Transición de Biden bloqueada por falta de concesiones y papeleo

WILMINGTON, Del. — El presidente Donald Trump está siendo presionado para que coopere con el equipo del presidente electo Joe Biden para asegurar una transferencia de poder sin problemas cuando la nueva administración asuma el cargo en enero.

La Administración de Servicios Generales tiene la tarea de reconocer formalmente a Biden como presidente electo, lo cual inicia la transición. Pero la administradora nombrada por Trump, Emily Murphy, no ha iniciado el proceso y no ha dado ninguna orientación sobre cuándo lo hará.

Esa falta de claridad está alimentando preguntas sobre si Trump, que no ha reconocido públicamente la victoria de Biden y ha afirmado falsamente que las elecciones fueron robadas, impedirá a los demócratas mientras tratan de establecer un gobierno.

Hay poco precedente en la era moderna de un presidente erigiendo tales obstáculos para su sucesor. Las apuestas son especialmente altas este año porque Biden asumirá el cargo en medio de una furiosa pandemia, que requerirá una respuesta integral del gobierno.

“La seguridad nacional y los intereses económicos de Estados Unidos dependen de que el gobierno federal señale clara y rápidamente que el gobierno de Estados Unidos respetará la voluntad del pueblo estadounidense y participará en una transferencia de poder pacífica y sin problemas”, Jen Psaki, un ayudante de transición de Biden, tuiteó el domingo.

La junta asesora del Centro no partidista para la Transición Presidencial también instó a la administración de Trump a “iniciar inmediatamente el proceso de transición postelectoral y al equipo de Biden a aprovechar al máximo los recursos disponibles en virtud de la Ley de Transición Presidencial”.

Centrado en el virus

Biden, que fue elegido el sábado como el presidente 46º, está tomando medidas para construir un gobierno a pesar de las preguntas sobre si Trump ofrecerá la asistencia tradicional.

Se está centrando primero en el virus, que ya ha matado a casi 240 mil personas en Estados Unidos. Biden anunció el lunes los detalles de un comando que creará un plan para intentar controlar la pandemia que planea comenzar a implementar después de asumir la presidencia el 20 de enero.

El ex cirujano general, doctor Vivek Murthy, el ex Comisionado de la Food and Drug Administration, doctor David Kessler y la doctora Marcella Nunez-Smith, profesora asociada de la Universidad de Yale y decana asociada cuya investigación se centra en la promoción de la igualdad de los cuidados de salud para las poblaciones marginadas, son sus co-presidentes.

“Lidiar con la pandemia es una de las batallas más importantes a las que se enfrentará nuestra administración, y estaré informado por la ciencia y los expertos”, dijo Biden en un comunicado. “La junta asesora ayudará a dar forma a mi enfoque para gestionar el aumento de infecciones reportadas; asegurar que las vacunas sean seguras, efectivas y distribuidas de manera eficiente, equitativa y gratuita; y proteger a las poblaciones en riesgo”.

También hay 10 miembros, incluyendo dos ex funcionarios de la administración de Trump: Rick Bright, quien dijo que fue destituido como jefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado después de criticar la respuesta del gobierno federal al coronavirus, y Luciana Borio, quien hasta el año pasado era especialista en biodefensa en el Consejo de Seguridad Nacional.

El resto del panel incluye expertos con experiencia en varias áreas, incluyendo Eric Goosby, quien fue el entonces coordinador mundial del SIDA del presidente Barack Obama.

Algunos republicanos instan a luchar

Pero otros republicanos, entre ellos el senador Lindsey Graham de Carolina del Sur, instaron a Trump a que siguiera tramitando las impugnaciones legales relacionadas con las elecciones, lo que haría más probable una transición desigual.

Biden comenzó su primer día completo como presidente electo el domingo asistiendo a la iglesia de St. Joseph on the Brandywine cerca de su casa en Wilmington, como lo hace casi todas las semanas. Después de misa, visitó el cementerio de la iglesia donde varios miembros de su familia han sido puestos a descansar, incluyendo su hijo Beau.

Por lo demás, pasó la mayor parte del día dentro de su casa, mientras que algunos de sus empleados pasaron horas en una conferencia telefónica centrada en la planificación de la transición.

Esos planes también pueden depender de dos elecciones al Senado en Georgia que han avanzado a una segunda vuelta el 5 de enero. Si los republicanos ocupan esos escaños, es probable que retengan la mayoría del Senado y estén en condiciones de retrasar la confirmación de las principales decisiones de Biden en el gabinete y complicar sus objetivos legislativos, incluidos los llamamientos radicales para ampliar el acceso a la atención de la salud y reforzar la economía posterior a la pandemia con empleos verdes e infraestructura diseñada para combatir el cambio climático.

Eso podría poner a prueba la promesa de la campaña de Biden de superar las divisiones de la era Trump y gobernar de manera bipartidista.

Mientras que los asesores de Biden reconocieron que sería más fácil para él conseguir que sus propuestas se promulguen con los demócratas controlando el Senado, Stef Feldman, el director de políticas de su campaña, declaró que Biden ha sido conocido en el pasado por trabajar con los republicanos para mover la legislación.

“El plan del presidente electo seguirá siendo el plan del presidente electo independientemente de quién gane la mayoría en el Senado, y trabajará con sus colegas del otro lado del pasillo para lograrlo”, dijo.

Durante su discurso de victoria del sábado, prometió ser un presidente que “no busca dividir, sino unificar” y apeló a los partidarios de Trump a “darse una oportunidad”.

Aquellos cercanos a Biden dicen que navegará el periodo que viene aprovechando su sentido de empatía que se convirtió en una marca registrada de su campaña. Biden habló a menudo del dolor que experimentó tras la muerte de su esposa y su joven hija en un accidente de coche en 1972, y la muerte de Beau en 2015 debido a un cáncer cerebral.

“Mi hermano sabe cómo sentir”, dijo Valerie Biden Owens, hermana de Biden y consejera principal durante mucho tiempo. “La fuerza de Joe ha sido la resistencia y la recuperación y eso es lo que necesitamos como país”.