64°F
weather icon Clear

The Wig Cottage un lugar de esperanza

The Wig Cottage es una tienda especializada en pelucas para personas que sufren de alopecia y cáncer. Dentro de la misma tienda se siente un ambiente agradable y cómodo para los clientes que entran con la esperanza de sentirse mejor.

Vicki Roney, dueña de The Wig Cottage, cuenta que cuando sus clientes entran a su negocio, se encuentran asustadas, temerosas y con mucha angustia. Pero Vicki entiende perfectamente el aspecto emocional de comprar una peluca, ya que ella misma sufre de una condición llamada alopecia que ocasiona la pérdida parcial o total del cabello.

“Yo era muy joven cuando empecé a perder el cabello. Debido a la alopecia que me ocasionó casi la pérdida total de mi cabello sentí la necesidad por ayudar a las personas que estaban pasando por la misma situación o que estaban perdiendo su cabello por los tratamientos de quimioterapia”, aseguró Roney.

El 90% de sus clientas son sobrevivientes de cáncer, y la gran mayoría son referidas por oncólogos centros de cáncer.

“Resulta muy duro el hecho de aceptar el diagnostico de cáncer pero de la misma forma es devastador el escuchar que ella perderá temporalmente su cabello. Para mí es una bendición el poder ayudar a estas mujeres que están pasando por un momento tan crítico y difícil”, afirmó.

Debido a su pasión por ayudar, Roney decidió entrar a una escuela de belleza y aprender todo sobre el cabello y las pelucas. Desde la importancia que tiene el ajustarlas a la medida de cada cliente y el tratamiento que se les tiene que dar, hasta aprender todo sobre los ingredientes en los productos que se deben de usar.

De acuerdo a Roney, cuando las mujeres acuden a las tiendas tradicionales de pelucas es muy difícil que estas reciban los servicios que tanto necesitan. Esto, según ella, ocasiona que se sientan perdidas al entrar a una tienda llena de maniquíes con pelucas sin nadie que le explique o les ayude a elegir la peluca adecuada.

“Nadie les ayuda a probarse las pelucas, escoger un color o estilo que se les acomode mejor e inclusive tampoco se les explica en como cuidar o peinar las pelucas”, afirmó Roney.

“Es necesario contar con mucha sensibilidad y entender por lo que las mujeres sobrevivientes al cáncer o con alguna condición médica que les ocasione la pérdida del cabello están pasando”, explicó.

Según Vicki, la meta de Wig Cottage es hacer sentir hacer sentir a sus clientes especiales y que al salir de su negocio lo hagan con una sonrisa y con una mejor autoestima.

“Yo trabajo con mis clientes a un nivel personal en un ambiente sereno y relajado. Después de que ellos han escogido su estilo favorito, personalizó el corte de acuerdo al gusto del cliente y la forma de su cara sin costo alguno. Adicionalmente les proporciono las instrucciones de cuidado para su peluca y les ofrezcó los productos para el peinado adecuados, así como también me pongo a su disposición por cualquier pregunta o preocupación que pudieran tener en el futuro”, afirmó Roney.

Además de las pelucas, Wig Cottage cuenta con pañuelos o bufandas, así como también gorras para el sol, sombreros y diferentes accesorios. La tienda también maneja una línea de productos especialmente formulados y diseñados para aliviar los síntomas que pueden ocurrir en respuesta a la quimioterapia y la radiación.

“El ayudarlas a recuperar su autoestima y que sepan que el hecho de tener una peluca es como el traer puesta una medalla de honor es para mí un privilegio, cada una de ellas son verdaderos ángeles para mi”.

“Yo se que el perder el cabello puede ser una experiencia traumante y muy dramática para cualquier persona. Mi intención es proporcionar a los pacientes con cáncer la información que buscan durante la experiencia traumática de la pérdida de su cabello. De la misma forma les ofrezco ese toque personal que se necesita con tanta urgencia”, concluyó Roney.

The Wig Cottage está ubicado en 2510 St. Rose Pkwy. Suite 110 en Henderson, NV 89074, el teléfono es 702-837-0170 y en la mayoría de los casos los seguros médicos cubren el costo de las pelucas.

LO ÚLTIMO