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Sisolak y funcionarios de Reno condenan a alborotadores, prometen más arrestos

RENO — El domingo, funcionarios de la ciudad comentaron que el video del sábado por la noche en el que alborotadores que lanzaban piedras dañaban edificios públicos y empresas privadas en la tercera ciudad más grande de Nevada, ayudaría a los investigadores a identificar, perseguir y arrestar a más de los responsables.

Al final de la tarde del domingo, la ciudad anunció la reimposición de un toque de queda nocturno “por la abundancia de precauciones para la seguridad pública” a partir de las 5:30 p.m. y hasta las 5 a.m. del lunes. En un anuncio, la alcaldesa Hillary Schieve no identificó una amenaza específica de violencia renovada. Sólo los residentes con una razón esencial para viajar, como el personal médico o las personas que viajan hacia o desde el trabajo, pueden estar fuera.

También se advirtió a los residentes que evitaran el área del centro de la ciudad, donde se esperaba una “fuerte presencia de la policía y la Guardia Nacional”.

En una charla realizada a mediodía en las afueras del cuartel general de la policía de la ciudad, mientras los voluntarios cercanos continuaban con las labores de limpieza y reparación, se unió a los funcionarios de la ciudad el Gobernador Steve Sisolak. El gobernador denunció airadamente a los instigadores que podrían haber venido de fuera del estado para fomentar los problemas y a los habitantes de la ciudad que cometieron actos de vandalismo contra empresas frágiles que recién ahora están saliendo de las 10 semanas de cierre de COVID-19.

“Si eres un mal actor, y eres de fuera del estado, y viniste aquí ayer para causar un problema, no eres bienvenido en el estado de Nevada; no eres bienvenido en Reno”, argumentó Sisolak, gritando. “Si has venido a causar destrucción, vete a casa. Salgan de nuestro estado, salgan de nuestra ciudad porque no son parte de lo que es Reno. No eres parte de lo que es el estado de Nevada”.

“Miren lo que hicieron”

Añadió: “Para aquellos de ustedes que son de Nevada que participaron en esto, quiero que miren lo que hicieron. Quiero que piensen en lo que hicieron, los daños que hicieron a la propiedad del gobierno, los daños que hicieron a los pequeños negocios que están empezando a reabrir como resultado del COVID-19 y piensen en lo que han hecho a esas familias, a esas vidas; echen un buen vistazo a lo que hicieron”.

Sisolak y Schieve dijeron que los alborotadores no eran los manifestantes pacíficos que habían organizado el sábado por la tarde el mitin de Black Lives Matter para protestar por la muerte de George Floyd en Memorial Day bajo la custodia de la policía de Minneapolis. Cuando llegó la noche, ese grupo se dispersó en su mayoría, afirmaron los funcionarios, y el centro de la ciudad estalló en el caos, con incendios, coches y otras propiedades destrozadas y ventanas rotas, incluso en el Ayuntamiento. El centro de la ciudad fue limpiado en su mayor parte y a las 11:30 p.m. se restableció el orden.

“Ayer por la tarde vimos una protesta muy pacífica y eso fue importante para que se escucharan las voces”, destacó Schieve. “Y luego hay gente que vino que no era parte de esa protesta que quería incitar a la violencia en nuestra ciudad”.

Calificó a los eventos del sábado por la noche como “increíbles” y “asquerosos”.

“Tenemos muchos videos e informes”, anunció Schieve. “Vamos a procesar. Si se estaban amotinando en nuestras calles y haciendo cosas que eran perjudiciales para nuestra ciudad, actividad ilegal, no vamos a tolerar eso”.

Desafío extremo

El jefe de policía de Reno, Jason Soto, comentó que los disturbios representaban “un desafío extremo y un tramo logístico de horas” para la fuerza policial de la ciudad de más de 300 personas. El departamento, ayudado por los departamentos de policía vecinos y la Oficina del Alguacil del Condado Washoe, tenía “unos 20 lugares diferentes que muchos de ustedes no sabían que teníamos que proteger y retener”.

Los funcionarios impusieron un toque de queda a las 8 p.m. y pidieron al gobernador que movilizara a la Guardia Nacional del estado para ayudar a proteger la propiedad mientras los oficiales de policía con equipo antidisturbios trabajaban para hacer retroceder a los manifestantes con gases lacrimógenos y explosivos. En medio de los informes de que había gente que entraba en Reno desde fuera de la zona, las autoridades se movilizaron para cerrar las autopistas y “cerrar todas las entradas a la ciudad de Reno”, informó Soto, que se está trasladando del puesto al administrador de la ciudad.

La Oficina del Alguacil del Condado Washoe reportó 23 arrestos: 16 en Reno, cuatro en la vecina Sparks, uno en Fallon y uno en las ciudades californianas de Truckee y Anderson. La mayoría fueron acusados de allanamiento y resistencia a oficiales.

El jefe de policía de Reno en función, Tom Robinson, sucesor de Soto, dio un recuento ligeramente diferente. Relató que la policía de la ciudad registró 21 arrestos por “la mayoría de las ofensas menores” incluyendo reunión ilegal, violando el toque de queda y obstruyendo a oficiales de policía. Doce de los arrestados afirmaron ser de Reno pero no tenían documentación para probarlo.

“Tuvimos un montón de activos encubiertos anoche siguiendo a las multitudes, y observaron un montón de placas vehiculares de California de muchos de estos individuos”, destacó Robinson. “Y parecían bastante organizados, estacionándose en los mismos lugares”.

“Lo que pasó anoche no puede volver a pasar”, aseveró el Alguacil del Condado Washoe, Darin Balaam, en una declaración emitida poco antes de las 8 a.m. del domingo.

“Estos son tiempos difíciles, y entiendo que hay gente en nuestra comunidad que no se siente escuchada ni vista”, agregó Balaam. “Déjenme decirles a estos miembros de la familia, que los veo, los escucho y continuaré escuchando, pero debemos escucharnos mutuamente de forma pacífica y respetuosa. Le imploro al Condado Washoe que no tolere la violencia de la que fuimos testigos anoche”.

El Ayuntamiento de Reno, vandalizado e invadido por los alborotadores el sábado por la noche, iba a estar cerrado el lunes para la limpieza adicional y la evaluación de los daños. Aunque los alborotadores entraron en el edificio, concluyó Soto, no se removió nada de valor.

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