, expuso el gobernador.
“Escuchar a alguien con su hipérbole o sus ideas filosóficas o francamente sus mentiras no va a cambiar el hecho de que a lo largo de este país la propagación de COVID está aumentando”, dijo Sisolak.
Las declaraciones del gobernador se produjeron cuando instó de nuevo a los nevadenses a cumplir con las directrices sobre el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y otras precauciones para limitar la propagación del virus y frenar su reciente aumento.
“Estamos tendiendo al alza”, agregó Caleb Cage, el director de respuesta de COVID del estado.
Grandes multitudes en los mítines
El mitin de Trump el miércoles en el Aeropuerto Internacional de Laughlin/Bullhead, justo en la frontera con Arizona, se llevó a cabo más allá de los límites de Nevada, con un máximo de 250 personas para cualquier reunión pública, pero dentro del alcance de los residentes del sur de Nevada y el mercado de medios de comunicación de Las Vegas. Trump sigue al ex vicepresidente Joe Biden en las encuestas de Nevada en 4.6 puntos porcentuales, según el promedio calculado por Real Clear Politics.
Los eventos del presidente en Nevada han atraído a multitudes por encima de los límites del estado sobre las restricciones de COVID-19 para las reuniones públicas, y se han impuesto multas a los anfitriones de los lugares de reunión.
El mitin de Pence en Reno el jueves probablemente violará esos límites de nuevo. El vicepresidente hablará en un hangar de 17 mil pies cuadrados rentado por el Aeropuerto a Challenger Consulting y Perry DiLoreto, un prominente constructor de casas del área de Reno. Un contrato entre DiLoreto y el aeropuerto indica que el arrendatario cumplirá con las normas estatales y locales, y el acuerdo de renta de DiLoreto con el Comité Nacional Republicano estipula que el máximo permitido de asistentes es de 250.
“Esperemos que el vicepresidente siga las reglas, lleve una cubrebocas, practique el distanciamiento social y se atenga a nuestras directrices en cuanto al volumen de la multitud, la capacidad y el distanciamiento social”, comentó Sisolak cuando se le preguntó sobre la visita del vicepresidente.
El aeropuerto, como autoridad casi independiente, es responsable de la vigilancia del evento, no Reno o el Condado Washoe. La autoridad prohibió a Trump celebrar un mitin allí el mes pasado, obligando a su campaña a trasladar el evento al Aeropuerto de Minden en el Condado Douglas. Tanto el condado como el anfitrión del evento fueron multados por el estado por permitir el mitin.
El anfitrión del mitin de Trump en septiembre en Henderson también fue multado.
El equipo de avance de la campaña de Trump no respondió a un correo electrónico en el que se le preguntaba sobre el mitin del vicepresidente.
Los médicos desalientan las concentraciones
También el miércoles, los médicos de Nevada estuvieron entre los casi 300 médicos del país que firmaron una carta instando a la campaña de Trump a cancelar cualquier otra manifestación pública, incluyendo la de Pence en Reno. Varios miembros del personal del vicepresidente dieron positivo a COVID-19 el fin de semana pasado.
“Como médicos, estamos muy preocupados de que las manifestaciones del vicepresidente infecten a la gente de nuestras comunidades, causen una propagación incontrolada y empeoren el dolor y el sufrimiento que ya vemos en todo Nevada”, señaló Nita Schwartz, médico de emergencias en Génova. En una declaración, le pidió a Pence que “se mantenga alejado de Nevada”.
“Cuando el vicepresidente regrese a Washington después de la manifestación programada (para el jueves), mis colegas y yo tendremos que ponernos nuestros cubrebocas N95 y lidiar con las consecuencias de su súper dispersión”, mencionó Schwartz.
